Adrien abrió pesadamente los ojos. Sentía un leve dolor y se llevó las manos a la frente, descubriendo que unas vendas rodeaban su cabeza. Miró a su alrededor. Estaba en su propia pieza. Alguien abrió la puerta y entró. El chico dio un respingo al ver que Ladybug era quien lo visitaba y se incorporó rápidamente para quedar sentado en su lecho.
La chica se acercó a su cama y se sentó junto a él.
—¿Cómo te sientes?
—Yo, ehh, bien, gracias. Me duele un poco la cabeza, pero nada más.
Ladybug respiró aliviada y lo abrazó suavemente.
—Estaba muy preocupada por ti, gatito tonto.
Adrien abrió mucho los ojos.
—Cómo lo sabes? —le preguntó cuando la chica por fin lo soltó.
—Cuando Cipher casi me quita los poderes, te pusiste en medio y te dejó sin defensas, golpeándote y lanzándote lejos, lo que provocó que perdieras el conocimiento...
—¿Y la pelea? ¿Qué pasó?
—Tranquilo. Todo está bien. Te llevé a un lugar apartado para protegerte, pero tu... pero Hawk Moth nos encontró e intentó quitarte tu miraculous mientras estabas inconsciente.
Adrien se miró la mano con preocupación, pero su anillo seguía en su dedo anular.
—Y qué, ¿lo derrotaste?
—Mmmm sí, algo así. Le quité su miraculous y con eso sus poderes y los de Cipher.
—Pero cómo es que ella tenía más de una habilidad. Eso nunca había pasado.
—Es que Hawk Moth logró poner en esa chica un akuma especial, que se iría moviendo en cuanto destruyéramos su contenedor y le daría nuevos poderes. Por eso Hawk Moth vino, estaba confiado en que no lograríamos vencerla.
—Y qué pasó con él. Quién es —inquirió Adrien.
Ladybug lo miró y apretó los labios. Había quedado con Gabriel Agreste que él debía decirle la verdad.
—Antes que eso. Adrien, ya conozco tu identidad. Y eso no podía ser.
—Pero... no me importa, no me molesta, ahora puedes conocer esta faceta mía también...
—No. El maestro y guardián de los miraculous me dijo que solo había dos formas de arreglar esto. Una es que dejes de ser Chat Noir y buscarme otro compañero.
Adrien palideció ante la idea y negó levemente con la cabeza.
—Pero no podría cambiar a mi compañero —Lo tranquilizó la chica—. Es por eso que decidí la segunda. Mostrarte mi verdadera identidad.
Ladybug se puso de pie, dio un gran suspiro y, cerrando los ojos, dijo las palabras que la convertían en una chica normal, y ante los ojos de Adrien el traje de la superheroina iba desapareciendo, dejando en su lugar a su compañera Marinette.
Ambos quedaron en silencio por algunos segundos.
—Bueno, esta soy yo —dijo Marinette abriendo los ojos y viendo la expresión de sorpresa de Adrien—. Siento decepcionarte, te dije que Ladybug no era tan espectacular como creías. Creo que no estoy a la altura de tus expectativas.
—¡Pero qué dices! —respondió Adrien emocionado— eres perfecta. Tienes la valentía, el arrojo y el ingenio de Ladybug y la bondad, la inteligencia y los talentos de Marinette. Además de la belleza de ambas. Soy yo quien no merece estar a tu lado. Ahora entiendo por qué siempre me rechazas.
—No, gatito —rió Marinette— ¿Quieres que te diga de quién estuve enamorada estos dos años?
Adrien asintió con la cabeza.
—De Adrien Agreste.
—¡¿Qué?! Esto es una broma. ¿Es broma? ¿Es cierto? Es cierto. Por Dios, todos estos años y mi rival era yo mismo jajaja no puedo creerlo —dijo Adrien soltando una carcajada que contagió a Ladybug— podrías habérmelo dicho antes, nos hubiéramos ahorrado tanta soledad.
—Ay no, y la chica que te rechazó fui yo ¡qué mal! Y yo sintiéndome triste y preguntándome qué tonta habría rechazado a mi pobre Adrien.
—Y ahora que sabes que soy Chat Noir... ¿aún te gusto? Porque esa es mi faceta más real... siendo Adrien escondo un poco cómo soy hasta entrar en confianza. Muy en confianza.
—Me gustas mucho más —dijo la chica acercándose a él— desde hace un tiempo que algo me hacía sentir Chat Noir, pero no quería aceptarlo, porque mi corazón siempre fue leal a Adrien. Me alegra que finalmente ambos sean el mismo chico.
Adrien y Marinette se miraron a los ojos y se acercaron lentamente hasta que alguien abrió la puerta y se alejaron rápidamente.
—Oh, Marinette, siento si interrumpí algo —dijo Gabriel Agreste entrando a la habitación.
—No se preocupe —respondió la chica sonrojándose.
—Siento pedirte esto, pero necesito hablar con mi hijo a solas.
—Por supuesto, señor Agreste.
Marinette se puso de pie y, luego de dar un cálido beso en la mejilla de Adrien, se retiró del lugar.
Gabriel esperó que la chica se fuera, cerró la puerta, se acercó a su hijo y, sin decir una palabra, lo abrazó. Adrien se sorprendió, pero inmediatamente correspondió a la muestra de cariño.
—Estoy muy contento de que te encuentres bien —le dijo el padre soltándolo—. Hijo, hay algo que debo contarte. Necesito que me oigas y trates de comprender... y de perdonar.
Adrien lo miró con duda.
—Claro que sí, padre.
Gabriel le sonrió con cariño y comenzó a contarle la historia de cómo se transformó en su peor enemigo.
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Mi verdad [Finalizada]
FanficLa batalla final. La verdad debe ser revelada y las intenciones darán un vuelco cuando las máscaras desaparezcan. ________________ Esta historia iba a ser un one shot pero me salió muy largo y por eso tiene nueve capítulos jaja. Me pasé po.