Capítulo 7

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Felix abrió sus ojos lentamente y al mirar a su lado se percató de que el mayor no estaba, seguramente se había levantado temprano, pensó.

Con cuidado apoyo su pierna en el suelo para comprobar si el dolor era aún tan insoportable, por suerte había mejorado. Aún dolía pero podía mantenerse en pie sin ayuda.

El menor caminó hacia la ventana de la habitación, estaba todo nevado, a Felix le encantaba la nieve. Lentamente comenzó a caminar por la casa hasta que llegó a la cocina, encontrándose con Hyunjin el cual estaba cocinando.

—Buenos días.— dijo el pecoso con su voz adormilada y algo ronca.

—Buenos días, Felix.— respondió el mayor sorprendido y se giró para verle. —¿ya no te duele la pierna?.—

El menor negó rápidamente —ya no duele tanto, puedo caminar. Creo que las heridas se están cerrando.—

—Eso es genial, pero la próxima vez no dejes que te hagan algo así. Podrían haberte matado. Tal vez no puedas defenderte pero si tienes que esconderte hazlo, no dejes que te hagan daño.— Felix estaba confundido de por que el chico le decía eso justo ahora, pero asintió. —cuídate, ¿está bien?.—

—Lo dices cómo si fueras a desaparecer y no verme nunca más.— respondió el pecoso en forma de burla, lo que no sabía es que esas palabras eran realmente ciertas y dejaron a Hyunjin con un gran dolor en el pecho.

—Ya, no digas tonterías. Te hice el desayuno, espero que sea de tu agrado.— respondió el mayor entregándole este a Felix.

—¿y tú no desayunas?.— el menor estaba algo preocupado, pues nunca veía al mayor comer.

—está bien, ya desayuné hace rato, no te preocupes.— Felix asintió no muy convencido, pero que otra cosa podía hacer.

El menor recordó que fuera estaba todo nevado —¿podemos jugar hoy en la nieve? ya no hay tanta ventisca y no creo que por salir a la puerta vaya a pasarnos algo, por favor.— dijo haciendo un pequeño puchero.

¿y cómo podía Hyunjin negarse a eso?

—está bien, pero solo un rato y en la puerta.— aquellas palabras hicieron que Felix sonriera.

Después de desayunar los dos chicos se colocaron ropa abrigada, adecuada para la nieve. Se sentían tan emocionados como dos niños pequeños.

—¿listo para la aventura?.— dijo Hyunjin con una sonrisa mientras miraba al chico que se encontraba a lado.

—estoy más que listo.— respondió el más bajo levantando su mano.

El mayor abrió la puerta de casa y salió corriendo, Felix también quería correr pero era difícil, pues si pierna aún estaba adolorida.

El pecoso comenzó a hacer una bola de nieve y sin pensarlo mucho se la tiro al contrario. Hyunjin le miró amenazante e hizo lo mismo, así fue como comenzaron una guerra de bolas de nieve. Los chicos no podían dejar de reír, estaban disfrutando como nunca.

Felix no recordaba haberse divertido tanto en toda su vida, al igual que Hyunjin. Sus oscuras vidas ahora estaban comenzando a tener color.

—hagamos un muñeco de nieve.— comentó emocionado Felix.

El mayor asintió y los dos comenzaron a hacer aquel muñeco, al principio era algo extraño pero poco a poco comenzó a tener una buena forma.

—me gusta mucho verte tan feliz.— dijo Felix de la nada y el contrario sintió que su corazón iba a explotar.

—gracias.— es lo único que salió de sus gruesos labios, pues se había quedado sin palabras.

Siguieron haciendo el muñeco hasta que acabaron, pero faltaban los ojos. Felix se levantó para ir a buscar piedras, cuando esté volvía corriendo hacia el mayor, resbaló con la nieve y cayó sobre él. Hyunjin no pudo evitar reír por la torpeza del chico, pero al percatarse de que sus rostros estaban tan cerca comenzó a sentirse nervioso.

Sus respiraciones se mezclaban, y Felix se había quedado congelado mirándole. Sus ojos se encontraron, brillaban por el reflejo de la blanca nieve, o tal vez era más que eso.

Hyunjin bajó su mirada por inercia hacia los labios del menor, estaban rojizos al igual que sus adorables mejillas. Su corazón iba a estallar, sabía que sentirse de esa forma no iba a ser nada bueno, por lo que rápidamente apartó al chico de él.

—¿se encuentra bien tu pierna.— pregunto intentando evitar lo que acababa de pasar.

Felix asintió con una pequeña sonrisa, aún perdido en lo que había pasado segundos atrás.

Pasaron toda la tarde jugando hasta que empezó a anochecer, hacia bastante frío por lo que volvieron a entrar en casa. Los chicos tomaron un baño caliente cada uno en su momento.

Mientras Felix se bañaba el mayor volvió a colocar la televisión en el salón, el sofá ya estaba seco.

—Felix, si quieres algo de comer puedes mirar en el mueble de allí. La verdad es que me gustaría estar un rato a solas, espero que lo entiendas.— el menor se sentía ya bastante carga para el chico por lo que asintió.

Hyunjin se dirigió a su habitación cerrando la puerta tras él, se tumbó en la cama abrazándose a sí mismo. Tenía un nudo en la garganta, de un momento a otro las lágrimas comenzaron a caer por su rostro ¿por que tenía que ser justo ahora que su corazón comenzaba a sentirse tan bien? ¿por que tenía que ser feliz ahora que no le quedaba tiempo?

𝒔𝒘𝒆𝒆𝒕 𝒃𝒍𝒐𝒐𝒅; 𝒉𝒚𝒖𝒏𝒍𝒊𝒙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora