Reglas de amigos

Capitulo 26

Era increíble, tenía al amor de mi vida al lado mió, nuestra propia casa y un bebé que estaba por cumplir los cinco meses dentro de mí.

Tendría que hacerme otra ecografía, porque en las otras no quiso mostrar que iba a ser.  Esperaba que fuera niña, así, la peinaría, maquillaría y haría miles de cosas con ella

–Mi vida –me llamo Alex– ¿Estas lista? –se le veía bastante emocionado a decir verdad

–Solo termino de echarme brillo y vamos –sonreí

–Deja de maquillarte, te ves hermosa así –beso mi mejilla

Amaba cuando se ponía tierno, pero a veces era hostigoso

–¿Qué crees que será? –pregunto

–No lo se, pero espero que sea niña –sonreí

–¿Por qué? Yo quiero que sea niño –sonrió de lado

–Que sea lo que Dios quiera –le di un beso en el cuello

–Me dejaste marcado –sonrió apuntando el brillo labial en su cuello

–Así, todas las perras sabrán que eres solo mió –pase mis manos por su cuello y me incline

–Solo tuyo –me beso cortamente– vamos, llegaremos tarde

***

Estábamos en la sala de espera, el doctor aun no llegaba y era la tercera paciente que tenia citada a esa hora

–¿Te parece si comemos algo? –pregunto Alex nervioso

–¿Qué sucede? –pregunte

–Nada –sonrió

–¿Qué sucede? –volví a preguntar

–Solo que… agh no lo se

–¿No sabes que? –me dieron ganas de reír

–Es que… ¿Y si es niña? Dios, yo quiero un niño

–Calma –reí– Si es niña, haremos el niño. Y si es niño, haremos la niña –sonreí coquetamente

–Perfecto –beso mi cabello– ¿Quieres comer algo? –pregunto

–Si… bueno... sobre eso –mire hacia el frente

–¿Mcdonals?

–Solo si quieres –sonreí como niña pequeña

–Vamos –se levanto y me ayudo

–Gracias –sonreí

Fuimos al mcdonals, que por suerte estaba al frente. Compro dos coca–cola y dos hamburguesas

–Estas cosas cada vez están mas ricas –dijo Alex mordiendo la hamburguesa

–Te creo –reí

–Te quería preguntar algo

–¿Si? –mordí la hamburguesa

–¿Qué te parece la idea de que venga Natalie a casa por unos días?

Natalie era la hija de su tía por parte de madre, era una niña de más o menos catorce años. No era muy simpática, pero demás la soportaba por unos días

–Mi tía la quiere mandar unos días lejos de casa porque creo que esta bajando las notas, entonces me pregunto si podía y yo le dije que te preguntaría

–Mi amor, sabes que puedes responderle a tu tía sin consultarme a mí

–Lo se, pero como a ti no te cae muy bien…