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No entendía cómo era posible lo que le estaba sucediendo. ¿Cómo una persona podía llegar a gustarle tanto en tan poco tiempo? Había conocido a Jungkook solo tres semanas atrás y ahora éste parecía ocupar el total de sus pensamientos; en clases pensaba en él, mientras jugaba videojuegos pensaba en él, incluso en sus clases de teatro pensaba en Jungkook. Aunque no quisiera, el menor parecía encontrar la forma de aparecer en su mente.

Era enamoradizo, eso no podía negarlo. Miles de veces había suspirado por otros, pero sabía que esta vez era diferente. Él mismo se sentía diferente.

Por esa razón iba a hacer lo imposible para poder acercarse al castaño. Contaba con la ayuda de Jimin, pero sabía que eso no sería suficiente, él también tendría que hacer algo.

En cada almuerzo que compartía con los otros chicos, Taehyung buscaba sentarse cerca del menor para así poder entablar una conversación. Pero sus intentos rara vez funcionaban, el menor contestaba con monosílabos a sus preguntas o simplemente lo ignoraba, no entendía qué era lo que estaba haciendo mal ¿No le agradaba a Jungkook? El castaño parecía no tener problema al hablarle al resto de los chicos del grupo, Taehyung oía al menor debatir con Namjoon sobre cualquier cosa, lo veía riéndose y siendo cariñoso con su mejor amigo... incluso junto a Jimin se lo notaba más cómodo. ¿Qué era lo que estaba mal en él?

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Al finalizar las reuniones del club de matemáticas, Jimin y Jungkook acompañaban a Namjoon a la biblioteca de la ciudad. La sed de conocimiento del mayor no era algo que pasase desapercibido, incluso antes de hacerse cercano a él, Jimin había notado que el de cabello naranja no era sólo inteligente, sino también curioso.

En el momento previo a entrar a la biblioteca, se lo podía notar extraño, casi nervioso, y era eso lo que en ambos menores levantaba sospechas ¿Qué era lo que traía a su amigo de esa forma?

Una vez que Namjoon se despedía de ellos, ambos se dirigían hacia una cafetería en donde se sentaban por horas a hacer tareas. O eso decían.

Los primeros minutos, mientras esperaban sus pedidos, tanto Jungkook como Jimin parecían concentrarse en sus apuntes, resolvían algún que otro ejercicio o contestaban preguntas de sus guías. Pero era cuestión que alguno de ellos dijese algo en voz alta para que todo lo relacionado con la escuela pasase a segundo plano y comenzaran a hablar de cualquier cosa.

Aunque en un principio Jimin solo había visto la invitación de Namjoon como una oportunidad para llevar a cabo el plan que tenía con Taehyung, con el paso de los días se dió cuenta de que disfrutaba demasiado de la compañía de Jungkook e incluso se había acostumbrado a estar junto a él. Cada vez que tenía la oportunidad buscaba a Jungkook, ya sea para hablar, bromear o disfrutar durante un rato de su compañía.

Cuando el timbre que señalaba el comienzo del receso sonaba, Jimin se dirigía al aula del menor seguido por Taehyung, el cual no ponía resistencia, ya que veía cada momento como oportuno para estar con el chico de sus sueños.

A ellos se les sumaban Yoongi y Namjoon, y de esa forma, los cinco pasaban el rato conversando.

Jimin y Jungkook parecían ser cada vez más cercanos, muchas veces solían quedar después de clases e incluso en varias oportunidades habían ido a cenar a la casa del otro. Y aunque eso en un principio fue visto con buenos ojos por Taehyung, con el paso de los días fue cambiando.

Se encontraban almorzando los cinco como era costumbre. Jungkook sentado entre Jimin y Yoongi parecía no prestar atención a otra cosa que no fuese el relato de su mejor amigo sobre una de sus clases de música.

We need to talk  - | taekook |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora