Capítulo 4.

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Harry.

-¡Harry, cariño, sientate!.-Dijo mi madre animada desde el coche, con una sonrisa.-Te presentó a Máx, es un gran amigo mío, vaya, de mis mejores amigos y un compañero de trabajo.

Yo lo mire, así que ese era el famoso mejor amigo de su madre, Máx.

Era atracrivo, ojos azules impresionantes, buen físico y parecía simpático. Así  que le sonreí y me presente, estaba feliz de conocerlo al fin.

-Encantado Máx, soy Harry, pero, me da a mi que ya lo sabes.

-Sí que lo sé, Harry, no sabes durante cuanto tiempo he deseado conoceros a Gemma y a ti.-Dijo riendo.

Yo me subí al coche, mi madre no dejaba de preguntarme por el Instituto, odiaba que lo hiciera, me sentía realmente incómodo, pero intenté sonar feliz.

Cuando al fin llegamos a la casa, sentí el cielo bajo mis pies. Mi casita, jóder, como la quería.

Sino fuera por que Máx estaba allí presente habría besado el césped.

Gemma.

(Unas horas antes)

Ese chico se estaba quedando conmigo.

¿¡PERO ES QUE SE CREIA QUE ERA RETRASADA O QUE?!

-Mira, gracioso no sé quien coño te ha mandado, o quien coño te crees que eres. Pero te vas a ir de mi casa, AHORA MISMO, te vas a ir, por loco o por mentiroso. Y quiero a mi Jajá de vuelta. ¿ME OYES? POR QUE SI NO ME ENCARGARE DE MATARTE. ¡TIRA! VAMOS BAJA LAS ESCALERAS.

El chico, que por cierto aseguraba ser mi peluche, bajo las escaleras mudo,yo me extrañe y me alegré de que así fuera.

Lo seguí hasta la puerta y  se la cerré más  tarde en su cara.

Harry.

Me dirigía a  la casa cuando vi a un chico bastante guapo  sentado en el banco de la entrada.Estaba sin camiseta, y con la mirada pérdida en el suelo. Al verme me sonrió.

-Cuanto tiempo, Harry, dile a tu hermana que cuando se decida a dejarme entrar estoy aquí sentado.

Yo le devolví  la sonrisa y asentí, entrando finalmente a la casa, el chaval también saludo a mi madre; que parecía tan desconcertada como yo.

Si era un amigo o un "amigo especial" de mi hermana, definitivamente yo no me acordaba si quiera de su nombre, y la verdad me sentía un poco mal.

Me había recibido de forma muy simpática y no me había mirado con pena como los demás amigos de mi hermana.

Le hubiera invitado a pasar, pero supuse que mi hermana se molestaría y que el se negaría. ¿Que habría pasado?

-¡Geeemmaaa baja a la cocina tenemos visita!.-Gritó mi madre como si le fuera la vida en ello.

-¡Mamá,concha! no chilles no ves que estoy aquí, esta tía me dejará sorda como siga así.-Dijo Gemma molesta, levantándose del sofá.

Yo me reí, parecía que se había levantado alterada.

Mamá  presentó educadamente a Máx y a Gemma y mientras él y mamá hablaban me acerqué a Gemma.

-Gems..eh..tú amigo dice que está ahí en la entrada, para cuando lo dejes entrar.-Le susurré al oído.

Gemma abrió mucho los ojos y finalmente dijo muy bajito:

-Por mi que se pudra el muy imbécil.

Yo volví a reír. Gemma de mal humor me hacía gracia, claro, cuando no estaba enfadada conmigo.

Mientras mi madre preparaba la comida, Max, Gemma y yo, hablabamos y reíamos.

Mi peluche. (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora