Desnuda tu alma (ADAPTACIÓN - FLOZMIN )

Capitulo: 02

Miami

Otro día comenza en la vida de Florencia Estrella. Se preparaba para una nueva exhibicion en la librería. Era la encargada y todo el peso de que está saliera bien yacía sobre sus hombros. Debía tener a la escritora feliz y comoda para la firma de su nuevo libro. La tienda era famosa por lograr que cada libro presentado ahí, se convertia en un exito seguro, vendiendo millones de copias y que únicamente se encontraba en esta.

-¡Flor!

Escucho su nombre desde el pasillo, aunque vivía cerca de la casa de sus padres, había ido a cuidar a su hermana menor ya que ellos estaban fuera de la ciudad. La niña de siete años se asomó por la puerta frotandoce lo ojos con las manos. Florencia sonrió de lo tierna que se veía.

-¿Que pasa, bonita?

-Tengo hambre.

-Pues entonces vamos hacerte de comer.-dijo Florencia tomandola en brazos y llenanodole la cara de besos.

Entre cosquillas cayeron en la cama y la niña se retorcía de la risa.

-¡No, no. Para, Flor, para!-decía a duras penas.

-Primero, aumenta mi ego.

-Eres genial.-Florencia negó-Em's, ¿hermosa?-volvió a negar aumentando la tortura-¡Está bien. Está bien! Eres la más hermosa, increíble y buena hermana en el mundo.

-Gracias, ya lo se.-presumió la castaña llevando su larga cabellera hacia atrás.

Aunque tenía vinticuatro años, a veces se permitía sen un poco infantil con su hermana pequeña.

-Ahora, ¿me puedes dar de comer?

-Claro cariño,vamos.-la tomo de la mano y llevo a la cocina.

Mientras preparaba el desayuno, Sofi se le escapó a ver los dibujitos. Después de terminar, sirvió la mesa y llamo:

-¡Sofi, a desayunar!

Cuando Florencia se volvió a la mesa ya tenía a su hermanita escalando en la silla para tomar el desayuno.

-¡Dios, Sofi! Con cuidado, si te pasa algo mama me mata.

-Perdón, pero soy muy pequeña, es molesto.-se quejó en hizo un puchero que derritio el corazón de Florencia.

-Eso es porque eres pequeña, sólo tienes siete años. Pero prometo que pronto serás tan grande como yo.

Casi tío por decir eso. Florencia no era del todo alta y su rostro no parecía al de una mujer de su edad. Sin embargo, Sofía pudo notar el sarcasmo.

-¿Y esa es mi esperanza?

Florencia soltó una carcajada y le dio un leve golpe en la cabeza.

-¿Por que no dejas de hacerte la chistosa y Tomás el desayuno?

-También te amo.-dijo le pequeña con gesto inocente.

La mayor negó con la cabeza y prosiguieron a tomar el desayuno. Cuando acabaron, Florencia mando a su hermana a prepararse, pero como casi siempre pasaba, la niña ocupaba más tiempo del debido. Florencia cogió las llaves y su cartera, luego grito:

-¡Sofía, date prisa!

-¡Un segundo!-respondió desde arriba.

-Si no estas aquí en tres segundos, subire y te sacaré de la habitación cargada y así te llevaré hasta tu salón.-amenazó Florencia.-uno...

Con sólo pronunciarlo, Sofía ya estaba frente a ella.

-¿Por que el maltrato? No es justo.-reprochó la niña cruzando a la altura del pecho.