SUEÑOS POR CUMPLIR / MIKOAN

CAPITULO 1: EN UN MUNDO NUEVO

Suena el despertador. Son las 8:30. Llegó el gran día que todos esperamos. Antes de continuar, quiero presentarme. Me llamo Joan, tengo 22 años y soy de un pueblo de las Islas Baleares. Me encanta la música y es precisamente mi pasión por ella, la que me ha llevado a estar aquí, en un hotel de Barcelona y a menos de un día de poder convertirme en uno de los 16 concursantes de OT 2018.

Han sido duras las semanas en que hemos vivido mis compañeros y yo, castings, canciones, veredictos, nervios, etc. La verdad es que soy un chico muy tímido, me cuesta mucho abrirme a los demás, pero aún así siento que, en el caso de entrar, lo haría con las personas con las que  podría llegar a abrirme. Son todos muy majos.

Mi compañero de habitación, Dave, seguro que ya está abajo desayunando. A las 10: 30 vienen por nosotros para llevarnos a plató a ensayar. Me ducho, me arreglo y bajo a desayunar. Cuando me monto en el ascensor una de mis compañeras se cuela antes de que se cierren las puertas. Es Marilia. Junto con Miki es la persona con la que más ha hablado desde los castings.

- Ma: Ay, buenos días Joan. Estoy nerviosísima.

- J: Buenos días, Marilia. Tranquila que seguro que con esa voz tan bonita esta noche te convertirás en una de las primeras en cruzar la pasarela.

- Ma: Jo, muchas gracias Joan.

La joven canaria rodeó mi cuello con sus brazos y me dio un tierno beso en la mejilla. La sentía como mi hermana pequeña. Ojalá podamos disfrutar juntos de esta experiencia. Desayunamos y nos montamos en el autobús rumbo al plató para ensayar y prepararnos para la gala. En el autobús me senté con luis. Es muy buen chico, también había congeniado muy bien con él. También quería que entrara, aunque bueno todos se portan conmigo genial, y por eso no sabría decir quienes no debían entrar.

La tarde pasó entre nervios, risas, canciones y charlas en los sofás de plato, mientras íbamos ensayando individualmente. Fuimos todos y cada uno de nosotros pasando por peluquería y vestuario. Faltaban muy pocos minutos para entrar a plató cuando empezamos a abrazarnos todos con todos. Eran puros y verdaderos, pero especialmente me gustó el de mi compañero de Terrasa, Miki. "Esto lo vamos a vivir juntos y hasta la final, amigo", fueron sus palabras al abrazarme.

Empezó la gala, todos mis compañeros fueron cantando. Eran increíbles. Pero irremediablemente, mientras cantaban Marilia y Miki, una sonrisa se dibujó en mi cara y una sensación de orgullo inundó mi pecho, más aún cuando les dijeron que eran concursantes oficiales. Roberto me llamó al sofá. Era mi momento. Me quedé muy satisfecho con el trabajo realizado. Me valoraron y .... SIIIIIIIII. Me habían dicho que estaba dentro. ¡Qué alegría!

Cruzamos todos los elegidos la pasarela. De entre los seis compañeros que habían puesto en duda, el jurado salvó a Damion y a María. Los profesores salvaron a Sabela, otra de las chicas con la que también había hablado mucho durante el proceso de preselección. Y antes de que el público escogiera al último nos indicaron que nos fuéramos a la academia y allí lo recibiríamos.

Finalmente fue Carlos quien entró al final de la gala. Estaba muy contento aunque echaría mucho de menos a Luis y Rodrigo. No solo nos enseñaron toda la academia, sino que, además, conocimos a los profesores y fuimos al salón a ver vídeos y mensajes que mandaron algunos familiares. Además, nos hicieron preguntas, gracias a las cuales me pude entrerar de cosas que no me atreví a preguntar durante los castings a causa de mi timidez, como por ejemplo las parejas. Me di cuenta de que todos teníamos pareja excepto Dave, Carlos, Alba, Famous y África, aunque esta última estaba un poco indecisa.

Acabó el chat y mientras cenábamos algo, otros se iban duchando y poniéndose el pijama. Yo, en verdad, prefería esperar y ducharme el último, ya que por mi timidez, no me sentía a gusto desnudándome delante de personas con las que no llevaba mucho tiempo. Estaba esperando en la terraza con María y África, que ya se habían puesto su pijama y cuando se fueron a acostar decidí ir a ducharme. 

En el pasillo me encontré con Marília, que me dio un beso  de buenas noches y se marchó con su peculiar alegría a pesar de las altas horas de la madrugada. Estaba todo en silencio y solo quedaba yo en el pasillo. Entonces cuando fui a abrir la puerta de la ducha me encontré algo que no esperaba.

Lo único que vi fue el cuerpo de un chico de espaldas y completamente desnudo. Tenía todos los músculos de la espalda y los glúteos súper trabajados, probablemente iría al gimnasio. En una milésima de segundo ocurrió todo. Abrí, me di cuenta de la imagen y el chico giró la cabeza. Era Miki. Solo atiné a decir "perdón, no sabía que estaba ocupado" y cerré la puerta.

Me miré en los espejos del pasillo. Estaba muy colorado. Fui a echarme agua en la cara. ¡Qué vergüenza! No quería que pensara que quería verlo así o algo parecido. A los 10 minutos o así, salió Miki:

- M: ¡Ay Joan qué susto! Pensaba que no había nadie.

- J: Perdón por haber entrado así Miki. Debería haber llamado antes a abrir la puerta- Dije agachando un poco la mirada.

- M: No te preocupes- Dijo sonriendo y poniéndome una mano en el hombro- ¿No te vas ya a a dormir?

- J: Me voy a duchar y me acuesto.

- M: Vale, que descanses- Y diciendo esto me acercó y me dio un beso en la mejilla.

Me gustaba que Miki, aunque fuera hetero, no fuera el típico tío sin sensibilidad ni tacto. Se le notaba diferente a lo que había visto tiempo atrás. 

- J: Tú también- atiné a decir, mientras ves como se marchaba dirección a la habitación.

Tras esto, entré en la ducha, dejé que el agua cayera por mi cuerpo, me puse el pijama y me fui a la habitación , todo ello bajo la presencia de una sonrisa que se había instalado en mi cara y que no había forma de quitar.  Me tumbé en mi cama y el sueño venció el peso de mis párpados.