Cuando era pequeña, mi padre solía contarme historias de terror y veíamos películas de miedo todo el tiempo.
Podría decirse que desde ahí el amor a lo paranormal y a lo desconocido surgió.
Leí las historias y comencé invocando en 2014 por curiosid...
Hola, un pequeño saludo a esas 30 personitas o más que me han estado leyendo y gracias por eso. ::)
Jeff... Creo que me voy a adelantar un poco, pero es lo mejor para que no se emocionen; no he invocado a Jeff.
Jeff the killer es uno de los creepypastas más conocidos de todo internet, compitiendo con el también famoso Slenderman por el primer puesto. De igual modo internet está lleno de fotos y videos falsos contando su supuesto avistamiento, aunque no soy quien para juzgar.
Bueno, yo anteriormente había mencionado que yo viajaba para llegar e ir del colegio a mi casa y viceversa. Pues el caso es este.
Rumbo a Farallón tengo que pasar por un pequeño y caluroso pueblo llamado Cardel o San Isidro. El camino está lleno de puentes peatonales, pues es una carretera masiva; igualmente llena de árboles y lejos de la sociedad (o sea, no hay casas cerca).
Ese día había salido a las 2:20 pm del colegio, por lo que el autobús de comisión o más bien "escolar" había llegado más temprano por nosotros. De todos modos tarda un poco más, pues pasa por 3 escuelas diferentes.
Unos 20 minutos después finalmente llegó, y por lo que puedo recordar en ese momento me encontraba agotada. Así que decidí dormirme un rato pequeño.
Al cabo de un rato desperté por las risas de mis compañeros, visualicé un poco mi entorno y miré enfrente mío. Estaba un puente peatonal, pero lo extraño es que había alguien parado de espaldas que tenía un suéter blanco cubriéndole la cabeza. En ese entonces mi yo paranoica fui y le comenté lo que había visto a mi mejor amiga. Decidí tranquilizarme, ya que pudo haber sido una persona normal...aunque bueno, Cardel es caluroso. ¿No?
Ya en mi casa comí una rica sopa y seguí durmiendo. Al despertar me percaté de que mi madre no estaba porque iba a Yoga de 5 a 8. Aburrida, decidí llamarle a una amiga para salir a caminar. Farallón es un pueblo boscoso muy pequeño; cuando digo pequeño es que verdaderamente todos nos conocemos entre sí y no puede pasar gente desconocida porque hay policías en la entrada y salida. Así de mamador.
Nahomy y yo caminamos un rato por las afueras de una alberca y nos encontramos a un amigo llamado Carlos; nos paramos y nos quedamos platicando unos segundos, hasta que vi detrás de Carlos.
Una persona con un suéter de color blanco, cabello negro y súper alto estaba caminando lentamente con las manos en los bolsillos y la cabeza viendo hacia abajo del otro lado de la carretera. No sé por qué no le podía ver la cara, se veía un poco distorsionado al igual que su cabello. Muy extraño.
En ese momento sentí algo extraño...en el que debía salir corriendo a ver quien era y el que estar así de alto no era normal. Cuando finalmente decidí correr a alcanzarlo ya lo había perdido de vista, voltee a todos lados de la carretera y no había absolutamente nadie.
Esas fueron las únicas posibles veces que llegué a ver a Jeff the killer. Nunca lo invoqué, pues le tenía miedo.
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Por lo que recuerdo esto me pasó el mismo mes (no recuerdo el día que vi a Jeff) y dos años después, enero del 2018. Al principio pensé que era lapicero o alguna marca porque acababa de despertar, pero juro que no tenía eso ahí el día anterior. Apreté mi hombro para ver si dolía y no, lavé fuertemente con jabón de manos y para bañarse y tampoco. Nunca supe qué fue, la marca fue desapareciendo con el paso de los días.