Capítulo 1

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Segundo mes de clases en el campus universitario de Barcelona. Sentía tantan ilusion por estar estudiando artes escénicas y arte dramático que no cabía tanta emoción en mi pecho. Soy una persona tan impulsiva que me había apuntado a todo. Clases de francés, de inglés, al club de ajedrez, ... ya no tenía tiempo para nada más.

-¡Marta mira! - Marilia me acechó de camino a la residencia.

Marilia nació en las Islas Canarias y se vino a Barcelona a estudiar enfermería. Compartimos habitación en la residencia de estudiantes y es probablemente mi mejor amiga aquí en Barcelona. No conozco a mucha gente aún por eso siento la necesidad de apuntarme a todas las actividades posibles, para poder aumentar mi círculo de amistades.

-¿Qué es esto Marilia?

- El coro de la Universidad. Quieren crear un coro y el casting está abierto para cualquier persona que estudie aquí. - Parecía que los ojos de marilia iban a salir disparados de su cabeza de tanta emoción. -Apuntémonos.

-Ui ui... No se yo eh. - Me daba una vergüenza increíble cantar en público.

-Por fa Marta...

-Dios, como te voy a decir que no.

Esa misma tarde nos acercamos hasta el salón de actos del campus. Había unas seis o siete personas en varios grupos.

Una chica alta y con el pelo muy oscuro se nos acercó nada más llegar.

-¡Hola!¿Venís al casting para el coro?

-Si... -contesté

-Genial, yo soy Natalia, encantada ¿vosotras sois?

-Yo soy Marilia y ella es Marta. - Marilia me señaló.

-Pues encantada Marta y Marilia. Estamos escuchando cantar a la gente interesada en unirse al coro de la Universidad. Este proyecto lo hemos puesto en marcha Miki Núñez y yo, ambos somos estudiantes aquí y nos apasiona cantar. - Nos dió un folio a cada una - por favor completar esta ficha con vuestros datos y esperar aquí, enseguida os llamaré para que nos canteis algo - Nos sonrió de nuevo y se dirigió al resto de la gente - A ver por favor... -miró su lista de nombres - ¿Ma...?¿ María Villar?

-Si yo.

Una chica con el pelo rubio larguísimo apareció entre la multitud. Noté mariposas en mi estómago cuando me miró un instante antes de entrar por la puerta. Me pareció tan guapa que hasta que Marilia no me golpeó en el brazo no salí de mi empanada mental.

-Marta, ¿que te pasa?

-¿Qué?

-Siempre estás igual. Te quedas con la boca abierta mirando a la nada y tengo que llamarte siete veces para que despiertes.

-No estaba mirando a la nada.

-¿Ah no?¿Y que mirabas?

-Eh, ... pue-

-¿A la chica que acaba de entrar verdad? - Marilia arqueó las cejas.

-¡¿Qué!? ¡No!

- Me pareció - Marilia sonrió tímidamente mientras se sentaba en el suelo.

Me senté a su lado - No digas tonterías Marilia, tengo novio y le quiero mucho.

-Y yo, pero todas podemos soñar un poco de vez en cuando, y más ahora que estamos a tantos kilómetros de distancia de ellos.

-¿Hola? - Un chico se nos acercó y se agachó delante de nosotras mientras miraba su ficha de información- perdonen que las mosleste, ¿me podrían decir a que se refiere "nacionalidad"

Fruncí el ceño y miré a Marilia - Pues que indiques de dónde eres. - respondí

-Ahh claro, perdonen es que no controlo del todo el idioma. - Nos sonrió agradecido.

-¿No eres de aquí? - Pregunto Marilia con tono desinteresado.

- Bueno llevo mucho tiempo ya viviendo en España, pero nací en Alemania. - explicó mientras se quitaba una guitarra de su espalda y se sentaba en el suelo con nosotras.

-¡Que chachi! - exclamó Marilia - ¿Tu acento me recuerda al Canario?

El chico se rió tímidamente - Justo, ¿y ustedes? - miró a Marilia - apostaría diez euros a que tú vienes de allí abajo también.

Marilia asintió sonriendo - Yo soy de Málaga - sonreí también.

-Ah que bien, ¿y cómo se llaman?

- Yo soy Marta.

- Yo Marilia.

- Encantado,yo me llamo Damion.

Mientras mi mente se volvía a ir de nuevo pensando cuanto me iba a costar aprender su nombre Natalia salió de nuevo para llamar a alguien y se nos acercó. - Marta, Marilia ¿alguna de vosotras quiere pasar?

- Marta va - me empujó.

-¡Genial! - Natalia me cogió de la mano para acabar de levantarme y me arrastró a dentro. - espera por detrás de la cortina a que termine María, la chica que está cantando ahora, puedes subir por aquella escaleras - Me susurró mientras me señalaba unas escaleritas para subir al escenario entre bastidores. - Espera a que te llamemos para salir a cantar.

Hice lo que me mandó Natalia. Depronto escuché:

Yeah, you got that somethin'
I think you'll understand
When I say that somethin'
I want to hold your hand...

María, la chica rubia que había visto antes, estaba terminando de cantar I Want To Hold Your Hand de los Beatles. Y mi mente se empanó de nuevo. Estaba mirándola y era como si brillara en el escenario y lo demás estuviera oscuro. Era hermosa aquella chica.

-¿Hola?

Volví al mundo real y ahí estaba, delante, demasiado cerca de mi cara. Me llevé tal susto que me tropecé con una mochila que había justo detrás de mí y me caí de culo al suelo.

-¡Ala! - se acercó y me ofreció su mano para ayudarme - ¿Estás bien?

Cogí su mano y tiré de ella pero al parecer no fue de gran ayuda. Tiré tan fuerte de ella que cayó encima de mi.

-¡Jesús! - Gritó - ¿pero tú cuánta fuerza tienes?

Miré sus brazos de tatuajes - Bueno yo diría que aquí el problema lo tienes tú. - cogí con mis dedos su brazo.

Ella se quedó mirando como mis dedos agarraban su brazo tan fino y luego recorrió el mío hasta encontrar mis ojos y luego miró mi boca. Me puse roja al instante. -Eh... Eh... ¿qué postura tan comprometedora no? - reí nerviosa

María se levantó y yo también.

-Perdón - Me disculpé.

- No pasa nada. Llevo un día de mierda igualmente. Y para rematarlo creo que nunca había estropeado una canción de la manera en que lo acabo de hacer.

Fruncí el ceño - ¿Qué? ¿pero qué dices? Pero si ha sido perfecto, me había quedado embobada viéndote y  pensando "menuda chica".

Ella levantó las cejas y se formaron arrugas en su frente. A veces soy demasiado sincera cuando hablo y meto la pata hasta el fondo.

-Osea... que menuda voz que tiene... que tiene está chica quería decir.

Sonrió y pasó por mi lado para marcharse pero antes de cerrar la puerta me giré y grité mi nombre -Soy Marta por cierto-

Ella me miró, sonrió y se fue. 

MARTIA/ Tu Dedo En Mi EspaldaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora