Capitulo 34

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–Hola –susurre apenas

–Hola. ¿Qué haces aquí? –pregunto

–¿La verdad, o la mentira?

–La verdad –se cruzo de brazos

–Edgar me llamo, y me dijo que me querías ver. Vine en el coche antiguo, volando hacia acá –suspire. Me senté al borde de la cama

–Ahora, la mentira –suspiro

–No tengo ninguna –fruncí el ceño

–Bien, así me gusta –sonrió

–Ten –le tendí las rosas azules

–Hmm –las tomo– ¿Gracias?

–Abby, no me trates así –agache la cabeza– se que me lo merezco pero… –me interrumpió

–Si, te lo mereces

–Por favor. De verdad estoy muy arrepentido –pestañeé varias veces

–Se que estas muy arrepentido, lo noto en tu mirada –me dio una sonrisa débil

–Perdóname, ¿Quieres?

–Ya lo he hecho –acaricio mi mejilla. Cerré los ojos y apoye mi mejilla en su mano.

Dios, como extrañaba esto

–¿Puedes volver conmigo a casa? –pregunte

–No lo creo –frunció el ceño

–No quiero que estemos separados ni un minuto mas, mi amor

–No volveré, Alex –miro la televisión

–¿Por qué no?

–No quiero –suspiro

–Oh vamos. Sabes que quieres volver a casa conmigo –me apoye en su vientre

–No quiero estar en la misma casa que esa niñita

–Mi amor, ella ya no vive ahí –dije riendo

ABBY:

¿En serio que ya no estaba viviendo ahí? Gracias a Dios

–¿De verdad? –abrí bien los ojos

–Por favor, estoy viviendo en el infierno sin ti

–Prométeme algo –dije

–Cualquier cosa, mi vida

–Nunca mas desconfíes de mi

–Te lo juro –sonrió.

–Gracias –lo bese

–Bien, creo que hiciste bien en mentirle a Alex –dijo Amber en el umbral de la puerta

–Ven, tienen los mejores amigos del mundo –dijo Edgar riendo

–Estupido –le lance una almohada

–¡Pero que daño me hará esa almohada! –grito

–Ya, Edgar. Para –dijo Amber. Él asintió

–Están…

–Locos, ya lo sabemos –dije riendo

–¿Cómo sabias lo que iba a decir? –me pregunto

–Los conozco tanto, que se hasta lo que están pensando –dije

–¿Ha si? –pregunto Alex

–Sip –sonreí

–Y dime, ¿Qué estoy pensando yo?

–Que eres el hombre mas afortunado por tener unos grandes amigos y una mujer que te ama –sonreí

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