Hyunjin una vez más se encontraba pensando en cómo sería su vida si fuera un humano, si pudiera relacionarse con las personas y tener una vida normal. Él no tenía culpa de ser así, no fue decisión suya nacer en una familia de vampiros.Los padres del chico murieron cuando era muy pequeño, a manos de un señor, el cuál según su abuela nunca jamás debían decir su nombre.
La abuela de Hyunjin le había contado esa historia muchas veces, pues no quería que su nieto tuviera un destino tan cruel como fue el de sus padres. Todos estos años han estado escondidos en el mundo de los humanos y viviendo en una casa en lo más profundo del bosque, alejada de todos.
Pero a pesar de todo la señora quería que su nieto fuera un adolescente normal de su edad. Por eso decidió que fuera al colegio, pero la verdad es que para Hyunjin él nunca había sido alguien normal, pues no podía comer otra cosa que no fuera sangre ya que la comida no era nada para él.
Tampoco podía relacionarse con los demás, tenía miedo de que descubrieran lo que realmente era, o peor aún, hacer daño a alguien.
Podían adoptar la forma humana fácilmente, pero si cambiaba de humor o tenía bastante hambre su cuerpo volvía a su estado natural, el de un vampiro. No había mucha diferencia, pero no quería arriesgarse.
Hyunjin se negaba a morder a las personas para alimentarse, por lo que su abuela siempre le guardaba botes con sangre, pero por desgracia hace unos meses ella murió, o eso pensaba él, ya que no la había vuelto a ver.
Estaba preocupado y quería salir a buscarla, pero la anciana le había advertido tantas veces de que si algo así pasaba no hiciera nada, por más que doliera.
Ahora el chico vivía completamente solo y tal vez no le quedaba mucho tiempo de vida, pues los botes de sangre no iban a durar para siempre y seguía negándose a morder a alguien.
Aquel día Hyunjin fue a clases como siempre, pues no quería pasar el poco tiempo que le quedaba encerrado en casa, y ese lugar no era el más divertido, pero a donde más podía ir.
Las clases pasaban lentas y aburridas, el chico tenía mucha hambre pero no podía comer hasta llegar a casa. A la hora del almuerzo siempre se sentaba bajo un árbol esperando a que nuevamente la campana sonara para volver a entrar.
Las clases habían terminado así que el chico tomó sus cosas para volver a casa.
Se encontraba caminando en silencio cuando de repente escuchó unos gritos. Hyunjin se escondió rápidamente detrás de un árbol, pudo ver a esos idiotas de su clase golpeando al aquel chico rubio con pecas, siempre era así.
Hyunjin quería acercarse y decirles que le dejarán en paz, nadie merecía ser tratado así. Pero si se descontrolaba nada saldría bien, no podía dejar que eso pasara, el chico no quería ser un asesino.
Felix salió corriendo de un momento a otro y los chicos comenzaron a ir tras él, Hyunjin decidió seguirles. En solo un segundo el mayor perdió al chico de vista, aquellos idiotas se rindieron y siguieron su camino como si nada.
Hyunjin estaba un poco preocupado, no sabía por que, pero decidió buscar al chico, tal vez se sentía mal por no haber podido ayudarle cuando esos chicos le golpeaban.
Después de caminar durante un rato, sin rastro alguno del pecoso pudo ver un cuerpo a lo lejos bajo un árbol. Se acercó corriendo a él encontrándose con el chico boca abajo.
Sin pensarlo dos veces le dio la vuelta al menor para tomarle el pulso, por suerte aún tenía. Solo estaba inconsciente.
El mayor observó el cuerpo del contrario y pudo ver que su pierna estaba torcida y ensangrentada. Tragó saliva, aún no había comido y ver eso no era bueno para él, pero tenía que controlarse.
Tampoco podía dejarle ahí tirado, ¿que debo hacer? se preguntó a si mismo.
Con mucho cuidado Hyunjin tomó al chico entre sus brazos, ni el mismo sabía que estaba haciendo en esos momento, pero Felix se veía tan débil que simplemente no podía dejarle.
Luego de unos minutos caminando habían llegado a la casa del mayor, le faltaba el aire y el dolor de su abdomen era insoportable, tenía mucha hambre.
Al entrar al lugar dejó al chico con mucho cuidado en el sofá, cubriéndole con una manta.
Se dirigió rápidamente al sótano donde guardaba aquellos botes de sangre, no podía soportarlo más. Luego de terminar de beber Hyunjin se sentó en el suelo, pasando sus manos por su propio rostro mientras comenzaba a llorar, estaba frustado. Odiaba tener que vivir así.
ESTÁS LEYENDO
𝒔𝒘𝒆𝒆𝒕 𝒃𝒍𝒐𝒐𝒅; 𝒉𝒚𝒖𝒏𝒍𝒊𝒙
VampirosFelix es un chico que no tiene amigos, siempre está solo. Al salir de clases tiene que pasar por el bosque donde la mayoría de veces chicos de su instituto lo persiguen para golpearle e insultarle sin razón alguna. Hyunjin nació en una familia de v...