Bird Set Free.

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Él esta roto.

Él esta solo.

El esta destrozado.

Él tiene miedo.

Pero nadie lo sabe.

Ni su padre.

Ni sus amigos.

Ni su manada.

(...)

El chico lleno de lunares se encontraba postrado en la cama. Sentía como todos aquellos sentimientos querían salir y dar aparición, pero él no los dejo.

Harto de sentirse acorralado por este mundo se levanto. 

—¿Stiles?—preguntó su padre al oír sus pasos bajar las escaleras.—¿Vas a salir?—Stiles lo miro. Analizo su cara y sus gestos. Dos bolsas negras se dibujaban debajo de sus ojos, sus hombros estaban caídos y las arrugas en su cara cada vez se distinguían más.

—Si.—afirmó.—Voy... Voy a ir al bosque a despegar un poco mi mente.—tomó su chamarra y se la coloco. Miró a su padre quien ya lo miraba con curiosidad, él le sonrió para tranquilizarlo.—No tardare mucho.—y con eso salió de casa.

El camino de su casa al bosque no era muy largo, así que se decidió ir caminando.

El silencio volaba a su alrededor, y lo sofocaba.

Él odia el silencio. Lo detesta.

Sus sentimientos golpeaban furiosos su cuerpo. Querían salir. Tanto tiempo siendo callados y escondidos en el fondo...

No importaba como se expresara. 

Ellos querían salir.

Stiles hizo lo que más sabe hacer para expresarse.

Cantar.

Alas recortadas, era una cosa rota.—su melodiosa voz salio.— Tenía voz, tenía voz—la gente lo miraba pasar.—, pero no podía cantar.—el cielo se comenzó a nublar.— Me derribarías.—sus sentimientos confusos vieron la forma de colarse entre la luz y salir.— Luché en el suelo, oh.—el viento meció su cabello.— Tan perdido, la linea había sido cruzada.—metió sus frías manos en los bolsillos de su chamarra.— Tenía voz, tenía voz, pero no podía hablar.—las personas que pasaban a su lado quedaban impresionadas ante el dulce cantar del niño.— Me retuviste.—los recuerdos llegaron a él como tormenta.— Lucho para volver a volar ahora, oh.—recordó el como sentía que ya no podía más.— Pero hay un grito en nuestro interior que todos tratamos de ocultar.—recordó el como rezo para siempre tener un poco de fuerza para seguir.— Nos aferramos tan fuerte—un poco de esperanza, un poco de soporte.—, no lo podemos negar.—las letras salían de su boca como canciones.— Nos come vivos, oh—su vida corrompida y los sentimientos negados eran plasmados en palabras.—, nos come vivos, oh.—varias personas grababan torpemente al chico.— Si, hay un grito en nuestro interior que todos tratamos de ocultar.—el niño se desplazaba con agilidad entre las personas.— Nos aferramos tan fuerte—él quería que la gente lo viera, que la gente lo notara,—, pero no quiero morir, no.—quería que supieran su historia...— No quiero morir—entre más cerca del bosque estaba, más seguro se sentía.— No quiero morir.—su suave andar paso a ser un violento correr.— Y no me importa si canto fuera de tono.—su cantar era más violento.— Me encontré a mi mismo en mis melodías.— él corría por el bosque, él se sentía en el.— Yo canto por amor, yo canto por mí.—corría el riesgo que la manada lo encontrara.— Grito como un pájaro al ser liberado.—pero a él ya no le importaba.— No, a mí no me importa si desafino.—él ya no era capaz de expresarse con letras.— Me encontré a mi mismo en mis melodías.—él podía hablar durante horas, y aún así no es capaz de decir lo que siente el realidad.— Canto por amor, canto por mí.—en cambio, encontró su forma de expresarse en las canciones.— Voy a gritarlo como un ave en libertad.—las hojas secas se partían al ser pisadas violentamente por la suela de las Converse de Stiles.— Oh, oh, oh.—la dulce voz del ángel perdido sonó por todo el bosque.— Voy a gritarlo como un ave en libertad.—el aire frío golpeaba sin piedad la cara del chico, pues él corría sintiéndose libre.— Oh, oh, oh.—esquivaba los árboles que se le cruzaban y saltaba por los baches.— Voy a grítalo como un ave en libertad.—alzó la vista hacia el cielo y sonrió.— Ahora vuelo, alcanzo las notas altas.—"Gracias, mamá." agradeció mentalmente.— Tengo voz, tengo voz—los animales, nuevamente, sintieron curiosidad por él.—, óyeme rugir esta noche.—corrió más fuerte.— Me retuviste. Pero luché en voz alta, oh.—se detuvo violentamente.— Pero hay un grito en nuestro interior que todos tratamos de ocultar.—cantó sonriendo.— Nos aferramos tan fuerte—vio el árbol y lo recordó.—, no lo podemos negar.—con delicadeza comenzó a escalarlo.— Nos come vivos, oh—un pie resbalo por la corteza, con fuerza se agarro al árbol, causando un raspón en su muñeca.—, nos come vivos, oh.—aún con una sonrisa, termino de escalar.— Si, hay un grito en nuestro interior que todos tratamos de ocultar.—con cansancio se sentó en una rama lo suficientemente gruesa como para soportar su peso.— Nos aferramos tan fuerte—con una sonrisa vio todo el paisaje.—, pero no quiero morir, no.—levanto su mano hacia el cielo.—No quiero morir—con delicadeza se paro sobre la rama.—, no quiero morir.—levanto su vista y admiro el cielo.— Y no me importa si canto fuera de tono.—se volvió a sentar y se inclino.— Me encontré a mi mismo en mis melodías.—cerro los ojos y disfruto del fresco viento.— Canto por amor, canto por mí.—una lágrima silenciosa resbalo por su mejilla.— Grito como un pájaro al ser liberado.—cantó con tristeza.— No, a mí no me importa si desafino.—con agilidad bajo del árbol.— Me encontré en mis melodías.—una ráfaga de viento movió violentamente el cabello del chico— Yo canto por amor, canto por mí.—sus castaños ojos brillaron con intensidad.— Voy a gritarlo como un ave en libertad.—sus sentimientos encontrados comenzaron a desaparecer, al menor por ese momento.— Oh, oh, oh.—sus pies comenzaron a moverse.— Voy a gritarlo como un ave en libertad.—corría sin destino alguno, sin dirección concreta.— Oh, oh, oh.—corrió hasta que se canso.— Voy a gritarlo como ave en libertad.—paro y admiro el lugar.— Oh, oh, oh.—sonrío mirando al cielo.— Voy a gritarlo como un ave en libertad.—camino lentamente por la orilla del río cristalino.— Oh, oh, oh.—acaricio con delicadeza el cristal.— Voy a gritarlo como un ave en libertad.—cerro los ojos centrando toda su magia en el.— Oh, oh, oh.—al volver abrirlos vio como en el cristal ahora se reflejaban los recuerdos de él junto a su madre.— Voy a gritarlo como un ave en libertad...

Fin del capítulo.

S.S.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora