I

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—¡Ganamos! —dijeron alegremente Ladybug y Chat Noir chocando los puños.

Bip bip bip

Cuatro minutos quedaban para que cada uno de ellos volviera a su forma normal.

—Nos vemos luego, Chat —dijo Ladybug despidiéndose con la mano mientras con la otra hacía girar su yo-yo mágico.

—Ladybug, espera —la detuvo Chat Noir tomando su muñeca— quería saber si... mmm... te gustaría salir esta noche, comer algo, tomar un tazón de leche jeje.

Ladybug alzó una ceja.

—Chat, sabes que no podemos conocer nuestras... —

—Verdaderas identidades, lo sé —la interrumpió el chico— pero pensaba en juntarnos con los trajes. Ya se cumplen dos años desde que nos conocimos.

Bip bip bip

Tres minutos.

—Wow, ¿en serio? —dijo sorprendida la moteada.

—Sí. Bueno, en realidad dos años y cinco días, pero quién lleva la cuenta mi lady —respondió Chat Noir sonriendo.

Ladybug le devolvió la sonrisa. A pesar de que lo negara, ella sabía que Chat aún albergaba sentimientos por ella, incluso cuando ella misma le cortó las alas a sus esperanzas diciéndole que en la realidad estaba enamorada de otro chico. Y a pesar que desde ese día ya no era tan romántico, seguía siendo especialmente atento con ella y la sorprendía con detalles como saber el día en que se conocieron.

—Está bien, gatito. Una junta amistosa, nada más.

—Nada más que dos amigos compartiendo el pan. Palabra de gato —respondió Chat levantando la mano derecha y haciendo una cruz sobre su corazón con la izquierda.

Bip bip bip

Dos minutos.

—Entonces nos vemos en lo alto de la Torre Eiffel, ¿a las nueve te parece bien? —preguntó Ladybug.

—Me parece purrrrfecto —respondió Chat Noir guiñándole un ojo.

—¡Nos vemos! —dijo Ladybug haciendo girar su yo-yo y usándolo como péndulo para alejarse del lugar. Chat Noir cogió su bastón y lo usó como impulso para perderse entre los techos de París.

<~🐾~>

—¿Puedes creerlo, Plagg? Una cita con mi Lady —dijo Adrien suspirando mientras se tiraba sobre su cama, sonriendo.

—Me alegro... ¿dónde está mi queso? —inquirió el pequeño kwami mirando a su alrededor.

Adrien rió y abrió el cajón de su velador, donde guardaba el apestoso manjar de su pequeño amigo y se lo entregó.

Luego de que el pequeño gato comiera todo el camembert, dirigió su atención al muchacho.

—No te hagas muchas ilusiones.

—¿Ilusiones? Pfff, por su puesto que no —respondió el aludido, pero Plagg lo miró con suspicacia- créeme. Sé que no pasará nada. Solo... solo quiero saber quién es el chico que le gusta, así conocería a la competencia y podría hacer algo al respecto.

—Pero qué podrías hacer, si de todos modos ustedes prácticamente no se conocen.

—¡Claro que sí nos conocemos! —saltó el rubio.

—A ver, cuál es el nombre de Ladybug.

Adrien lo miró con furia.

—Esas cosas no son importantes —respondió.

Plagg miró hacia el techo con impaciencia.

—Lo importante —prosiguió Adrien luego de unos segundos- es que luchamos codo a codo, y cuando estamos frente al peligro, confiamos ciegamente el uno del otro.

—No hay caso contigo —dijo Plagg riendo— espero que esta noche tengan una buena reunión.

<~🐞~>

—Marinette, ¿por qué aceptaste la cita con Chat Noir? —preguntó Tikki mientras flotaba a su lado.

—No es una cita. Es una reunión de amigos —puntualizó la aludida— es como si me fuera a juntar con Alya.

La chica se sentó en su escritorio y prendió el computador.

—Sabes lo que Chat Noir siente por ti— dijo la kwami.

—Tikki, no puedo hacer nada al respecto. Le he dicho que no me gusta, que quiero a otro chico, pero Chat es un gato muy persistente.

—¿Y a ti no te gusta ni un poquito? —preguntó la pequeña criatura rosa.
Marinette la miró descolocada y luego comenzó a reír.

— ¡Pero qué dices! Me cae muy bien y aprecio nuestra amistad, pero no conozco nada de él, ni siquiera sé su nombre o el color real de sus ojos... porque supongo que no anda con esos ojos de gato por la vida.

—No me has dicho que no te gusta —insistió Tikki.

—Ains, qué pesada eres —Marinette miró la pared de su habitación, repleta de fotos de Adrien— incluso aunque quisiera, y no quiero, no puedo dejar de querer a Adrien. Es tan listo, amable, educado, guapo...

—Te gusta hace dos años, y por lo que sabemos, solo te ve como a una amiga. Él es como Ladybug y tú su Chat Noir.

Marinette sonrió con pesadumbre. Era verdad. Adrien jamás había mostrado un interés que no fuera de amistad hacia ella. Y aunque eran amigos, tampoco eran tan cercanos como para tener la oportunidad de enamorarlo.

—Quizás si le dieras una oportunidad a Chat Noir...

—No, Tikki, lo siento. No puedo traicionar a mis sentimientos. Ni hacer falsas ilusiones a Chat para que luego me odie. Prefiero que todo quede tal como está.

Tikki solamente la miró en silencio.

Mi verdad [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora