La vida de Loan Loud (Fanfic +18)

29. Moralmente incorrecto

Lincoln se había puesto nervioso al escuchar la pregunta de Loan.
- ¿Acaso se había enamorado de algún chico que conoció en internet? - se preguntó mientras ella lo seguía mirando fijamente.

No sabía exactamente como responder, pero tampoco podía quedarse en silencio, asi que solamente respondió lo primero que pasó por su cabeza:

- Bueno... la verdad es que... pasó hace tanto que ya olvidé como se sentía estar enamorado - contestó mientras se reía nervioso.

- P-pero entonces, ¿Cómo fué que tú y mamá supieron que estaban enamorados? ' preguntó con extrañeza.

- Bueno, la verdad es que con tu madre, no fué amor a primera vista. Pasaron mucho años hasta que... ambos nos dimos cuenta que nos amabamos.

Loan se dió cuenta que el semblante de su padre decaía conforme avanzaba la conversación.
A ella tampoco le gustaba tocar el tema de su madre, pero sabía que esta era la única ocasión donde podría resolver sus dudas, a solas con su padre.

Al pensar en eso, Loan recordó lo que había ocurrido con sus hermanas Liena, Lupa y Lemy.
Era un tema muy delicado que debía resolver de alguna forma, asi que, tratando de ocultar su nerviosismo, le preguntó nuevamente a su padre:

- Papá... quería saber otra cosa... si por ejemplo, yo le dijiera "Te quiero" a una de mis hermanas, ¿eso es amor?

- ¿Eh? Bueno... si es amor, pero de diferente manera - Respondió - Es normal que quieras a tus hermanas o a tus padres porque ellos son tu familia, pero entre querer y amar a alguien, existe una gran diferencia.

- ¿Y cuál es? - preguntó Loan.

- Pues, amor es ver todas las cualidades y defectos de aquella persona especial y aún así, querer pasar toda tu vida junto a él.

Loan se había quedado muy confundida ante esa explicación:

- Pero, en ese caso... ¿Qué pasaría por ejemplo... si dos hermanos... si ambos se aman? Me refiero a que se besen y tengan... sexo... ¿Eso es algo normal?

- Ehhmm... sobre eso... verás, la gente tiende a ser muy crítica ante las relaciones de hermanos.
Siempre los tildan de inmorales y degenerados, esl es debido a que el incesto no es algo natural ni está permitido...
Los hermanos deben cuidarse entre sí... están para apoyarse... no para tener sexo entre ellos...

En medio de esa explicación, Lincoln se empezó a sentir muy mal: su tez palidecía y comenzó a sentir náuseas.

Loan se acercó a él para sobarle la espalda, intentando reconfortarlo:

- ¿Papá..? ¿Qué te ocurre? ¿te sientes bien? - preguntó preocupada.

- ...Si, Loan... solo... necesito ir al baño... no te preocupes.

Era tanto el malestar que Lincoln se puso la mano en la boca y salió corriendo del cuarto, en dirección al baño.

Loan se había quedado muy preocupada por lo ocurrido.

Mientras esperaba que su padre regresara, se quedó observando a Lulú dormir. A pesar de todo ese ruido, ni siquiera se había despertado.

Después de unos cinco minutos esperando, Loan empezó a tener  sueño. Sin más que hacer, se fué a acostar y se cubrió con las enormes frazadas de la cama.

Al pensar en todo lo que su padre le había dicho, solo pudo sacar dos cosas en limpio:

- Está bien querer a tus hermanos y a tus padres.

- El incesto no está permitido.

Cuando cerró sus ojos, Loan sintió un aroma del que no se había percatado hasta ahora: era el aroma de su padre, el cual estaba impregnado en toda la cama.
El solo sentirlo, hizo que Loan se sentiera muy agitada...

Tomó el cojin que estaba ocupando y lo abrazó fuertemente, ya que también olia como a su padre.

Después de todo este mal día que había tenido Loan, finalmente estaba felíz...

Por otra parte, Lincoln se había encerrado en el baño, vomitando en el lavamanos y gritándose frente al espejo:

- ¡Eres un maldito cínico! ¿¡Cómo puedes hablarle de esas cosas a tu hija!? ¿¡No tienes ni una pizca de decencia!?

Lincoln siempre creyó que la situación de Loan era culpa suya, ya que nunca pasaba el suficiente tiempo con ella.
Ahora que estaban finalmente los dos, no hacía nada más que mentirle.
Esto le provocó un asco enorme.

Lavó su cara y se miró una vez más en el espejo:

- ... no merezco ser padre... lo sabía desde hace veintiún años... pero aún así, quise intentarlo...
Quise volver a recuperar lo que perdí... pero creo que ya no importa... todo se acabará.

Lincoln se lavó la cara una vez más y comenzó a limpiar el desastre que dejó en el baño,
Lavando con cloro el lavamanos y dejando todo reluciente.
Luego, cepilló sus dientes y se enjuagó con mucho cuidado. No quería que Loan se percatára de lo que le había ocurrido...

Al terminar, se dirigió a su habitación, esperando encontrar a la pequeña Loan durmiendo.