Mi verdad [Finalizada]

VII

Sin dejar de abrazar a su compañero, con su cara escondida en el cuello de éste y llorando sin consuelo, la chica pudo sentir la transformación de Chat Noir, haciendo desaparecer su traje negro y reemplazándolo por un conjunto sencillo.

—Oh no... —dijo una vocecilla junto a Ladybug, quien levantó la mirada y vio al pequeño Plagg con sus grandes ojos verdes mirando con tristeza al portador de su miraculous.

Ladybug seguía abrazando a su amigo, colocando la cabeza de él sobre su hombro. A pesar de la situación, no sabía si debía mirarlo a la cara y descubrir su identidad. Entonces sintió que el chico daba un gran suspiro.

—¡Chat N... —pero Ladybug no pudo terminar su frase, pues con la emoción vio la cara del chico que estaba tras la máscara y miles de recuerdos le pasaron por la mente. Empezó a hacer conexiones y a ver similitudes en esos chicos que tanto quería. La forma de rascarse la cabeza y apoyar la mano en la cintura, los cálidos abrazos, la hermosa sonrisa, los ojos verdes, la habilidad para pelear con espadas, el cabello rubio. Siempre estuvo frente a ella, tan obvio, tan iguales, pero tan diferentes, las dos caras de una misma moneda. Chat Noir y Adrien fueron siempre la misma persona.

(~🦋~)

Hawk Moth se acercó sigilosamente hacia donde estaban Ladybug y su compañero convertido en un humano cualquiera, cuando estuvo tras la chica, levantó su bastón para noquearla, pero ella se dio cuenta y lo esquivó, dejando a su amigo en el suelo. Entonces el hombre decidió atacar al chico inconsciente hasta que le vio la cara y durante un par de segundos no pudo reaccionar, segundos que aprovechó Ladybug para lanzarse sobre él y arrancarle el miraculous de un manotazo.

Al instante, el traje y la máscara desaparecieron, quedando totalmente perplejo un hombre de cabello platinado y ropa inmaculadamente blanca.

—Adrien —susurró y se arrodilló para abrazar al muchacho.

—¿Señor... Agreste? —dijo Ladybug sorprendida de la identidad del malvado villano contra quien habían luchado durante estos dos años. Nada más y nada menos y nada más que Gabriel Agreste, el padre de Adrien— Pero qué... no lo entiendo...

—Solo quería traer a mi Emily de vuelta. Jamás pensé que mi propio hijo era mi mayor enemigo —dijo el hombre abrazando fuertemente a su vástago.

—Quería usar el poder para revivir a la mamá de Adrien —dijo la chica sin poder evitar que aus ojos se empañaran— pero esto no funciona así.

—¿Qué quieres decir? —replicó Gabriel dándole una mirada furiosa.

—Puede que los miraculous de la destrucción y la creación hagan un milagro si los juntas, pero eso rompería el equilibrio del mundo, y de una forma u otra, las fuerzas mágicas volverían todo a su estado natural, probablemente tomando una vida por otra.

—Yo habría dado mi vida a cambio de la de mi esposa —dijo el hombre.

—Pero quizás no fuera su vida, quizás cualquier otro moriría a cambio... incluso... Adrien.

Gabriel miró a su hijo malherido y sangrante.

—Adrien hacía todo para agradarlo. Las clases de piano, el esgrima, clases de chino, el modelaje. Lo único que quería era su aprobación, señor Agreste, pero usted nunca le prestó atención —Ladybug volvió su rostro lloroso al de Adrien— ser Chat Noir debió haber sido una liberación, hacer por fin lo que quería con una compañera que lo entendía... que mostraba preocupación por él... que lo quería...

No pudo seguir hablando porque las lágrimas se lo impedían.

—Fui un estúpido —se recriminó Gabriel— tan cegado por la posibilidad de recobrar a la mujer que amaba que no presté atención a mi hijo, fruto de nuestro amor. Adrien, tú eres lo que más quiero, y haría todo por ti. ¿Qué debemos hacer, Ladybug?

La chica lo miró con sorpresa. Aquel hombre tan serio y de apariencia fuerte, se mostraba como un cachorro desorientado. A pesar de haber sido enemigos jurados durante tanto tiempo, el amor por Adrien que compartían era mucho mayor que el odio que podrían haber sentido, y su preocupación era una sola.

—Yo les recomendaría llevarlo al hospital —dijo Plagg— en realidad no está grave, pero sí necesita atención médica.

—¿Podrías llevarlo tú? Llegarías más rápido —dijo Gabriel.

—Pero... mis amigos... la pelea...

—No te preocupes. Al quitarme el miraculous hiciste desaparecer todos mis poderes, y los de Cipher, por su puesto. Ahora, por favor, llévate a mi hijo.

Ladybug asintió con la cabeza y tomó cuidadosamente a Adrien entre sus brazos, y con la ayuda de su yo-yo, salió camino al hospital más cercano.