Un familiar calor traspaso la piel de Jazmin impregnadola de sobremanera la presencia de la mujer a su lado. Flor se apretaba a su cuerpo con la espalda contra el pecho desnudo de Jazmin mientras sus nalgas presionaban la curvatura de las caderas de la ojiverde. La mejilla de Jazmin descansaba perezosamente en la almohada, a una pulgada de la nuca de Flor facilitandole así el poder oler su aroma único mezclado con el sudor de la pasada noche de pasión.
Más allá de las cortinas el amanecer se acercaba, pero Jazmin permaneció quieta catalogando todas las sensaciones que la mujer en su cama provocaba en ella. La parte frontal de sus muslos descansaba suavemente contra la parte posterior de los de Flor; la delicada fusión de piel con piel era una conexión frágil que no se atrevía a romper. Sus pechos rozaban el arco de los omoplatos de Flor y sus pezones duros como piedra eran electrificados por el ligero, pero intenso contacto.
Las horas que pasaron haciendo el amor se repetían en su mente una y otra vez; imágenes vívidas que la dejaron sin aliento. Con cuidado de no despertarla Jazmin deslizó su brazo alrededor del pecho de Flor extendiendo la mano por su abdomen al tiempo que con los dedos exploraba con patrones distraídos la delicada y caliente piel bajo sus yemas. Flor presa de la temprana caricia se acercó más a Jazmin para unir sus cuerpos todo lo más posible.
Jazmin sonrió encantada del afecto de sus caricias sobre el cuerpo de Flor.
-Me gusta como me tocas- susurro Flor con los ojos cerrados a medida que presionaba la mano de Jazmin en su piel.
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El corazón de Jazmin martillo con fuerza contra su pecho, una oleada de ternura y calor inesperada centello a través de todo su ser. Deseaba a Flor una y otra vez; su cuerpo vibraba con el anhelo de arrullarla con sus manos, saborearla con la boca y poseerla en cuerpo y alma. Lo único que le impedía despertar a Flor para hacerla suya nuevamente era el exquisito placer que le causaba el mantenerla abrazada justo como lo estaba haciendo.
Acaricio con la punta de la nariz la pendiente del hombro de Flor, entonces está agarrando la mano de Jazmin la dirigió arriba hasta que su seno fue cubierto por la palma de la mano.
-Encajas perfecta- murmuró Flor sintiendo un familiar estremecimiento en su vientre.
-Lo siento no quise despertarte...
-No está bien- repuso enseguida la castaña girando en el círculo protector de los brazos de Jazmin- ya estaba despierta- aseguró antes de besarla y dedicarle los buenos días seguido de más besos.
Acaricio la espalda de Jazmin dejandose apresar por la intensa mirada de Jazmin y como ésta se nublaba por el deseo encarnado. Tras un profundo beso, Flor preciso con decisión.
-También te deseo ahora.
-Oh si- devolvió Jazmin con voz ronca.
La emoción transformó completamente a Jazmin, jamás se cansaría de complacer a Flor incluso si perdía la cabeza en el intento. Con un movimiento rápido Flor se halló boca arriba sintiendo la presión del cuerpo de Jazmin encima del suyo y como está se introducía en los confines de su ser.
