La vida de Loan Loud (Fanfic +18)

09. Cuerpo sano, Mente sana

Al cabo de un par de horas, Loan se había despertado, semi desnuda y con el cuerpo transpirado.

Lo primero que hizo fué ver la hora del reloj; eran ya las once y media.
Esto la hizo reaccionar de un salto.
Se sacó rapidamente los pantalones y la ropa interior que habían quedado manchados.
En su cajón solo le quedaba un par de pantalones y unas bragas ya que la ropa aún no había sido lavada y aún quedaban cosas que hacer en la casa. Dormirse solo hizo que se atrasara en su horario.

Se limpió con un pañito humedo las piernas y se vistió rapidamente para continuar con sus labores restantes. Aún debía limpiar el living, la cocina, ordenar el pasillo y las habitaciones de cada una de sus hermanas.

No quiso entrar al baño, ya que aún estaba aquel espejo trizado, por lo que se secó con la toalla que usó en la mañana.
Luego de esto, se puso manos a la obra.

Ordenar el pasillo y el living fue relativamente fácil, pero en la cocina aún estaba el plato trizado.
Lo que hizo Loan fué cerrar los ojos mientras recogía los trozos lo más rapido posible, idea que no fué la mejor ya que por las prisas, terminó cortandose el dedo. Ahora habia un plato roto y sangre en el piso.

Al tocarse los bolsillos encontró un curita para su dedo. No era la primera vez que se cortaba asi que estaba preparada.
Limpió el suelo con papel de cocina y envolvió los pedazos rotos para que nadie más se cortara. Luego los botó a la basura.

Hecho esto, solo debía subir a hacer los cuartos de las chicas:

El cuarto de Liena y Lyra estaba siempre ordenado, asi que no hacia falta limpiar.
En el de Liby y Lacy habian muchos objetos deportivos por todos lados. Leia y Lizy por su parte tenían poco desorden entre ropa y peluches.

En el cuarto de Lincoln y Lulú nadie debía entrar, ni siquiera ella lo hacía por respeto a su padre.
Solo quedaba una habitación por ordenar; la habitación de Lupa y Lemy.

Preparada para lo peor, se armó con la escoba, la pala y el trapeador para adentrarse a lo desconocido.

Ya eran la una veintiseis de la tarde.

Primero partió limpiando bajo las camas. Lupa era un poco más ordenada que Lemy, asi que no habia mucho desorden de parte de ella, pero no pudo decir lo mismo de su hermano.
Donde revisaba encontraba ropa sucia, bolas de papel y además revistas desordenadas.

Loan tomó una revista que quedo abierta. Al mirarla, su cara se enrojecía por la gran cantidad de poses explicitas que mostraban cada una de las paginas de esta.
Reunió todas las demás revista que encontró y las amarró con una cuerda para confiscarselas:

- Por eso Lupa estaba tan molesta con Lemy, todas las chicas de aqui tienen unos pechos enormes - pensaba Loan. Sacó la mirada de la revista y miró su propio pecho - acaso Lemy me habrá visto con esos ojos alguna vez...? - se preguntaba Loan, quien ya empezaba a preocuparse por esta situación.

En su mente se enredaron aún más sus pensamientos: las miradas de sus compañeros de secundaria, las palabras de Lupa y lo que le dijo Liena sobre su figura:

- Acaso todo lo que estaba pasando... es por mi culpa? - pensó Loan.

- claro que es tu culpa! Lupa y Leina solo quieren tener un cuerpo como el tuyo! - dijo una voz conocida.

Loan sabía dequien se trataba, pero algo andaba mal:

- Donde estas!? No hay nada reflejante aquí. - preguntó Loan entre exaltación y miedo, mientras miraba en todas direcciones.

- eso ya no me detiene más. Te lo dije, siempre voy a estar contigo, aunque solo escuches mi voz - dijo la chica rubia.

- No! Callate por favor! No quiero que me hables!!! - gritó mientras caía de rodillas al suelo, tapandose los oidos.

Por un momento, todo habia vuelto a la normalidad. Solo se escuchaba el silencio. Esto habia puesto muy felíz a Loan.

Finalmente podía continuar con la limpieza.
Terminó de arreglar las camas de Lemy y Luan, dobló su ropa limpia, dejó la ventana abierta y salió del cuarto.

Las labores de la casa al fin estaban listas. Solo le faltaba una por hacer, pero era la más dificil para Loan: Lavar la ropa.