Buen anfitrión, (y vecino amigable) III

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Ye-Jin se cubrió el rostro y buscó la pijama de inmediato.

-Pasa.

-¿Cómo amaneciste? –Preguntó dejando una caja de pastillas y un vaso sobre la mesa de noche.

-Ah, (...) bien. –Respondió avergonzada.

Ambos se vieron amables.

-Aún no desayuno, ¿quieres bajar? –Preguntó señalando hacia afuera.

Ye-Jin asintió y él salió.

Cuando se miró en el espejo quiso desaparecer.

-Ya recordé por qué detesto el alcohol.

Pronto se lavó el rostro y acomodó su cabello como pudo. En pijamas bajó.

Sehun yacía sentado esperándola cuando ella tomó lugar. Aquella camisa de botones un poco grande se abrió traviesa.

Sehun dirigió su mirada y cuando Ye-Jin se percató, avergonzada se cubrió sin hacer mucho escándalo.

-T-Tú ropa está lista. –Exclamó el lindo vecino.

-Está bien, primero comamos. –Sonrió acomodándose las prendas.

Mientras comían en ausencia de palabras y sorbidos constantes. Ye-Jin se preguntaba cómo había terminado en tal situación.

El celular de Sehun se encendió y Ye-Jin logró ver aquella foto donde el chico abrazaba a su ex. La joven se puso de pie y agradeció por la comida. Dándose cuenta la miró y habló:

-Ya iba a quitarla.

-¿Ah? No tienes que decirme eso. –Sonrió apenada.

-Cierto. –Susurró rascando tras su cabeza.

-Gracias de nuevo por no abusar de mi.

-Jaja, nunca abusaría de ti. ... Quiero decir, de las chicas en general, no es que tú. (...) Adiós. –Dijo haciendo una reverencia.

Ye-Jin salió y tras la puerta cerrada cubrió sus mejillas. Dio unos pasos hacia su casa y frente a su puerta levantó la mirada encontrándose con...

-Wonyun. –Miró perdida.

-¿Ahora sales en pijama? –Preguntó cruzado de brazos.

-¡Rayos! –Exclamó dando la vuelta.

-Ye-Jin espera...

Ella se detuvo y le miró apenada.

-Quiero que volvamos.

-¿Quieres qué?

-Que volvamos, ¿no escuchaste?

-¿Y qué te ha hecho cambiar de opinión Yun? –Exclamó acercándose más a él.

-El no escuchar tu voz antes de dormir...

-Si mal no recuerdo, hablamos en la noche y discutimos por cierto. –Habló tocando su pecho con violencia.

Wonyun le tomó la mano y se sonrió con ella.

-Por favor, olvida esa tonta pelea. Tú eres la mejor de todas, nadie te supera. –Habló acercándola a su cuerpo.

-Si eso fuera cierto no me pondrías tantos peros. –Respondió mirando hacia el suelo.

-A veces puedo ser un tonto. –Respondió tomando su barbilla.

-No volveré contigo. –Dijo débil.

-¿Segura? –Respondió suave besando sus labios.

Una voz les interrumpió imprudente.

-Ah, lo siento debí esperar... -Titubeó el vecino.

-¿Qué es lo que quieres? -Preguntó el exnovio.

-Dejaste tu ropa. –Expresó extendiendo su mano ignorando al que preguntaba.

-¿Ye-Jin? –Preguntó el ex mirándola fijo.

La chica cerró los ojos y frunció el ceño preocupada.

Sehun apenado dio un paso cerca del chico para alejarse cuando sus ojos se centraron en algo.

-Ye-Jin, ¿sabes lo difícil que es quitar manchas de labial de las camisas? Se ve que tu novio usa ropa cara, no la arruines.

-Yo no uso labial rojo.

-¿No? –Sehun murmuró mirando fijo al otro hombre.

-Eish, ishek.. Ah, Ye-Jin yo puedo explicarlo...

-¿El qué? Terminamos, no vuelvas a molestarme. –Habló firme con la última fuerza que guardaba.

Sehun se preguntó si aquello había sido correcto. Conforme pasó el día se preguntaba lo mismo una y otra vez. Antes de ir a dormir miró a través de la ventana y notó la luz azul proveniente del televisor alumbrando el rostro y el sofá de la solitaria vecina que se encontraba en una casa en penumbras.

Sehun estaba a punto de encerrarse en sus amargos sentimientos también después de ver las nuevas fotografías de Yoona en sus redes sociales.

Pensó en lo patético que es que algunos tardan mucho para encontrar a alguien mientras otros remplazan las personas con tanta facilidad.

Miró su piano y se negó.

Miró su reloj y después a través de la ventana...

Ye-Jin se limpió las lágrimas y miró a través de la ventana. Se sonrió al ver un ridículo haciendo pasos torpes con esa música tan alta.

La chica se puso de pie y se hincó frente a la ventana a ver escondida.

Sehun miró "discreto", tal vez notaría que ella ya lo observaba. Ye-Jin sintió que la notaba y se agachó un poco más, Sehun se giró y sonriente bailó con más entusiasmo.

Descontrolado subió más el tono y ella se reía al verlo bailar de este modo. Por ser una canción conocida, tomó el ritmo también hasta que escuchó que esta se detuvo y miró a través de la ventana.

Ye-Jin se cubrió la boca al observar la escena.

......


-Señor, recibimos una llamada de sus vecinos, ¿podría bajarle a su ruido? –Habló el oficial.
-¿Desde cuándo atienden tan rápido a esa clase de llamadas?
-¿Está cuestionando a nuestra seguridad? En Corea nos tomamos muy en...
-Lo siendo señor. –Expresó haciendo reverencia.
-Que no se vuelva a repetir.
-De acuerdo señor.

.....

Ye-Jin observaba apenada.

Sehun se dirigió a la ventana y miró hacia la casa de su vecina extendiendo su mano con un saludo por si acaso ella estaba observando.

Ye-Jin se sonrojó y le dio la espalda, aunque él no podía ver nada.

Oh, vecino | SehunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora