Arenas Doradas (#Maytalia)

16: ¡Celosa!

Natalia sostenía el timón con demasiada fuerza, su ceño estaba fruncido además de fijo en el distante horizonte. Un martilleante dolor de cabeza tampoco la dejaba tranquila, ese canturreo que la tenía de los nervios era Mayden relatando sus hazañas con gran mimo y como era de esperarse, exagerando generosamente la historia. Y por supuesto que Laura se lo tragaba todo, o eso aparentaba, empujándose un trago de ron a cada tanto, después de gran parte del día solo le quedaba una última botella que bebía lenta pero abundantemente al compás de las palabras del joven pez. Aún no creía que Laura estuviera ahora entre ella y Mayden. Por supuesto, ella le ofrecía toda su atención, cosa que al pecesito le fascinaba. Le alagaba descaradamente con el doble sentido que sólo un habitante de la superficie podría comprender.

—...y claro, si no hubiese sido por mi intrépido valor— repetía el tritón sonriendo presumidamente —Mi inigualable cola, mi inteligencia, mi descomunal fuerza y mi carisma. Natalia ya no estaría aquí... ¿A que sí Natalia?—

La mencionada no dijo nada, no era necesario, ninguno de los presentes le prestaba atención al final. Laura volvió a empujarse la botella para después reír escandalosa y mirar coquetamente al tritón sin ninguna censura. Era una pirata sin lugar a dudas. A Natalia le daba asco, no lo negaría, es más, estaba esperando el momento para decírselo, ahí en la careta a ver si se le caía esa expresión de... Vale, se excedía, igual y Laura no merecía tanto. Entonces recordó lo que ocurrió los primeros días en la Quimera Carmesí. Sí, quizá en cualquier momento dejaría ir algún improperio de esos que solo los de la superficie conocen.

Natalia pensaba que si hubiera una forma más de incrementar la velocidad para arribar pronto a las Arenas doradas, lo haría y pronto. Mayden le había dicho a Natalia hacía un rato que se había encontrado a la doncella encerrada dentro de un barril que iba a la deriva por el mar. Le había parecido gracioso esa palabra para describir a alguien como Laura, pero como siempre no dijo nada.

Lastimosamente no era posible darle una patada y sacarla del Stallion, principalmente porque la muy... ella, se sabía al milímetro el mapa de las Arenas Doradas. Mayden había estado encantado con ella desde el principio por supuesto por esa razón, olvidándose claramente de que Natalia era la del trato. Realmente no se sentía en posición de decir nada, no por ahora que ya estaban tan cerca de esas magnificas islas.

¿Que tipo de riquezas habría encerradas entre esas arenas? Mayden había dicho que en sí no era el tesoro que un humano esperaría. Otra cosa que la joven prometida había discernido de los ademanes y gestos de la pirata al hacer mención a esas míticas Arenas Doradas, era ese maníaco brillo en sus ojos que la acreditaba como lo que era. Natalia recordaba la traición de la joven, no la culpaba ni le guardaba real rencor, pero no podía confiarse de ella y debía decírselo al Tritón. Laura los traicionaría si tenía la oportunidad, y Mayden le estaba ofreciendo muchas oportunidades.

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Alzó la vista hacia la rubia que borracha caminaba dando tumbos por la cubierta cantando la misma canción que Natalia había oído a coro con las otras piratas de la Quimera Carmesí.

—...y todos aquí, somos marineros sin barco y sin mar...—

Mayden volvió su mirada a Natalia con un gesto ceñudo y brazos cruzados. Le acababa de contar la historia de hito a hito, pero él no se veía tan convencido —Quizá seas tú la traidora—

—Al fin comprendes... espera ¡¿Qué?!—Luego de unos segundos de silencio de incredulidad gritó —¿Le crees a ella en lugar de a mi?— 

El tritón resopló expulsando gran cantidad de burbujas en el agua de su tanque, al principio parecía frustrado por la insistencia de Natalia, que por cierto, se hallaba cruzada de brazos. Pero cuando se derramó esa exuberante sonrisa acompañada de una tremendamente contagiosa risilla, Natalia no pudo más que forzarse a apretar los labios para no reír también.

—Estás celosa— gritó entre risas. Por allá atrás de ambos escucharon el golpeteo de Laura cayendo dormida al fin. —Celosa de que Laura se quede conmigo ¿no? por eso exageras lo pasado—

—Ya quisieras— bufó Natalia apartando la mirada para que su rubor no se notara —Y no exagero, ¡Por su culpa pude haber muerto ahogada en el fondo del océano!—

Ambos desplazaron sus miradas hasta Laura que roncaba sobre la cubierta muy a gusto. Mayden miró a su compañera de viaje con una ceja alzada y una miradilla de mirala, no mataría una mosca, cosa que Natalia tomó como un insulto.

—Oh vamos, ¿no te cabrearás por eso?

—No lo estoy, pero sólo eso te digo, Mayden. Cuando nos traicione no quiero oírte lamentándote...— exclamó rechinando los dientes y volviéndose al timón.

—Si, estáis molesta— canturreó el tritón en su tanque sonriendo galante y juguetón dedicándole una sonrisa que, aunque ella no lo viese, sentía justo en la nuca. Y para su sorpresa... no, no le desagradaba. —Era de esperarse, pero vale. Cuando lleguemos a las Arenas Doradas te recompensaré como es debido—

Natalia no se podía tomar a la ligera ese tipo de cosas, no es que la riqueza le importase demasiado, pero sabía que de igual manera un poco de oro real le daría peso a su llegada a las islas de Occidente. Con ese tal príncipe, con el que debía casarse.

—Realmente, me encantaría volver a caminar— su voz había perdido altanería, ahora era reflexiva, como si hablase consigo mismo. Natalia hizo acopio de toda su fuerza de voluntad para no interrumpirle —La pirata dijo que estábamos a unos pocos días, por lo que... Pensé en dar un paseo por la playa. Si, hace una infinidad que no camino... Y ¿Natalia?—

Se estremeció involuntariamente —¿Mayden?

—¿Podrías enseñarme a caminar?

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¡Muy buenas a todos! guapísimos 😂😂

Sólo quiero aclarar nuevamente que no tengo nada en contra de Laura 😂😂😂

¡Gracias por sus comentarios, votos y lealtad! No saben cuan feliz me hacen❤️❤️❤️

Hasta el próximo Cap 😜😂💛