Capítulo 6: Tormento

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Narradora:

La peliazul se despertó en medio de la noche, al escuchar los gritos de su hermano, cosa que la asustó por completo. Se levantó rápidamente de su cama, y se dirigió a la habitación del pelimorado. Tocó la puerta varias veces, pero su hermano no le abría...
Así que, aunque a su hermano no le gustara, optó por entrar a la fuerza... Consiguió las llaves de repuesto, y aunque el menor tenía puesto el seguro, la mayor logró quitarlo...
Luego de lograr entrar al cuarto, notó que el chico se revolvía muy inquieto en su cama... ¡Incluso, estaba llorando... Mientras murmuraba cosas ininteligibles!...

La peliazul se acercó al pelimorado, muy angustiada...

-¡Hermano!... ¡Hermano, despierta!... ¡¿Qué tienes?!...- Empezó a sacudirlo, tratando de despertarlo.

Luego de varios intentos fallidos, por fin logró despertar al chico, el cuál dio un gran brinco en su cama, lleno de desesperación y sudor frío...

Con su cuerpo tembloroso, volteó la mirada hacia su hermana...

-¿Milly?...- Susurró, entre llanto.

-¡Tranquilo, ya pasó!...- Lo abrazó, intentando calmarlo- ¡Sólo fue una pesadilla!...- Acarició su cabello, con suavidad.

El pelimorado, sin saber porqué, se refugió en el calor de su hermana mayor, cosa que casi nunca hacía... Su orgullo y su desprecio hacia el contacto físico con los demás, le impedían dejarse ser consolado por otra persona, pues no le gustaba mostrarse débil. Sin embargo, esta vez, sí sentía la necesidad de un abrazo lleno de protección, consuelo, y cariño.
No importaba si estaban peleados, o no... ¡La promesa de estar siempre el uno para el otro, se mantenía allí!...

Por su parte, la chica estaba consternada... ¿Qué pesadilla tan horrible pudo tener Bonnie, como para gritar así?...
Recordaba que hace algunos años atrás, Bonnie solía tener episodios y comportamientos extraños... ¡Pero con el tiempo, eso se le fue quitando!.
Nunca se le prestó verdadera importancia, pues el chico solía decir, que no era nada grave, y que esa era su manera de ser... ¡Con los años, aquello cesó, tranquilizando a la mayor!...

Lo que la peliazul nunca supo, era que aquellos episodios, no habían cesado... ¡Pero el pelimorado había aprendido a ocultarlo muy bien, y a disimular!...

¡Sin embargo, esta vez, no pudo!...

Luego de algunas horas, el menor logró calmarse un poco, sintiéndose preparado, para finalmente, soltarse del abrazo de su hermana. Ella, al verlo, un poco más tranquilo, decidió bajar a la cocina, a servirle algo de leche caliente, pensando que con eso, se sentiría mejor, y descansaría. El pelimorado empezó a tomarse la leche, de a pequeños sorbos, intentando controlar sus nervios, y sus pensamientos...

A pesar de que la chica le instó en repetidas veces, que se abriera con ella, y le contara cuál había sido su pesadilla, él se negó, volviendo a adquirir su postura de siempre... ¡No iba a hablar... No, más bien, no quería hablar de ello!, ¡Se negaba rotundamente a hacerlo!.

La peliazul, al ver que no hablaría, decidió rendirse, y cambiar de tema. Tampoco tocaron el tema del peliturquesa, ya que ambos seguían molestos por eso, aunque de una manera diferente...
Finalmente, y luego de conversar un rato, el más bajo logró quedarse dormido, en compañía de su hermana, quién decidió quedarse en la habitación, hasta que el otro se durmiera... ¡De esa manera, ambos se quedarían más tranquilos!...

Milly, al ver a su hermano, más calmado, decidió regresar a su habitación para intentar dormirse, sin dejar de estar atenta al chico, por si éste tenía otra pesadilla... ¡Sin embargo, el resto de la noche pasó con normalidad!, ¡Cosa que alivió a ambos hermanos!...

¡Homofóbico!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora