Ah las nueve de la noche apareció Keith por la puerta del bar, mi día había sido muy normal y se me paso muy rápida las horas.
- Buenas noches señorita ojazos.
- Buenas noches ¿Te queda mucho?
- Sí, aún me queda hasta que se esfumen esas dos mesas, espérame en alguna mesa ¿Quieres algo?
- Vale voy a sentarme en la del otro día, traeme un helado para mientras.
- ¿De que lo quieres ojazos?
- De fresa, por favor.
- Ahora te lo llevo ojazos.
♡ Keith ♡
Mi día fue agotador, lo mejor del día ha sido verlo a él. ¿Podríamos estar juntos algún día? Verlo en su puesto de trabajo y analizar el mío, yo no podría acabar el día como él lo está acabando, sonriente. ¿No está cansado? Su aspecto era fresco.
- ¿Me lo puedo llevar? -Señaló el recipiente del helado ya vacío.
- Sí ¿Te queda mucho?
- Le voy a cobrar y a limpiar las mesas y ya se queda mi jefe haciendo la caja.
- ¿No estas cansado?
- Hoy no, hoy estuvo esto muy calmado.
- ¿Donde cenaremos?
- En mi casa, pero no te esperes cangrejos, gambas, solomillo, ni nada similar, nos da para comer unos filetes de pollo, con papas y de postre unos pestillos, los pastelillos que compraste ayer se veían de pastelería y los pestiño los adquirir en el supermercado, sin olvidar que el vino lo he cambiado por una coca cola, por que venías tú.
- ¿Y si no fuera yo?
- Comería un filete en pan metido, con agua y de postre una pieza de fruta, creo que tengo unas peras y unos dos plátanos.
- ¿Quieres que vayamos a por una pizza?
- No, este mes ya se me acabo las tonterías, nada de caprichos.
- La pago yo.
- No, tú no me pagas nada, te lo agradezco, pero se come lo que yo puedo darte, ayer comí lo que me pusisteis, hoy me toca a mí, es así de simple.
- Orgulloso.
- No es orgullo, es que yo ayer me adapte a ti, hoy te adaptas tú a mí .
- ¿No te gusto?
- Me sentí que estaba celebrando algo.
- ¿Por qué?
- Por que yo no acostumbro a comer ciertas cosas por que son caras.
- ¿Que cambiarías de tu vida?
- No cambiaría nada.
- ¿Lo tienes todo?
- Sí, sólo me falta casarme y tener hijos.
- A mí me falta..... - Me calle, no podía decirle lo que iba a decir.
ME FALTAS TÚ, no se por que extraña razón era lo que iba a soltar sin más, menos mal que calle.
- ¿Que te falta?
- Lo mismo que a ti.
- ¿Vendrás a cenar cuando venga mis padres?
- Sí, claro que voy.
Me acaba de invitar a su casa a cenar con sus padres; el corazón se me iba a salir del pecho.
- ¿Estas bien?
- Sí, mejor que nunca.
Sonó mi móvil.
- Un segundo es mi madre.
- Cógelo tranquila.
Descolge.
- Dígame.
- Buenas noches, ¿Hablo con Keith?
- Sí ¿Y usted es?
- Llamo del Hospital, sus padres han tenido un accidente de tráfico.
- ¿CÓMO?
Kevin me quito el móvil, mi mundo se me vino encima, tenía una opresión en el pecho, quería llorar pero algo no me dejaba hacerlo.
- ¿Que ocurre?
- ¿Quien es usted?
- Soy el novio de Keith ¿Me dice?
- Sus suegros han tenido un accidente de tráfico.
- Vale, están en condiciones de mandarlos a su clínica privada.
- Sí, claro.
- Pues traslade a ambos a la clínica Cox, gracias.
Colgó y me quedé mirandolo.
- Están bien, vamos a la clínica.
- Lo siento.
- No te disculpes ojazos.
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Mundos Diferentes
RomanceKeith es una chavala de ojos verdes con un pequeño matiz en marrón, cabello teñido de gris con las puntas de colores, alta, con el cuerpo muy cuidado, viene de una familia acomodada, nada más terminó sus estudios empezó a trabaja en la clínica priva...