Capítulo final

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Unos pasos hicieron que Hyunjin se sobresaltara y abrió sus ojos para encontrarse con Felix bajando las escaleras, pero para su sorpresa esta vez traía un cuchillo en sus manos.

—¿que haces con eso?.— preguntó sobresaltado el mayor, ¿acaso estaba loco?

Felix caminó hasta llegar a su lado y se sentó junto a él. Delicadamente se quitó la camisa y tiró esta hacía cualquier lado de la habitación. Hyunjin no sabía que hacer, pero quería detenerle.

—no se que intentes hacer pero para, por favor.— el mayor no pudo decir nada más, ya era tarde.

Felix había pasado aquel afilado cuchillo por su propio brazo haciendo que este sangrara, lo acercó al rostro del mayor colándolo frente a sus labios.

—hazlo, bebe de mi.— dijo el chico mientras observaba el rostro ajeno.

Hyunjin sentía tanto dolor que no podía soportarlo más y ver la sangre del chico no ayudaba. Pasó su lengua suavemente por el brazo ajeno haciendo que Felix sintiera escalofríos, y sin más comenzó a beber.

Estuvo así durante un rato hasta que su barriga dejó de doler. Apartó el brazo del menor con cuidado y tomó su mano acariciando esta.

El mayor levantó su mirada y se encontró con Felix observándole, estaba tan cerca. El chico miraba los labios de Hyunjin y este no pudo evitar hacer lo mismo con los ajenos, se veían esponjosos y mentiría si dijera que no tenía ganas de probarlos.

Hyunjin no pudo aguantar más, llevó su mano hacia el cuello de Felix y le atrajo hacia él hasta que sus labios se unieron. Cerraron sus ojos y comenzaron a mover sus labios suavemente, encajaban a la perfección y la sensación era realmente agradable.

El mayor deslizó su mano hasta llegar a la mejilla del chico, acariciando esta de forma lenta y profundizando más el beso, hasta que tuvieron que separarse por falta de aire.

Los dos chicos seguían mirándose el uno al otro, Felix llevó su mano hacia la del más alto, la cual se encontraba en su mejilla y acarició esta levemente.

—quiero que me cuentes todo.— comentó el menor aún sin apartar su mirada del chico.

—te lo contaré, pero antes déjame curar tus heridas.— Felix aceptó, ¿como iba a negarse?

Había hecho todo eso en contra de la voluntad del chico, pero no quería perderle.

Subieron a la habitación donde los dos se sentaron en la cama, Felix tomó las manos de Hyunjin dejando pequeñas caricias en estas. El mayor le contó todo al chico, desde que sus padre murieron hasta día de hoy.

El por que nunca hablaba con las personas, por que había pensando tantas veces en ayudarle pero no lo hacía, por que estos días había estado tan insistente en que se fuera, cuando en realidad no quería eso. Y al final Felix había entendido todo.

—¿sabes como me sentiría si te llegas a morir, idiota? no vuelvas a hacer algo así. Buscáremos una solución para esto, no se como, pero no dejaré que te pase nada.— el mayor se aferró a las manos ajenas con más fuerza. —prométeme que no vas dejarme.—

—Felix..— el chico no sabía muy bien que decir en esos momentos. —

—Tal vez suene egoísta pero ¿sabes? nunca me había sentido tan feliz como ahora, cuando estábamos jugando en la nieve me olvidé de todo. Lo único que existía en ese momento para mi eras tú. Y sentí como si todo el gris de mi vida se llenara de color con solo mirarte, con solo verte sonreír.— aquellas palabras que habían salido de los labios de Felix dejaron a Hyunjin con el corazón a mil.

Dejó caer su rostro y se escondió en el cuello del contrario, esas simples palabras lo eran todo para él.

—puede que suene egoísta, pero no lo es, por que yo me siento igual. Te lo prometo, viviré por ti desde ahora y nunca me separaré de ti.— respondió el mayor, todo ese miedo que sentía se había ido.

Felix le abrazó con fuerza, nunca imaginó que algo de esto iba a pasarle a él, pero estaba tan feliz de estar junto a Hyunjin.

—te quiero, Felix..— susurró de repente el mayor, el corazón del chico se volvió loco en esos momento y se aferró aún más a su cuerpo.

—yo también te quiero, Hyunjin.— levantó su rostro para encontrarse con el ajeno y sonrió.

El mayor llevó su mano hacia la mejilla del más bajo, se acercó a él poco a poco hasta que nuevamente sus labios se unieron.

Felix decidió que partir de hoy buscaría en cualquier lugar una solución para que Hyunjin viviera, no quería perderlo. No quería perder a la persona que le había hecho sonreír, a quien había hecho que su corazón latiera de esa forma con tan solo unos roces.

Descubrió que la vida puede cambiar de un día para otro, que puedes enamorarte de quien menos espera, que nadie es lo que parece.

Lo único que les hacía parecidos acabó convirtiéndose en eso que los unió, tal vez el destino no era tan cruel como imaginaban.

𝒔𝒘𝒆𝒆𝒕 𝒃𝒍𝒐𝒐𝒅; 𝒉𝒚𝒖𝒏𝒍𝒊𝒙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora