002

1K 119 1
                                    

SeungHyun no podía recordar cómo llegó a casa. No pudo sentir el sabor de la cena. Su programa de televisión favorito parecía ser tan distante y aburrido. Cuando su madre le insistió que tomara un baño, lo hizo, pero en cuanto se quitó la camisa y se vio en el espejo del cuarto de baño, se sorprendió. Unos largos y rojos arañazos cubrían su espalda. Había varios de ellos.

La imagen lo trajo de vuelta a la realidad. Se acordó de como Kwon se había aferrado a su espalda en desesperación, rogándole que se detuviera. El cuerpo de SeungHyun se llenó de una gran vergüenza. Las marcas rojas eran sangre seca, dejadas por el intento de resistirse de Kwon.

—Apuesto a que el profesor Kwon sentía un gran dolor... —susurró SeungHyun tristemente a su reflejo en el espejo.

SeungHyun conocía lo básico de como dos hombres tenían relaciones juntos, más que nada por sus curiosos amigos que tenían bastante conocimiento sexual. Tenían conversaciones de cómo creían que debía ser de doloroso, pero también algunas personas decían que se sentía bastante bien. Sin embargo, ninguno de ellos lo había experimentado así que no podía saber si en realidad era doloroso o placentero.

Pero SeungHyun no lo había hecho por curiosidad. Amaba al profesor Kwon. Lo amaba tanto que no le había sido posible contenerse. No sabía porque no había pensado en las consecuencias de sus actos o en los sentimientos de Kwon o en su castigo o en lo que dirían sus padres si se enteraran...todas las cosas que una persona racional hubiera pensado. Su raciocinio se había ido volando.

Era su último año de preparatoria, el año que tenía que realizar los exámenes de admisión para ingresar en la universidad. Incluso tener una novia normal sería mucho problema, pero había hecho algo como esto.

—Escucha, no sé si me amas o qué, pero yo no tengo esa clase de sentimientos por ti.

¿Cuándo fue que SeungHyun se dio cuenta que amaba al profesor Kwon? Al principio había pensado simplemente que el profesor era bastante bello, sin importar que se tratara de otro hombre, sin importar que se tratara de un profesor de la escuela. SeungHyun había sido impresionado por él.

El profesor Kwon era popular entre los estudiantes y siempre era el tema de los chismes de las alumnas. Cada día SeungHyun escuchaba una historia distinta acerca de él, su profesor se había vuelto un tipo de celebridad en su mente. "Si tan sólo se fijara un poco en mí, si tan sólo pudiera acercarme más a él." Eran pensamientos que cruzaban por la cabeza de SeungHyun. En algún momento SeungHyun había comenzado a ver al profesor Kwon como alguien especial.

Tan pronto como se percató de ello, sabía que estaba enamorado. Había visto con envidia a las chicas que le daban chocolates al profesor Kwon para el Día de San Valentín o comida que habían hecho en la clase de Educación para el Hogar. No había podido evitar el sentir envidia. Se sentía incómodo al ver la gran cantidad de personas que parecían estar enamoradas de Kwon.

—Estaba tan profundamente enamorado que debí simplemente haberle confesado mis sentimientos —murmuró SeungHyun.

Sin importar cuanta lujuria había sentido, quizás debió haberla ignorado.

Profesor...

Sí SeungHyun hubiese sabido que se iba a arrepentir tanto, simplemente le hubiera confesado sus sentimientos sin importarle que los dos fueran del mismo sexo o la diferencia de edades. Aun cuando sabía que Kwon no saldría con él.

Al usar el nombre del profesor Lee Seungri, el buen amigo de Kwon y profesor de Estudios Sociales, SeungHyun había citado al profesor Kwon a aquél salón.

SeungHyun suspiró.

—No sé si me amas o qué, pero no tengo esa clase de sentimientos por ti.

—Es obvio... —murmuró.

Era tan natural de que Kwon lo odiara.

Lo que hice fue un delito.

—Dame algo de tiempo para pensar que puedes hacer para remediar esto —interrumpió su maestro—. Después de todo aún queda un año entero para que te gradúes.

—Remediarlo, ¿eh...?

¿Pero existía algo que pudiera hacer para remediar esto?


『Amantes prohibidos』 » GTOPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora