V

4.8K 305 7
                                    

Alya y Nino se encontraban en la azotea de la casa de la chica. Ya que Ladybug tenía sus miraculous, entre todos habían acordado que, cada vez que apareciera alguien akumatizado, ellos irían a la azotea de sus casas, en caso de que la superheroina los necesitara.

—Me alegra verlos aquí —dijo Ladybug sacando de su pequeño bolso el colgante con forma de cola de zorro y la pulsera con un caparazón.

—Sabes que siempre estoy ansiosa por ayudarte —dijo la morena guiñándole un ojo.

Alya y Nino se convirtieron en Rena Rogue y Caparace, respectivamente.

—Creo que debemos ir por Chloe también —dijo Ladybug.

—Si no hay otra opción —respondió Caparace girando los ojos.

Los tres saltaron y fueron por los techos hasta llegar a la azotea del edificio donde estaba la hija del alcalde.

—Ay, por fin llegan, los estuve esperando por horas —los recibió Chloe que estaba de pie junto a la piscina de la azotea del hotel.

—¿Estás segura de que la queremos con nosotros? —susurró Rena Rouge, a lo que Ladybug asintió con la cabeza y le entregó el miraculous de abeja a la rubia, quien inmediatamente se transformó en Queen Bee.

—Vamos, no hay tiempo que perder —los urgió Ladybug— en el camino les contaré los detalles.

(~🐾~)

—Vamos Plagg, apúrate —dijo Adrien con urgencia mientras su kwami comía un gran pedazo de queso— los demás llegarán en cualquier momento y no me pueden ver así.

El pequeño gato tragó el último bocado y asintió. Adrien se transformó en Chat Noir y cinco segundos después, Ladybug y los demás llegaban al lugar.

—Bien, este es el plan —comenzó a decir Ladybug cuando todos estaban a su alrededor— Chat Noir, Caparace y yo distraeremos a Cipher mientras Rena Rogue la despista creando clones de nosotros mismos. Queen Bee, tú irás por detrás y, sin que te vea, la paralizas  con tu trompo. Luego, Chat Noir usa cataclismo y destruye el guante.

—Me parece perfecto un plan donde yo sea la protagonista —dijo Queen Bee con airea de superioridad.

—Claro, pero si te equivocas, estamos todos muertos —replicó Caparace, provocando que la rubia lo mirara con el ceño fruncido.

—Todos debemos estar muy concentrados —dijo Chat Noir que, a pesar de estar haciéndole la ley del hielo a Ladybug, sabía que sus planes siempre funcionaban — ¿Listos?

Todos asintieron con la cabeza.

—Entonces vamos —finalizó Ladybug.

Los cinco chicos fueron saltando sobre los techos hasta llegar al lugar que estaba Cipher, que ahora estaba aún peor. Todas las bancas, árboles, faroles y basureros eran criaturas desagradables, pero lo más preocupante era que algunas podían desplazarse. Antes de ser atrapados por la burbuja, esos seres deformes y de pesadilla, habían sido humanos.
Todos se estremecieron.

—Creo que esto es lo peor contra lo que he luchado —murmuró Chat Noir.

—Chicos, debemos concentrarnos, hacer de tripas corazón y seguir el plan —dijo la moteada— solo así salvaremos Paris y volveremos a esas criaturas a su forma original.

—Entonces, es mi turno —dijo Rena Rouge tomando su flauta y tocando una corta melodía. Al instante, diez copias de Ladybug, Caparace y Chat Noir aparecieron.

—Bueno yo me voy —dijo Queen Bee y luego murmuró para sí misma— espero atinarle al blanco.

La rubia tomó un camino diferente para quedar fuera de vista de la villana.

Ladybug, Chat Noir, Caparace y todos sus clones bajaron rápidamente y fueron corriendo hacia el horrible lugar, esquivando las burbujas y atacando a las criaturas. Era una pelea intensa, de movimientos rápidos. Cada vez que un clon era tocado por una burbuja o un monstruo, desaparecía.

Cuando ya solo quedaban cuatro clones y los tres héroes originales, apareció Queen Bee por detrás, haciendo girar su trompo e insertando la punta directamente en el cuello de Cipher, quien al instante quedó paralizada.

—Chat Noir, ¡Ahora! —gritó Ladybug mientras el chico iba corriendo hacia la akumatizada.

—¡Cataclismo! —gritó y tomó la mano de Cipher, deshaciendo el guante. Pero aparte de eso, nada pasó. El ojiverde salió de largo aterrizando cerca de Queen Bee.

—¿Y el akuma? —preguntó Caparace.

Y, sin que nadie lo esperara, una ronca risotada se oyó en todos lados.

—Bien hecho, Ladybug —dijo una voz masculina y profunda— fue un excelente plan. Oh, si tan solo hubiera funcionado.

Desde un callejón apareció caminando tranquilamente un hombre de traje, con una máscara plateada y un bastón a juego.

—Señor Hawk Moth —dijo Cipher. Aparentemente el ataque de Queen Bee había dejado de surtir efecto, pues la chica pudo moverse de nuevo.

Ninguno de los jóvenes héroes entendía qué demonios estaba sucediendo.

Mi verdad [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora