—¡Stiles!—grito Scott histérico.—¡¿Por qué mierda estas aquí?!—preguntó claramente enfadado y preocupado, se suponía que él no debía estar ahí, no en esta pelea.
— Tranquilo, Scotty—lo tranquilizo con una sonrisa.—, lo tengo todo bajo control.—con lentitud cruzo la linea de ceniza que impedía que cualquier sobrenatural saliera.
La tensión en el aire se hizo más fuerte, sofocando levemente al humano.
Su manada lo miraba preocupados mientras peleaban. Tenían miedo de que algo le pasara.
Con calma se poso en el medio de la habitación.
—¿Qué tenemos aquí?—preguntó con burla uno de los enemigos.— Un humano, que maravilla.—se respondió a si mismo al oler el aroma del chico.
— No te acerques a él.—le advirtió con frialdad Scott, sus ojos ahora brillaban de color rojo y su cara estaba totalmente transformada.
— Mmmm.—canturreó con gracias.— ¿Quién me lo va impedir?—preguntó con una sonrisa labia.— ¿Tu?—Scott miro como el enemigo se echaba a reír, como si le hubieran contado el chiste más gracioso del mundo.
Scott trato de llegar a él y matarlo, sin embargo algo o más dicho alguien se lo impidió.
—¿A dónde crees que vas, lobito?—preguntó la chica.— Si aún no he terminado contigo.—con fuerza lo tomo del brazo y lo lanzo contra la pared, provocando que se rompiera a causa se la fuerza.
Con miedo, la manada miro como el enemigo corrió hacia Stiles, pero antes de que sus garras pidieran sí quiera clavarse, Stiles canto.
— Y otro más muerde el polvo.—el chico alzo las manos en dirección del enemigo.— ¿Por qué no puedo conquistar el amor?—una fuerza causo que el vampiro chocara.— Y puede que haya pensado que eramos uno.—una oleada de depresión, amor no correspondido y dolor inundo al ser frente Stiles.— Quise pelear en esta guerra sin armas.—el vampiro cayó al suelo agarrando su pecho, más donde esta el corazón.— Y lo quise tanto, tanto.—las lágrimas no tardaron en salir por su pálida cara.— Pero habían demasiadas banderas rojas.—la manada de inmediato reconoció esa voz.— Y ahora otro más muerde el polvo.—el niño bajo las manos.— Seamos claros, no confiaré en nadie.—con paso lento camino hacia la persona en el piso.— Tú no me has quebrado...—Stiles miro por el rabillo de su ojo a Derek.— Aún sigo peleando por paz.—la chica que antes peleaba con Scott corrió hacia el humano.— Tengo una piel gruesa.—los castaños cabellos del chico se movieron con brusquedad.— Y un corazón elástico.—la magia corrió por sus venas hasta salir.— Pero tu espada puede ser demasiado fuerte.—la chica se detuvo de golpe y cayo de rodillas al suelo.— Puedo ser como una banda de goma hasta que tiras demasiado.—los sollozos salieron de sus labios.— Puedo golpear y moverme rápido.—el vampiro lo miro con lágrimas.
—¡Para!—grito desesperado.
—Pero tú no me veras caer.—las heridas y el dolor de la manda desapareció.— Porque tengo un corazón elástico.—impresionados miraron a su amigo.— Tengo un corazón elástico...—él los miro con una sonrisa.— Si, tengo un corazón elástico.—los demás enemigos furiosos se lanzaron a la manda.— Y me quedare despierto en la noche.—con magia, Stiles comenzó a ascender.— Seamos claros, no cerrare mis ojos.—con las manos extendidas ilumino el lugar.— Y sé que puedo sobrevivir.—miró a cada uno de sus amigos.— Caminaré cobre el fuego para salvar mi vida.—miró de nuevo a los dos enemigos que estaban en el suelo llorando.— Y quiero, quiero mi vida tanto.—con delicadeza descendió.— Estoy haciendo todo lo que puedo.—camino hacia ellos.
—¿Qu...qué es esto?—preguntó con dificultad la chica.
— Y luego otro más muerde el polvo.—cantó al sentir como uno de los enemigos moría.— En difícil perder a un elegido.—"Lo que sienten, es todo mi dolor." Resonó la voz del niño en sus cabezas.— Tú no me has quebrado.—asombrados miraron al niño, quien se giro de vuelta a la pelea.— Aún sigo peleando por la paz...—miró a su amor.— Tengo una piel gruesa—varias heridas en su cuerpo no curaban.—, y un corazón elástico.—con magia rodeo sus heridas.— Pero tu espada puede ser demasiado fuerte.—sus heridas sanaron rápidamente y el dolor desapareció.— Puedo ser como una banda de goma hasta que tiras demasiado.—Derek lo miro agradecido, para volver a pelear.— Puedo golpear y moverme rápido.—los sollozos pararon.— Pero tú no me veras caer.—Stiles los miro.— Porque tengo un corazón elástico.—ellos estaban muertos.— Oh, oh, oh, oh.—murieron de dolor.— Tengo una piel gruesa y un corazón elástico.—camino hacia el gran balcón.— Pero tu espada puede ser demasiado fuerte.—la suave brisa acaricio su cara mientras ponía sus manos en el barandal de piedra.— Puedo ser como una banda de goma hasta que tiras demasiado.—los rugidos de su manada se oían por todo el lugar.— Puedo golpear y moverme rápido.—la manada acabo con todos.— Pero tú no me veras caer.—a pesar de ya no necesitarlo, Stiles los curaba más rápido con su magia.— Porque tengo un corazón elástico.—el primero en aparecer fue Derek.— Tengo una piel gruesa—el castaño se giro y le sonrío.—, y un corazón elástico.—cerro los ojos recargándose en el barandal de piedra.— Pero tu espada puede ser demasiado fuerte.—abrió los ojos al sentir más personas.— Puedo ser como una banda de goma hasta que tiras demasiado.—sin embargo, él seguía mirando a Derek.— Puedo golpear y moverme rápido.—ahora dirijo su mirada al cielo.— Pero tú no me veras caer...—su delicada voz alegraba a la Luna.— Porque tengo un corazón elástico.—Derek se acerco.— Tengo un corazón elástico...—finalizo.
Derek se detuvo frente a él.
— Eras tu.—susurro. Stiles lo miro con una sonrisa.— Él que nos salvo aquel día... Eras tu.—dijo sorprendido.
—Sip. Fui yo.—afirmo mirándolo con cariño.
—Pero, ¿cómo...?—preguntó confundido Scott.
— Todo a su tiempo, Scotty, todo a su tiempo.—finalizo Stiles.
Fin del capítulo.
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S.S.
RastgeleLas cosas cambian, y así como las personas cambian, también en algún punto de la historia los papeles cambian, la pregunta es: ¿estarán listos para el cambio?