Solamente tú (Suerte #1.5)

(parte 9)

Penúltimo capítulo
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Para cuando Aron se dio cuenta ya habían pasado casí cuatro meses de relación y cualquiera diría que en algún momento Aron perdería la ilusión  con respecto a Scott. Pero eso no paso y dudaba que llegara a pasar en un día cercano. Cada día descubría una faceta más de su chico de ojos azulados y cada día se enamoraba de manera distinta de él.

Aron adoraba al Scott tranquilo, al juguetón, al travieso, al romántico, al serio...pero si había un Scott que adoraba con locura era al celoso y eso lo descubrió una tarde gracias a un accidente.

*

Como era usual, Aron y Scott solían salir a pasear ellos solos cuando a Daemon le tocaba trabajar en el taller. Esas tardes las tomaban como citas. Al rubio le encantaban porque a pesar de que nunca planeban nada, siempre terminaban pasandósela muy bien. Y aquel día decidieron caminar por el centro de la ciudad observando las tiendas mientras caminaban tomados de la mano.

—Oye muñequito, ayudame a escoger un regalo para Linda. La proxima semana es su cumpleaños y no tengo ni jodida idea de que darle— comentó Scott mientras se paraban frente a una boutique de ropa femenina.

—¿Cómo no vas a saberlo, es tu hermana?

—Lo sé, pero es que ella es tan rara...—El más alto frunció el ceño— El año pasado le regale un portarretrato y creo que no le gusto.

—Hay Scott, es que los portarretratos son regalos pasados de moda. —Aron entrelazo su brazo con el de Scott y lo jaló hacia la tienda. —Entremos y veamos que podemos encontrar.

La boutique era enorme y tenía tanta ropa que Scott empezaba a sentirse mareado. Recordo que cuando era pequeño, su mamá y Linda solían arrastrarlo cuando iba de compras y pasaba horas sentado en un banco esperando a que ellas terminarán de probarse una cantidad de ropa insana y al final no compraban nada. Eran recuerdos un poco traumáticos.

—Sabes, es una suerte que seas un chico y no te guste ir de compras— Dijo Scott mintras revisaba una percha de blusas con estampados extraños.

—Creí que habiamos dejado los prejuicisos y esteriotipos de lado, bombón. Además que sea chico no significa que odie las compras.

Aron tomo un vestido en color rosa pálido y lo pego contra su cuerpo viéndose en un espejo cercano. Hizo una mueca al darse cuenta que como había dejado crecer considerablemente su cabello, con aquel vestido lucia casí como una chica.

—Al menos sería una chica hermosa— se dijo a si mismo mientras se paraba en una pose más sugerente y le lanzaba un beso al espejo — Divina...

—No solo divina, hermosisima. —Dijo alguien a su lado y eso provocó que Aron saltara del susto, pues ni siquiera estando frente al espejo se dio cuenta de que el desconocido se había acercado. —Realmente te verias bien en ese vestido.

El tipo aparentaba unos veintitantos, alto de cabello oscuro y ojos pardos. Era guapo de una manera clásica y tenía una barba estilizada que le daba un toque de elegancia. Sin embargo a Aron no le gusto la forma en la que el tipo lo estaba viendo.

—Para que lo sepas, soy un chico— espetó el rubio alejándose del tipo y colocando el Vestido en su lugar.

—Lo noté— el tipo se rió de medio lado y paseó su vista sobre el cuerpo de Aron con descaro. —Un chico muy bonito diría yo.

—Umm, gracias supongo. —Hizo su mejor cara de desinteres y se dio la vuelta para volver junto a Scott quien estaba más allá revisando las chaquetas de mezclilla.