La auténtica historia de Zugarramurdi (que da más miedo que la de ficción)Entre 1609 y 1612, docenas de aldeanos murieron a causa de la brujería. Pero no por las artes oscuras de hechiceros, sino por la acusación de sus vecinos
Entre 1609 y 1612, docenas de aldeanos de las regiones que hoy pertenecerían a Navarra y País Vasco murieron a causa de la brujería. Pero, al contrario de lo que la leyenda y el desconocimiento podrían afirmar, no fueron las artes oscuras de hechiceros o brujas lo que acabó con sus vidas: todas ellas fueron víctimas de la justicia, que condujo al ahorcamiento y quema pública de ochenta personas en el Labourd y ocho en Logroño, donde se encontraba el Tribunal de la Inquisición y previamente habían fallecido trece personas en las mazmorras.
¿Qué ocurrió para que en las cuencas del Bidasoa y el Baztán tuviese lugar un proceso de criminalización vecinal y persecución que llegó amarginar sectores enteros de la sociedad? Por una parte, la intervención del monarca francés Henri IV, que acabó con la útil y frecuente solución parroquial de las acusaciones de brujería, que solía concluir de manera pacífica, e impuso la intervención externa de una Comisión contraria a las directrices de la Inquisición, que no creía en brujas, pactos diabólicos y la utilización de castigos.
La nueva situación condujo a "la incomprensión de las nuevas acusaciones del tribunal por parte de los acusados; encierro nocturno de los niños y adolescentes en las iglesias para que no les raptase el diablo; aprovechamiento de ciertos vecinos para dar listas de acusados a niños a trueque de incentivos económicos; amenazas, castigos y torturas de vecinos por otros vecinos para que se autoacusasen", explica el profesor y antropólogo a El Confidencial. "En fin, un querer salvarse cada cual como fuere, aun recurriendo a la delación falsa".
Azurmendi ha expuesto en dos libros, el ensayo Las brujas de Zugarramurdi(Almuzara) y la novela Las maléficas(Hiria) lo acaecido en la aldea navarra y la comarca de Bidasoa durante aquellos años, siguiendo la obra del historiador Julio Caro Baroja y desmintiendo las visiones tópicas que sobre el proceso ha dado la cultura popular, como es el caso de la reciente película de Álex de la Iglesia.
"¿Cree alguien que sea meramente sensato hacer aparecer en su film auna víctima de Zugarramurdi,Graciana de Barrenechea(septuagenaria muerta entre sufrimientos horribles en las mazmorras de Logroño) solazándose en rituales libertarios demoníaco-lúbricos?", se pregunta el escritor. "¿Cree alguien que se premiaría hoy en Europa una película donde a una víctima de Auschwitz se la propusiera como personaje báquico proclamando la excelencia de ser cocinada en el horno junto a millones de compañeros judíos?"
Entre la realidad y el mito
La fecha de inicio de los luctuosos acontecimientos es 1608, cuando los señores de Urtubi-Alzate y Sant Per solicitan ayuda urgente al monarca francés "para limpiar de brujas el país de Labourd" tras un conflicto de facciones en San Juan de Luz. Ese mismo año es creada una Comisión con plenos poderes de represión que haría huir a la población labortana hacia España y una mujer de Zugarramurdi acusa a varias vecinas de brujería, lo que provoca que el abad de Urdax solicite ayuda a la Inquisición. "La aldea quedó partida en dos pues un tercio de ella quedó acusada y lista para pasar a ser llevada ante el tribunal de Logroño", explica Azurmendi.
Si hacían confesar a su chaval que era brujo pero que había sido captado, era perdonado y la familia no tenía nada que temerLos inquisidores Becerra y Valle Alvarado dieron pábulo a la teoría de la brujería y acuñaron el término de aquelarre para nombrar las supuestas reuniones de hechiceros y brujas en el bosque. Un proceso en el que el funcionamiento del tribunal favorecía la delación del vecino: "La manipulación de los niños/adolescentes por los párrocos de Vera de Bidasoa y de Lesaca fue infame; el que esos chavales contasen a sus padres como si fuesen historias verdaderas sus sueños y ensueños nocturnos ponía a los progenitores en el disparadero más terrorífico", explica Azurmendi. "Si hacían confesar a su chaval que era brujo pero que había sido captado por X, el chaval era perdonado y la familia no tenía nada que temer".
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HISTORIAS PERTURBADORAS REALES
ParanormalLes contare historias escalofriantes que pasaron.