«Ni avanzas, ni dejas avanzar II.»
Ahora hablaremos del segundo idiota que me rompió el corazón. A él lo conocí porque colaboraba en una página que un amigo tiene en facebook, en la que yo había entrado como nueva editora. Al principio me caía como una piedra en el hígado, porque cuando habló en el grupo de Whatsapp, parecía un idiota, arrogante, cruel, que no le importaba nada y que me lastimaría, ya saben, como a mi me gustan, JAJAJAJAJAJAJAJA alv :c
Nunca me interesó hablarle, porque como se expresaba, me daba a entender que era igual, que mi primer amor y en ese entonces, esa pérdida, estaba un poco reciente. Bueno, un día dijo algo en el grupo que me gustó tanto que le dije "Eso va pal’ estado" en el mismo grupo y luego le insinué que fuera a verlo —una vil excusa para que guardara mi número y así ver sus estados— dicho y hecho, me dijo que me iba a guardar para poder verlo. Primera cosa que me sale bien JAJAJA :c
La cosa es que me respondió un estado y ahí comenzamos a hablar todos los días, a todas horas y cuando fui conociéndolo, me di cuenta que no es tan mala persona como aparentaba y me empezó a caer bien... Demasiado bien, diría yo. Sonará muy cliché, pero me atrajo su manera de tratarme, y su manera de ser —después de que lo traté, claro—
Él tampoco se quedaba atrás, siempre me hacía entender que yo le interesaba, y eso me gustaba; siempre me hacía comentarios digamos, perversos *inserta lunita de whatsapp*. Si le decía algo como "Tengo hambre" me respondía cosas como "Ven comeme a mi" JAJAJAJA. Nos conocimos en persona, lo cual no cambió nada en lo absoluto. Fue en una reunión de la página y en toda la puta reunión no le quité los ojos de encima.
Nada, después de ahí estaba yo como al principio: me gustaba un idiota. Lo que no quería aceptar, pues mi corazón no había cicatrizado y temía que las heridas volvieran a abrirse, por intentar usarlo. No lo voy a negar, cuando acepté que me gustaba, se lo dije, y sucedió lo inesperado: me dijo que yo también le gustaba.
Pero no tuvimos nada porque queríamos conocernos bien. Luego de semanas del suceso, un 7 de junio, me pidió que fuera su novia, lo cual acepté gustosa.
De ahí en adelante, todo era bueno, malo en ocaciones, pues él es complicado, y yo digo quítate, soy igual que él en ese aspecto. Discutíamos pero siempre lo arreglábamos cuando nos veíamos en persona. Nos tratábamos mal, pero nos amábamos, porque si, me enamoré de él, de sus defectos, de su voz, su risa tan contagiosa, sus labios, todo de él me encanta, si en presente.
Y cuando pensé que había encontrado mi otra mitad, empezaron los problemas. Tal y como mi primer amor, todo color de rosa al principio, luego se fue tornando oscuro; Éste segundo, muy lindo y amoroso al principio, pero después con el paso de los días se puso distante, no me escribía, me ignoraba, se enojaba por todo y por nada. Yo no quería que la relación se fuera al carajo, hice todo lo que estuvo en mis manos para salvarla, pero ya saben, a veces amar no es suficiente, si el otro no pone de su parte.
Entonces con mis acciones, en vez de salvar la relación, terminé hartándolo. Me dolía bastante ver que lo que pensé que iba a durar años, duró meses. Me dolía pensar que ya no iba a formar parte de su vida, ya que me sentía tan a gusto, que pensaba que todo obra para bien y que este segundo amor había llegado para sanar mi corazón y ayudar a cicatrizar las heridas dejadas por mi primer amor, pero me equivoqué, este segundo amor, abrió las heridas recientes.
Terminó la relación. Sufrí, lloré, me enojé conmigo misma por ser tan tonta, por permitir que mi felicidad dependiera de una persona. No volví a conocer la felicidad, hasta que llegó un gran amigo a mi vida. En la misma página de facebook donde conocí a mi segundo amor, conocí a mi mejor amigo. El que me enseñó que una gran amistad puede curar cualquier corazón roto.
Gracias a mi mejor amigo he podido llevar la desilusión de mi segundo amor.
La decepción que me hizo llevar mi segundo amor, hizo que se fortaleciera mi corazón, sin perder la esencia bondadosa que vivía y vive en mi. Le doy gracias a él porque me hizo comprender muchas cosas.El me sigue tratando como si le interesara, es decir, he llevado una amistad con derecho, con mi segundo amor, por así decirlo, él no ha sido capaz de dejarme ir. Dirán: “Eres demasiado pendeja” y puede que así sea, pero ¿Qué más da?
No sé que pasará entre los dos. Puede que el cambie, puede que yo me enamore de alguien más y ya deje de estancarme en el mismo charco del cual me costó tanto salir con mi primer amor, puede que el que se enamore de otra persona sea él y me saque definitivamente de su vida. Él dice que me ama, pero ¿Cómo creer algo como eso, si él es el que pone la distancia entre nosotros? ¿Cómo creer eso, si el que actúa como si yo no le importara es él?
Y la verdad, nadie está en posición de juzgarme por lo que acabo de decir. Pues generalmente, cuando uno está enamorado, le pueden fallar 99 veces, y siempre verá lo bueno, porque así es el amor.
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Ganar o Perder En El Amor ®
Roman d'amour"El amor, el amor... Un arma de doble filo, capaz de lastimar por dónde quiera que se le eche mano, pero al mismo tiempo la única cosa que le da sentido a nuestra existencia. Estos son fragmentos donde se expresan en qué manera ha cortado el amor a...