Capítulo 8

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Felix se quedó abajo, realmente no quería molestar al chico. Comenzó a comer algo ya que tenía hambre, se quedó pensativo, nunca veía al mayor comer y eso le preocupaba ¿era verdad cuando decía que ya había comido?

El menor lo único que podía hacer era pensar en eso, pues tampoco iba a preguntarle, no quería ser un entrometido.

Pero ni si quiera le veía en la cafetería a la hora del almuerzo cuando iban a clases. Y es que Felix al no tener a nadie con quien hablar se fijaba bastante en los detalles, siempre notaba cuando alguien faltaba.

En un rato había terminado de comer, se sentía cansado después de haber estado todo el día jugando en la nieve.

Comenzó a caminar hacia la habitación del contrario, antes de entrar golpeó la puerta, pero el chico no respondía así que decidió entrar.

Con cuidado se sentó en la cama y pudo ver que el mayor tenía sus ojos abiertos, estaba completamente perdido y Felix podía notar que había estado llorando.

El menor se tumbó junto a él, las lágrimas del chico caían por su propio rostro. Felix llevó su pequeña mano hacia la mejilla de este y comenzó a acariciarle suavemente. Poco a poco deslizó su mano hasta llegar al suave y largo cabello del mayor, acariciando este con delicadeza. Hyunjin cerró sus ojos.

—cuando te sientas mal no te quedes solo, sabes que estoy aquí.— dijo Felix preocupado.

—Lo siento, pero no puedo.. mañana tendrás que irte.— respondió el chico dándose ñ la vuelta, eso dolía, dolía demasiado.

—pensé que te sentías bien conmigo.— el más bajo se sentía tan confundido, no entendía por que el chico cambiaba de humor con tanta facilidad.

—solo vete por favor, déjame— dijo el mayor casi gritando, Felix sintió un nudo en su garganta.

—crees que anoche no me di cuenta de como me mirabas o como acariciaste mi mano, cuando entrelazaste nuestros dedos y que has estado abrazándome toda la noche.— Hyunjin se quedó en blanco, sin decir palabra alguna. —Esta bien, lo entiendo. Mañana me iré temprano entonces.—

Felix se giró de la misma forma dándole también la espalda al chico.

Hyunjin se levantó de madrugada, su cabeza dolía. Se dirigió al baño para lavar su rostro, no estaba bien, sentía un dolor horrible.

Pudo notar como su estómago se retorcía, era tan doloroso que no podía soportarlo. Rápidamente bajo hacia el sótano, tomando aquel último bote que le quedaba.

Estaba harto. Sin pensarlo tiró el bote con todas sus fuerzas haciendo que este se rompiera al chocar contra el suelo. Hyunjin se apoyó contra la pared y se dejó caer poco a poco.

Nuevamente las lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas, se estaba descontrolando. Podía notar como aquellos afilados colmillos comenzaban a salir, tenia hambre, demasiada.

Desesperado tomó un poco de la sangre que había derramado, pero eso solo le hacía sufrir más. Sabía que era su final. El destino era cruel.

La vista de Hyunjin comenzó a nublarse, veía las fotos en la pared con sus padres y su abuela cuando era pequeño, el chico les extrañaba. El destino había sido cruel con todos ellos.

Sus ojos comenzaron a cerrarse lentamente hasta que un fuerte un ruido le hizo sobresaltarse.

𝒔𝒘𝒆𝒆𝒕 𝒃𝒍𝒐𝒐𝒅; 𝒉𝒚𝒖𝒏𝒍𝒊𝒙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora