bubblegum ; richie tozier

16. are you ready for it? pt II [nuevo]

                               [sólo losers club]

                   La mamá de Eddie había tenido suficiente, tanto por ella como por su hijo. Nunca le había agradado aquellos niños y esa tarde se los hizo saber sin ningún pelo en su lengua. Ahora su pequeño Eddie permanecerá junto a ella, y nada cambiará aquello. O eso pensaba mientras regañaba a su hijo de camino al hospital.

Bill a pesar de aquello, se mantenía con la idea de volver allí, y no pudo evitar expresarlo en cuanto el auto se alejó lo suficiente como para no escuchar lo descompuesto que este se encontraba.

—Ya vi el pozo— comenzó, ansioso por poder acabar con todo de una vez— s-s-sabemos dónde está y la próxima i-iremos preparados.

—¡No!— gritó Richie, sin poder contenerse más.— ¡¿No te das cuenta que lo único que haces es ponernos en un peligro constante?!— El resto de los chicos observaban la escena sin comprender del todo.

Ninguno de los que entraron habían dicho palabra alguna sobre lo ocurrido adentro. Se limitaron a ayudar a Eddie, sin expresar ni siquiera una mueca en sus rostros.

—N-no sabes lo que dices, R-richie, ¡Pod-demos acabar con e-esto!— intentó apaciguar Bill, nervioso de que se nieguen estando tan cerca.

—No habrá más Bill— aseguró el de gafas— ¡Daisy está loca! ¡Y no podemos entrar a su casa sin que ella se de cuenta!

—¿A que se refiere?— intervino Beverly, al escuchar el nombre de su amiga.

Había pasado los últimos momentos rogando por alguna noticia de ella que pudiera aliviar la angustia que sentía en dentro.

—Hay que enfrentar los hechos, el mundo real— siguió, ignorando la pregunta repentina de Beverly.— Murió Georgie, y Daisy ya no es parte de nosotros. ¡Casi mata a Eddie! No hagas que nos maten a nosotros también.— término Richie, dirigiéndose a Bill, que se limitaba a morder su labio en un intento para controlarse.

El de gafas avanzó con intención de marcharse pero Bill lo detuvo de inmediato.

—¡G-georgie no está muerto! ¡Retractate!— se apresuró a decir.

—No pudiste salvarlo, pero puedes salvarte a ti— murmuró cerca de él, pero eso sólo empeoraba el sentimiento de impotencia que invadía a Bill.

—¡Disculpate!— exigió con enfado— ¡Estas asustado igual que todos! ¡Pero disculpate!— empujo al de gafas presionándolo aun más. Bill no podía pensar con claridad, sólo sentía que todo esté tema se le estaba yendo de las manos cuando pensaba que tenía todo controlado.

Richie empujó de igual manera a Bill, intentando mantenerlo alejado, pero todo se volvió rojo en ese instante para el de ojos azules, perdiendo la razón y dejándose hundir en la impotencia, golpeó la mejilla de su amigo. Sorprendiéndose casi al instante.

—¡Bill!— exclamó Beverly, al ver como Richie caía sobre el asfalto debido al golpe.

—¿Estas bien?— se aproximó Stan hacia Richie, sosteniéndolo, mientras Mike también se acercaba a ellos.

—¡Son unos perdedores!— grito furioso Richie, dispuesto a comenzar una pelea con el que anteriormente lo golpeó, pero Mike y Stan se dedicaron a sujetarlo.

—¡Richie basta!— trataba de calmarlo Stan, pero todo parecía en vano. Él seguía removiéndose en busca de apartarlos y golpear a Bill, era en lo único que pensaba.

Bill se aproximó hacia él, pero Ben lo sostuvo para que no se acercará. Nadie más que Bill y Richie entendían que ocurría, por más que intentaran tener una idea de lo que ocurrió. Ellos no sabían las ganas de terminar todo de una vez que Bill tenía, y tampoco sabían la decepción que invadió a Richie al ver como aquella chica con la que él soñaba, sólo logró decepcionarlo como nadie nunca lo había hecho. Lo suficiente como para poner un alto.