Daisy
Comía mis cereales mientras observaba como el reloj colgado en la pared marcaba las 14:15, y si, estaba desayunando en plena tarde, ansiosa porque los minutos pasen aún más rápido.
El collar de Bev estaba colgando de mi cuello, ahora encima de una camiseta blanca que destacaba aún más el dorado de la letra que brillaba en su resplandor. El dorado es un lindo color, pero definitivamente no uno de mis favoritos. Ese puesto lo tenía el rojo, sólo porque hacía destacar mis labios de una forma que nada más podía hacerlo.
¿Yo con un labial dorado? Me haría aún más pálida de lo que ya soy.
—¿No hubiera sido mejor que luego de desayunar te coloques el labial?— habló Kel, logrando que aparte mi mirada del reloj, donde la mantenía fija, sólo para ahora posarla en él con desagrado.
Levanté una de mis cejas— ¿Acaso importa?
Él sólo asintió, mirando a su plato de cereales y revolviéndolos, entendiendo que no quería hablar ahora. Ni con él, ni con mamá que estaba en medio de ambos.
Lleve mis dos manos a la mesa, apartándome de ella junto a la silla. Tomé mi plato, dejándolo en el fregadero para huir rápido hacia mí habitación sin querer aumentar más la tensión. Tampoco iba a ser yo la que me disculpara para que eso se terminé.
Cerré la puerta una vez dentro de mi espacio, y caminé hacia un pequeño escritorio que tenía allí, para cuando comenzará la escuela. Si es que permanecíamos para ese entonces, quizás mamá se aburría o terminaba con Kel y debíamos marcharnos. Eso apestaba.
¿Que debo saber de ti, Bev? Comencé a escribir en un papel perfumado, mientras masticaba una goma de mascar que encontré a un lado de mis papeles. Realmente me estaba tomando en serio el ser esa persona con la que ella conecte.
¿Tu color favorito?
¿Tu película favorita?
¿Alguna anécdota graciosa que te haya ocurrido?
Me quedé pensando en que más preguntar... ¿Que era lo esencial que debía saber?
¿Algo personal que quisieras compartir solamente conmigo? Seré una tumba, lo juró.
Tener amigas no era una tarea fácil ahora que lo pienso, aunque, de todas formas no me arrepentía de entablar la amistad con Bev.
Mordí mi labio apunto de escribir otra cosa, cuando el timbre de la entrada resonó por toda la casa. Miré alarmada el reloj y marcaba las 14:48. No había pasado mucho de que había comenzado a escribir la carta hacia Bev, y aún era temprano para que... Richie pasará por mí.
Un revoltijo en mi abdomen se hizo presente, manteniéndome igual de ansiosa que hace unos minutos.
Me levanté caminando fuera de la habitación, sólo para quedarme en el comienzo de las escaleras, expectante a ver quien era, ya que no solemos recibir visitas.
Mamá se acercó a abrir la puerta y pronto la claridad entró, mientras dejaba ver la figura de... ¡¿Un niño con gafas?! ¡¿que hacia Richie aquí?! Aún era demasiado temprano. Bueno, diez minutos temprano.
Bajé las escaleras rápido y aparte a mi mamá bruscamente. Richie me miró sorprendido pero sólo rodé los ojos hacia su expresión.
—¿Que haces aquí?— pregunté, saliendo de la casa y percatándome de cerrar la puerta así mi madre no podía escuchar nada.
—Nuestra salida a los vídeo juegos— susurró— ¿Lo olvidaste?
—Claro que no— suspire— Sólo que..— trague saliva bajo su mirada— Pensé que sería a las 15:00. Ni siquiera me he cambiado.
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bubblegum ; richie tozier
Fanfic"... acercame a ti, y besame fuerte haré estallar tu corazon de chicle" n/a: no todo va estar basado en el libro/pelicula. ¡espero que lo disfrutes! ••• fecha de creación: 27/12/2017 .