𝒔𝒘𝒆𝒆𝒕 𝒃𝒍𝒐𝒐𝒅; 𝒉𝒚𝒖𝒏𝒍𝒊𝒙

Capítulo 4

Hyunjin se sentía realmente mal por haberle hablado así al menor, pero no podía quedarse con él tanto tiempo. ¿Que pasaría si este baja al sótano? o peor aún, que el mismo no pudiera controlarse.

Tal vez era una locura salir con el tiempo
así, el mayor no sabía que hacer, estaba frustrado Sabía que el chico iba a odiarle, pero.. ¿no es mejor así?

Felix se cambió la ropa como pudo, pues no quería pedirle ayuda al contrario, pero la verdad es que dolía como el infierno.

—aguanta hasta el hospital, tal vez encontremos a alguien por el camino que pueda llevarte.—

El pecoso no respondió, sabía que no era responsabilidad del chico cuidar de él, pero no entendía por que le había ayudado y ahora quería deshacerse de él rápidamente.

Hyunjin se acercó a él, tomó sus manos con delicadeza sintiendo el suave tacto de estas, las colocó por encima de sus hombros y haciendo un poco de esfuerzo subió al menor sobre su espalda.

Felix sentía un dolor horrible en su pierna.

Al abrir la puerta una gran ráfaga de viento golpeó a los chicos, la nieve no dejaba de caer, pero el mayor seguía pensando en que tenia que llevar al menor lejos de él antes de que descubriera algo.

Caminaban por el bosque lentamente, pues era imposible ir de otra forma debido a la cantidad de nieve que había, no se podía ver nada pues esta caía sin cesar. Hyunjin no sabía donde estaban. Estaba completamente helado, se sentía cansado hasta que su vista comenzó a nublarse.

Quería seguir caminando pero no pudo más.

Felix por otro lado notaba como los pasos del chico cada vez eran más lentos, después de preguntarle un par de veces si estaba bien y que este no respondiera empezó a preocuparse. Pero no le dio tiempo a decir nada más cuando los dos cayeron al suelo.

El pecoso sintió un dolor horrible y un quejido se escapó de sus labios. Se incorporó como pudo para ver al mayor.

Su rostro estaba pálido y sus labios morados, cosa que le asustó.

—¿hyunjin?.— decía Felix una y otra vez mientras movía su cuerpo, pero era en vano, el mayor no respondía.

El pecoso no sabía que hacer en esos momentos, no podía caminar y Hyunjin no se movía. Tal vez iba a morir ahí.

El chico decidió tomarle el pulso, por suerte aún tenía. Felix se quitó la manta de los hombros y la colocó sobre el mayor, sabía que eso no ayudaría mucho, pero no podía hacer otra cosa.

Quería llorar por el horrible dolor que sentía en su pierna, pero es lo que menos me preocupaba.

Estaba temblando, hacía tanto frío que no podía soportarlo más. Se aferró a Hyunjin abrazándose a su cuerpo para intentar entrar en calor. Tomó las manos de este para calentarlas.

Su cabeza dolía demasiado, y sus ojos estaban nublados debido a la nieve. Escondió su rostro en el cuello del contrario, y debido al cansancio de quedó dormido.

Un rato después Hyunjin abrió sus ojos, encontrándose con Felix dormido entre sus brazos, estaba confundido pero poco a poco comenzó a recordar.

La manta ahora se encontraba sobre su cuerpo, el chico no podía creer que después de haberle hablado de esa forma el menor hubiera hecho eso por él.

Se sentía un completo idiota, Felix tenía razón. Era imposible seguir caminando y si se quedaban ahí seguramente morirían pronto, Hyunjin junto la poca fuerza que le quedaba y volvió a tomar al chico sobre sus hombros.

—Hyunjin..— susurró este medio dormido.

—Lo siento por no haberte hecho caso, solo descansa, volveremos a casa.— respondió sintiéndose demasiado culpable.

Luego de un rato caminando por suerte pudo encontrar el camino de vuelta. Al entrar a casa dejó a Felix con cuidado en el sofá, quitó la manta húmeda que cubría su cuerpo, pues así solo iba a tener más frío.

—Felix, despierta. Tienes que cambiarte de ropa.— dijo preocupado tocando el rostro ajeno, hasta que el chico comenzó a abrir sus ojos poco a poco.

El pecoso asintió débilmente, estaba pálido.

—te prepararé un baño para que entres en calor.— comentó el contrario observándole.

Felix asintió y espero a que el mayor terminase. Una vez listo Hyunjin le ayudo a ir al baño, y aunque estaba preocupado por si algo le ocurría, el menor simplemente le echo del lugar, diciendo que podía bañarse por si solo.

El chico aprovechó y bajó al sótano para beber sangre, pues no había comido en todo el día y su estómago dolía. Al mirar los botes solo quedaban tres, realmente no le quedaba mucho. ¿Que debía hacer?