Departamento de Lisa.
Lisa subía las escaleras del edificio rumbo a su departamento, escalón por escalón, totalmente agotada y cabizbaja.
Desde que dejó la cama de Jennie, su día no pudo haber sido peor. La rubia agitaba su cabeza resignada, nunca tendría que haberse levantado de la cama, tendría que haberse dedicado a besar muchas veces más a Jennie, a acariciarla, a mirarla, a hacerle el amor de vuelta, a bañarse con ella, a hacerle el amor en la ducha, tendría que haber desayunado con ella y, ¿por qué no? A hacerle el amor una vez más, pero esta vez sobre el desayunador.
Tendría que haber aprovechado cada momento en que Jennie estaba junto a ella. Después de todo, la rubia no sabía cuánto tiempo la ex morena iba a aguantar a su lado, probablemente ahora mismo la pelinegra ya se había cansado de ella y ya no quería verla más.
Lisa suspiró resignada por haber tomado una mala decisión. En vez de quedarse en la cama como se lo pidió su novia, tuvo que ir al estudio a trabajar. Sin embargo, no fue el trabajo lo que la cansó, al contrario, el tatuaje que tenía para hacer era una de sus técnicas actuales preferidas. Tuvo que hacer un hermoso tatuaje mecánico de esos que parece que si se raja la piel, abajo hay un robot, en el brazo de un simpático chico que estaba tan contento con el resultado del dibujo de la rubia que no se fue del estudio hasta que consiguió otra cita, dentro de dos meses para que la rubia tatuara su pecho. Lo que la cansó y sacó de quicio fueron sus empleados.
Primero tuvo que discutir nuevamente con Matthew porque el chico no respetó el deseo de una clienta y cambió el diseño del tatuaje sobre la marcha y sin consultarle. Cuando la mujer vio su tatuaje pegó el grito en el cielo y con un llanto desconsolado, empezó a pelear con el tatuador y a decirle todo tipo de cosas. Todo terminó cuando Lisa salió de su oficina y logró calmar a la clienta diciéndole que ella podía arreglar el diseño o en todo caso hacerle uno nuevo como ella quisiera y por supuesto todo gratis. Obviamente la mujer salió del local con una sonrisa de oreja a oreja, no todos los días alguien consigue un tatuaje de Lisa Manoban gratis y sin esperar.
Después de que Lisa echó por vigésima cuarta vez a Matthew del local, se tuvo que encargar del lio que Junmyeon estaba haciendo con sus citas. Esa mañana la rubia lo había tenido que sacar a rastras de la cama de Rosé para que se dignara a trabajar, pero Junmyeon tenía tanta resaca que suspendió todos los tatuajes que tenía para esa tarde, lo cual no hubiera sido problema si los tatuajes que suspendió no hubiesen sido los mismo que había suspendido el día anterior para irse temprano al departamento de la bailarina. Las quejas de los clientes se sintieron sin parar y nuevamente Lisa tuvo que arreglarlo prometiendo tatuajes hechos por ella misma y sin cargo alguno mientras mandaba a Junmyeon a su casa inmediatamente.
Y eso no era todo, en cuanto la rubia terminó de solucionar esos problemas, tuvo que encargarse de una inconsolable Cara que lloraba en el baño haciendo uso de todas sus cuerdas vocales y de toda su reserva de lágrimas. Al parecer la chica había tenido una gran pelea con su novio, Hoseok, y esta pelea la había puesto en estado tal que había destrozado prácticamente un hermoso tatuaje de un colibrí en el tobillo de una chica. Cuando la rubia examinó el tatuaje de la ofuscada clienta, se dio cuenta que no solo el dibujo estaba mal ubicado, sino que una de las alitas del ave salía prácticamente de su cabeza y las patas estaban dibujadas tan juntas que parecía que el colibrí tuviera una sola. Lisa tuvo que pedirle a Cara que apretara sus horarios del día siguiente y ubicara a la joven entre ellos para que la rubia le pudiera arreglar el tatuaje.
Cuando le faltaban dos pisos por subir, respiró hondo nuevamente pensando en su abultada agenda. Lisa se sentía más decepcionada que nunca por sus dos amigos y a medida que subía las escaleras se sentía más cansada que nunca. Para colmo, aún le quedaban las entrevistas para elegir a sus nuevos compañeros de cuarto.
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No soy para ti → jenlisa
أدب المراهقينJennie, una máster en negocios, está acostumbrada a tener todo y a todos bajo su control junto a su socia y mejor amiga: Jisoo. Con un chasquido de dedos, Jennie consigue todo lo que quiere. Sin embargo, su vida comenzará a cambiar cuando tenga que...