Capitulo 32

4.7K 265 18
                                    

ALEX:

¿Habrá leído la carta? Espero que si.

No estaba buscando que me perdonara, sabia que eso iba a costar, pero no perdía la esperanza de que al menos  me hablara o dejara un mensaje

–Alex –había alguien en casa, ¿Será Abby? Baje corriendo las escaleras, para encontrarme con mi madre

–Hola hijo –sonrió

–Hola. ¿Qué haces aquí? –fruncí el ceño

–Me acabo de enterar que Abby se ha ido de la casa –agacho la cabeza– lo siento, yo te dije que trajeras a Natalie

–No, mamá –sonreí

–Yo tuve la culpa hijo

–No, nadie la tuvo –la abrace– ¿Quieres algo de tomar?

–No te veo tan mal –frunció el ceño

–Estoy mal, y bastante –me encogí de hombros

–No lo demuestras

–Siempre hay que tener una sonrisa en el rostro

–Así me gusta –acaricio mi mejilla

–Ven, vamos que debes tener sed –la guié a la cocina

–Ya he hablado con Abby –comento cuando se sentó

–¿Qué tal? –abrí el zumo de naranja

–La veo mal. Lamentablemente ella no puede ser fuerte como tu, porque tiene que ser fuerte por tres, y es solo una chica –su voz se quebró

–Mamá, no llores –me acerque con un vaso de zumo

–No lo puedo aguantar, hijo. Ustedes se aman, deben estar juntos

–Lo se, pero en estos momentos no podemos. Me mande una cagada y se fue todo a la mierda

–Es que no puedo entender como fuiste tan estupido de no creerle –oh, Abby no le había contado de que le quise pegar

–Mamá, yo…

–¿Qué sucede? –se seco las lagrimas con el dorso de la mano

–Yo… –tome una bocanada de aire– intente de golpear a Abby

–¿Qué? –sus ojos se agrandaron mas de lo normal, y me miraba asqueada

–No quise, lo juro. Fue un momento de demasiada tensión, y estaba exasperado por todo. Mamá yo… –me dio una fuerte cachetada

Wow, nunca me había pegado antes.

La mano fue a su boca; estaba impresionada, al igual que yo

–No creo que hayas hecho eso. ¡Yo no te eduque para que le pegues a una mujer! –grito enojada. Bastante enojada

–¡Juro que no lo quise hacer!

–¡No me grites! Estoy bastante molesta contigo, Alex. Abby no me había contado eso –susurro, aun impresionada

–Mamá…

–No. Adiós, intenta arreglar las cosas –me dio una ultima mirada, y se fue a grandes zancadas. La puerta sonó fuertemente

Oh, genial. Dos mujeres enojadas con el estupido de Alex

¿Es que acaso era la semana de enojarse con Alex?

Me fui a la habitación. Mi móvil sonó

*Llamada telefónica*

–¿Qué quieres? –gruñí

Reglas de amigosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora