Capítulo 3

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  PV Isabelle Lauper

  Mientras me recogía el pelo suavemente no paraba de ver refleja mi dulce sonrisa en aquel espejo, al fin mi sueño se está cumpliendo pensé. Tanto luchar, tanto soñar, tantos días sin poder dormir, comer había valido la pena. Salí del baño lentamente y con suavidad cerré la puerta, en la cama se encontraba mi marido durmiendo, el pobre está muy cansado, nos hemos pegado una semana asegurándonos de que todo está saliendo bien, aunque aún nos queda, todavía falta mucha gente por esclavizar pero al menos ya queda menos y eso me hace sonreír.  Seguidamente salí de la habitación y preparé el desayuno. Más tarde me puse a tomar el sol en mi amplia terraza. Adoraba la sensación de calor en mi cuerpo.

  -Mamá.

Me levante sin más .

  -¿Qué ocurre hija?

  -Nada, solo  que….

  -Di.

  -¿Por qué no estáis en casa últimamente?

  -Veras Sofía, tu padre y yo estamos intentando mejorar el mundo.

  -Ah sí ¿y cómo?

  -Dándoles a todos una vida mejor, una vida sin sufrimiento, sin dolor.

  -Pero mamá eso es fantástico.

Sonreí.

-A que sí.

-Sí.

-Espero que pronto terminemos.

 -Mamá que bonito, os sacrificáis por los demás, es fantástico.

  -Me alegro que te guste.

  -Estoy muy orgullosa de ti, ah y por cierto.

  -Dime.

  -¿Cuándo podré salir de casa?

  -Pronto hija

  -¿Mañana?

  -No, yo te avisaré tranquila.

Su mirada cambió y su sonrisa desapareció, odiaba verla así pero no podía permitir que se enterara de la verdad, no todavía.

PV Jake Lennon

  Ya llevábamos allí una semana y dentro de poco se acabaría la comida buena como los helados, el chocolate…. Y dentro de poco solo quedará el huerto del abuelo para alimentarnos. Yo estaba cansado de estar allí siempre encerrado y deseaba con todas mis fuerzas salir de allí, no podíamos estar toda la vida allí escondidos, cualquier día nos encontrarán y entonces todo estará perdido. Ni mi padre, ni mis abuelos saben qué hacer y eso me asusta. Si no hacemos algo pronto perderemos nuestra vida para siempre. Por eso desde hace tres días subo a la habitación de mi madre para poder disfrutar de ella, por si un día la olvido saber que al menos estuve durante mucho tiempo donde estuvo. Allí suelo llorar y aprovecho a perderme en mis recuerdos, donde ella siempre se encuentra con una dulce sonrisa. No quiero olvidarla, no quiero que muera de nuevo porque en ellos está viva.

  Mientras ayudaba a mi abuela a preparar la mesa mi padre, mi abuelo y mi hermano Sam entraron muy nerviosos.

  -¿Qué ocurre?- Dijo mi abuela.

  El abuelo se sentó.

  -Va todo bien- Dije.

  -¡No!. Gritó mi padre golpeando la mesa.

  -¿Qué ocurre?- Dijo la abuela temblando.

Sam me miraba aterrado.

  -Han venido- Contestó el abuelo.

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⏰ Última actualización: Aug 14, 2014 ⏰

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