Nueve en punto.
Chat Noir estaba desde hacía casi media hora en la Torre Eiffel. Había buscado una plataforma en la parte más alta, donde puso una manta y una canasta de picnic, y luego se sentó a esperar impaciente.
—Guau, de verdad trajiste comida —dijo Ladybug a sus espaldas, haciendo que el chico diera un respingo— y yo llegué con las manos vacías, lo siento, Chat.
—No te preocupes bugaboo, tu presencia es más que suficiente para mí— respondió él con una sonrisa franca.
Se sentaron uno frente al otro sobre la manta. Chat Noir sacó dos vasos, una botella de limonada, galletas y panes cortados de forma rectangular.
—En general no puedo comer estas cosas, pero esta es una ocasión especial —le dijo a la chica.
—¿No puedes? ¿Por qué? —inquirió la moteada.
—Porque tengo que seguir una dieta estricta, o ya no podría trabajar de mo... —pero se tapó la boca en el acto— no puedo decirte eso, o podrías descubrir mi identidad.
—Qué bueno que te diste cuenta antes de meter la pata —rió Ladybug.
—Oye, qué te parece si nos conocemos un poco más. No me refiero a saber nuestras identidades —dijo Chat Noir cuando vió que su compañera iba a protestar— sino que cosas más generales, que no puedan dar pistas sobre quiénes somos, pero sí nos permitan conocernos un poco mejor.
La chica quedó dubitativa unos segundos, pero finalmente asintió con la cabeza.
—Bien, yo empiezo —dijo Chat alegremente— Qué edad tienes.
—16 —contestó ella.
—¡Yo también! —exclamó el chico.
—¿De verdad? Siempre pensé que me sacabas al menos dos años —rió la peliazul— ahora me toca a mí. Mmhh... ¿De qué color son tus ojos?
—Verdes —dijo él— pero verde normal, no de gato jajaja, ¿Te imaginas ir con estos ojos por la vida?
Ambos rieron y Marinette se sonrojó un poco al recordar que ella había dicho la misma frase unas horas antes. Sintió como si fuera una extraña conexión.
—Bien, ahora yo. ¿Qué quieres estudiar cuando salgas de la escuela?
—No puedo responder eso, Chat. Te estaría dando una pista.
—Entonces... cuál es tu color favorito.
Ladybug pensó unos segundos y se le vinieron a la mente los hermosos ojos de Adrien.
—El verde —dijo suspirando.
—¿Ese suspiro es por mí?
—No, gatito tonto.
—Porque mis ojos verdes enamoran a cualquiera —dijo él acercándose a la cara de la chica mientras alzaba una ceja con aire seductor, pero ella lo apartó suavemente.
—No eres el único ser de esta tierra con los ojos de ese color.
—Así también los tiene el chico que te gusta, ¿verdad?
Marinette enrojeció y quedó sin habla.
—Eres como un libro abierto, mi lady. Oye, quién sabe, quizás hasta me parezco con tu enamorado. Aunque probable yo sea más guapo.
—Claro que no —dijo Ladybug con convicción haciendo que Chat Noir alzara una ceja.
—No has visto mi cara. Quizás te sorprenda —insistió él— aunque no lo creas, hay varias chicas y algunos chicos suspirando por mi belleza.
—¿Modestia aparte? —dijo la moteada golpeando suavemente con su dedo la frente de su amigo.
—Puede que no me creas, pero te prometo que es cierto.
—Bueno, haré como que te creo.
—Ja, ja —rió sarcásticamente Chat Noir— y cómo se llama él.
—No puedo decírtelo.
—Ay, mi lady, deben haber miles de hombres con ese nombre.
—Ya, pero te dije que tiene ojos verdes.
—Sí, sí, y supongo que es muy guapo. De igual forma jamás lo encontraría.
—¿Y para qué quieres encontrarlo?
—No es que quiera. Solo... quiero saber por qué lo prefieres a él... —dijo con la mirada hacia el suelo.
Ladybug se quedó callada e inmóvil.
—Porque... a él sí lo conozco... —susurró. Luego se volvió a él con las manos en la cintura y volvió a hablar con su tono de voz normal— y si tienes tanta gente a quien le gustas, ¿por qué no te vas con alguno de ellos?
—Porque ninguno de ellos me gusta. Digo, hay alguna que otra chica guapa... y chico jeje... e incluso he intentado salir con alguna de ellas, pero no te puedo sacar de mi cabeza. Eres demasiado maravillosa.
—Alto ahí, gatito. No soy maravillosa ni mucho menos. Sin este traje no tendría ningún poder, sería una chica normal, algo torpe y amante del diseño de modas. Esa ladybug de la que estás enamorado solo vive en tu cabeza.
—Y este Chat Noir a quien rechazas también solo vive en tu mente —respondió el chico tomándole las manos—. Soy mucho más de lo que ves. Si me conocieras de verdad te darías cuenta que esto es sólo una parte de mí, la máscara me ayuda a sacar una personalidad que en la vida real me cuesta mostrar. También tengo un lado tímido y más callado...
—Lo siento, Chat... pero no puedo mandar en mi corazón.
—Si en dos años ese chico no se ha interesado en ti, ¿por qué lo sigues queriendo? —inquirió.
—Lo mismo podría preguntarte a ti —dijo secamente la moteada soltándose de las manos de Chat Noir—. Ya tengo que irme.
El muchacho bajo la vista y asintió. Ladybug hizo amague de acercarse, pero se contuvo y, haciendo girar su yo-yo, dió un gran salto y desapareció de vista.
Chat Noir levantó el rostro y avanzó hasta el barandal, al cual se subió. Apoyó pies y manos y se quedó en esa posición felina mientras dejaba que la suave brisa parisina revolviera su cabello, esperando que se llevara sus tristes pensamientos.
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Mi verdad [Finalizada]
FanfictionLa batalla final. La verdad debe ser revelada y las intenciones darán un vuelco cuando las máscaras desaparezcan. ________________ Esta historia iba a ser un one shot pero me salió muy largo y por eso tiene nueve capítulos jaja. Me pasé po.