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—Oh, ¿hay alguien aquí?

El salón de profesores estaba por lo general vacío a esta hora.

—Oh, ¿eres tú Kwon? Vamos a casa juntos tan sólo una vez. —dijo una voz a Ji Yong, quien se encontraba arreglando las cosas en su escritorio distraídamente para poder irse a casa.

La voz le pertenecía a su compañero de trabajo, Lee SeungHyun más conocido por sus compañeros de trabajo como Seungri, que estaba dándole vueltas a una llave en su dedo.

Aun cuando vestía un traje, Seungri tenía un aura de "un ser humano perfecto". Por ello, atraía bastante la atención de las jóvenes estudiantes. Parecía la clase de persona a la que querías acercarte, pero si lo hacías no debías tomarlo en serio. Las chicas inteligentes podían sentir el peligro y pensaban en eso como una de sus atribuciones negativas.

Por esa razón, Kwon Ji Yong era el mejor objetivo para su afecto. Intrigaba a las chicas con su naturaleza sutil y su apariencia andrógina pero masculina a la vez. Aunque parecía ser un solitario o una de esas "bellezas frías", era bastante abierto así que las estudiantes femeninas lo perseguían, simplemente porque hombre y mujeres, jóvenes o viejos amaban las cosas bellas.

Ji Yong miró fijamente a Seungri.

—¿Qué? —preguntó Seungri.

—Nada, —respondió Ji Yong—. Es sólo que es raro que me invites, eso es todo.

En su mente pensaba: Probablemente haga esto una vez al año.

—¿En serio? —dijo Seungri fingiendo ignorancia—. Bueno, para serte honesto, tengo un motivo oculto.

—¿Motivo oculto? —Seungri podía ser una persona dura, pero nunca sería cruel con Ji Yong y eso era del conocimiento del profesor—. ¿Qué ocurre? ¿Necesitas dinero o algo? —preguntó casualmente.

—Ehhh... algo así. —murmuró Seungri.

—Nos faltan dos semanas para que nos paguen y ¿ya no tienes dinero? —preguntó Ji Yong incrédulo—. Eres tan descuidado como siempre.

—Si pudieras prestarme algo de dinero para poder hospedarme en un hotel... —dijo Seungri.

—¿Tienes una buena razón para ello? —demandó saber Ji Yong.

—No es la gran cosa, —explicó Seungri—, pero mi apartamento está sufriendo unas reparaciones y el calentador del agua se ha arruinado. Fui a preguntarles a los vecinos y tienen el mismo problema. Puse una queja pero no saben cuántos días tomará. Así que no tengo agua caliente.

—¿Y? —dijo Ji Yong.

—Entonces... ¿podría usar el baño de tu casa? —solicitó dulcemente Seungri.

—¿Por qué yo? —preguntó Ji Yong—. ¿No dijiste que no sabes cuánto tiempo durará? Entonces, ¿por qué no te vas a quedar a la casa de tu amante o algo?

—Oh, ¿no lo sabías? Estoy libre por el momento. —dijo Seungri como si no fuera la gran cosa.

—Bueno si no tienes un amante, estoy seguro de que tienes otro lugar a donde ir. —dijo Ji Yong razonablemente, mientras pensaba: "Debe de haber cientos de chicas esperándolo."

—Pero entonces querrían que haga algo por ellas, —se quejó Seungri—. Desde que me pusieron a cargo de los estudiantes de tercer grado, he estado tan estresado que al llegar a casa sólo quiero relajarme. Si me quedara con una chica que ni siquiera fuera mi novia, tendría que servirle toda la noche... ¡sería una tortura!

—Ya veo, —dijo Ji Yong.

Servirle, eh.

—En momentos como este, lo mejor es tener amigos... —dijo Seungri lleno de esperanza.

—Paso, —dijo cortantemente Ji Yong.

—Entonces, traeré algo... ¿Qué? —Seungri se detuvo sorprendido.

—Tienes cientos de amigos a parte de mí, —dijo Ji Yong.

—¿Y eso qué? —protestó Seungri—. Además, tu apartamento no está muy lejos del mío.

Ji Yong pensó un momento. —Supongo... como a quince minutos en auto.

Pero toma casi una hora caminando... eso está realmente lejos.

—Entonces, ¿por qué no puedo JiYoooong? —Seungri suplicó.

Ji Yong vio a Seungri con una mirada pícara y a la vez llena de rencor. —Porque eres un haragán. Cuando venga a casa cansado del trabajo no quiero ir a limpiar tu desorden.

—¿Qué? ¡No lo soy! —argumentó Seungri, se sentía insultado.

—Lo que sea, ¿por qué no usas la ducha del gimnasio antes de ir a casa? —sugirió Ji Yong—. Eres el consejero del club después de todo, aunque sea sólo de nombre... ves como todos sudan sin derramar una gota tuya.

—Eres despiadado.

—Bien, que tengas buen día, Profesor Lee. —Ji Yong levantó su maletín y dejó el salón.

Seungri vio como desaparecía en el oscuro corredor y sonrió. —Sabía que diría que no... entonces ¿por qué me molesté en preguntarle?

Seungri quería pasar tiempo con Ji Yong hoy por alguna razón desconocida. Aun cuando tenía un favor legítimo que pedirle, sólo quería una excusa para poder pasar tiempo con su compañero de trabajo. Quería llevar a Ji Yong a su apartamento y luego decirle algo como: —¿Quieres cenar algo? —Lo que fuera para que pudieran pasar la noche juntos. Pero no sabía por qué quería hacerlo.

—¿Qué estoy haciendo? —Seungri sonrió amargamente y se cruzó de brazos—. Permaneció en silencio un momento después de que le pregunté, debí haberlo sorprendido.

En esos momentos Ji Yong le pareció alguien muy preciado.

Aun cuando Seungri jamás lo admitiría, esos sentimientos de amor que había tenido en aquel entonces estaban resurgiendo nuevamente. Se había apresurado a entrar al aula de profesores sólo para ver a Ji Yong. Pero no quería que Ji Yong se percatara de ello, así que lo llamó tan casualmente como le era posible. Era tan poco común de Seungri no era normal que se sintiera de esta manera.

Momentos después, Seungri se arrepintió profundamente de no haber seguido a Ji Yong ese día y no haberlo convencido de que pasaran la noche juntos.

『Amantes prohibidos』 » GTOPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora