C a p í t u l o X

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○Capítulo dedicado a Angy12oviedo por ser tan activa en la historia♡  y a Aye Orihuela que estuvo cumpliendo 18 añitos y prometí regalarle un capítulo♡ Espero les guste, y gracias a todos por su apoyo en la historia○

Llegué a casa algo desanimado, por un momento me creí una mala persona, luego fui recordando el motivo por el cuál era así.
Me serví un vaso de whisky y me senté en el sofá, tomaba tragos mientras pensaba en lo sucedido.

— ¡Mierda, Cas! Me asustaste— Exclamó Sam al entrar en la sala y verme ahí.

— Lo siento— Me reí— ¿Cómo estás?

— Estoy bien, vine por otro pedacito de pastel. ¿Tú? ¿Qué haces aquí tan temprano? ¿No te esperó? — Abrió la heladera que estaba en la cocina y sacó el pastel.

— Yo estoy bien. No creerás lo que sucedió, al final la chica me mintió y no me buscó por sexo, soy su amor "imposible"— Hice comillas con los dedos— desde la secundaria — Recosté mi cabeza en el espaldar del sofá. — La traté mal y la dejé sola en la plaza. ¿Hice bien? Ya no sé qué creer — Le di otro trago al Whisky.

— ¡Auch! — Dijo Sam e hizo una expresión de corazón roto.— Vaya, no me esperaba eso, ¿la reconociste? — Cortó dos pedazos del pastel, uno para ella y otro para mí, se sentó a mi lado.

— No, no la reconocí— Probé el pastel, el cual estaba riquísimo — No me siento del todo culpable por el trato que le di ya que ella me mintió, pero me dio pena haberla dejado sola en la plaza de la forma en que lo hice.

— No sabría decirte si fue correcto lo que hiciste, pero tú tienes tus motivos, fuiste por algo totalmente diferente, no estás interesado en ella— Ups.

— Bueno…— Me rasqué la nuca y sonreí

— ¡No jodas, Cas!— Giró los ojos— ¿En serio? Debe ser muy linda o debe de vestirse muy bien— Me quedó mirando, esperando mi respuesta.

— Estaba vestida de una forma encantadora, tal y como me encanta— suspiré, pero fue un suspiro de decepción hacia mí. — Y su carácter no era tan mierda como creía— Volví a beber otro trago.

— Me lo imaginé, eres débil con las mujeres, hermano— Se rió — ¿Entonces la vas a buscar?— Me preguntó seria.

— ¡Claro que no! No es para tanto— Me reí— Sólo me dejó pensando todo esto, pero no es motivo para andar tras ella.

— Bien, mejor así— Me sonrió.

— Te noto más animada, Sam— Me alegraba verla así, al parecer el llanto de la noche pasada le alivió un poco el alma.

— La verdad me siento muy bien, quizá los antidepresivos me están ayudando o esta rica torta de chocolate— Dio un bocado.

—¿Quieres salir? Estoy aburrido— Mi idea era llevarla a cenar fuera o ir al parque de diversiones.

— ¿A dónde?  ¿Por qué no invitas a tus amigos?

— Porque quiero salir contigo, además ellos van a querer ir a beber y cosas así, quiero algo más tranquilo. ¿Es delito querer pasar tiempo con la pitufita de mi hermana? — Me reí, ella era una verdadera pitufa, era más baja que yo y además tenía el pelo azul, pensaba en eso y explotaba en carcajadas. Me quedó mirando seria y me sacó la lengua.— Vamos a cenar afuera, te compro helado.

La vida de C a s t i a n  Mancini © [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora