Keith es una chavala de ojos verdes con un pequeño matiz en marrón, cabello teñido de gris con las puntas de colores, alta, con el cuerpo muy cuidado, viene de una familia acomodada, nada más terminó sus estudios empezó a trabaja en la clínica priva...
Abrí la puerta el se metía en la bañera, se volvió para mirarme cubriéndose con la cortina de la bañera, sonrió al verme.
- Ojazos ¿Querías algo?
- No sé.
- No sabes -Se echó a reír- Ven, duchate conmigo.
- ¿Estas loco?¡Que vergüenza!
- No pasa nada, has venido por algo al baño.
- Ha sido un impulso.
- Pues acaba el impulso. -Me aproxime a él, me extendió la mano y yo la acepte- Quítate la ropa y duchate conmigo, no muerdo.
- ¿Te has fumado algo raro?
- No, que va, ni si quiera un cigarrillo.
- No tardes, te espero.
- Vale, no tardaré.
Salí del baño y volví a la cama, me puse a jugar con el móvil a 《Mi Hogar》.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Cuando cargo la pantalla entró por la parte de la casa que decoraba.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Justo hui de un baño y me pongo en otro. ¿Será una señal para que volviera?
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Me puse a jugar y cuando la perdí, por que la perdí, solté el móvil y volví a por él.
Entré y me miró sorprendido con la toalla liada en su cintura.
- ¿Que haces de nuevo aquí?
- Creí que te habías caído en la bañera.
- Anda ven aquí.
Ande hacía él, y me abrazo tan fuerte que me sentí tan cómoda que hundi mi cabeza en su pecho.
- Mañana voy a decirle a mis padres que estamos juntos ¿Por que estamos juntos, no?
- Sí, claro que sí.
- Vamos a dormir un poco más.
- Ya no nos da tiempo ojazos.
- Bueno voy a vestirme y preparo algo de desayunar, para ir a trabajar.
- Nos vestimos y te ayudo.
- Eres un encanto.
- Tú si que lo eres ojazos.
- ¿Y si no vamos a trabajar?
- Tú trabajas para tus padres yo no.
- Bueno, pero mi trabajo es más importante.
- ¿Cómo? Tú tratas a personas con trastornos mentales, y yo sirvo a personas como tú, que le gustan comer fuera para no meterse en la cocina o para vacilar de que tienen dinero para gastar en un maldito bar y que sepas que en el bar también se escucha muchos problemas.
- ¿Te has mosqueado?
- ¿Tú que crees?
- Perdón.
- Keith vístete, es mejor que cada uno vaya por su lado, tú trabajo no es mejor que el mío, solo son diferentes y puestos a eso mis estudios son más importantes entonces que los tuyos, por que un cardiologo hace un labor más importante.
- Yo no dije eso. -Me tiré al suelo de rodillas y me puse a llorar sin poderlo evitar.
- ¡Levanta! Keith, no llores.
- Yo no quiero ir por otro camino diferente al tuyo.
- Y yo no quiero que me diga mi pareja que es mejor que yo, o que su trabajo en más importante.
- Lo siento.
- Dejame que piense, por que estoy cabreado, no imaginas de verás lo mosqueado que estoy.
- Vale Kavin.
Nos vestimos, desayunamos unos cereales y zumo, luego nos fuimos a trabajar.
◇ Kavin ◇
Es flipante, si no ubiera camareros personas como ellas no podían salir a que le pongan todo por delante, y escucho más problemas de los que debería. Quizás no más que ella, ya que ella es psicóloga y tratará cosas importantes pero no para que se me ponga chula, que para chula ella, más chulo mi pirulo.
