Heterosexualidad ── MinKey (Pausada)

❛ Capítulo I ❜

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—Hyung, llegaremos tarde —Le llamó la suave voz de aquel rubio, quien lo empujaba con no mucho cuidado sobre su cama. Esta situación era un tanto rara para TaeMin, puesto que siempre era él quien se quedaba dormido y KiBum lo despertaba.

Por otro lado, el azabache se removió. Era lunes y solo a él se le había ocurrido salir a tomar semejante día.
Uno de sus típicos suspiros salió de sus finos labios, apoyándose en sus codos y alzando únicamente el torso. Entre abrió sus ojos con pereza y un ligero dolor de cabeza. "Tonta resaca y tonto yo", pensó.
Frotó sus sienes para relajarse y unas pequeñas manos le tendieron un vaso de agua, junto con una aspirina.

—Te escuché llegar hasta tarde y medio torpe, supongo que tienes resaca, así que esto quizá sirva —KiBum soltó una risa y seguidamente esbozo una sonrisa. TaeMin podía ser bastante dulce cuando quería.

El vaso ya se hallaba entre sus manos y la aspirina en su boca. Dio un trago largo, suspirando al haber terminado de tragar aquella pastilla.
Se levantó con total pereza, caminando hacia el armario y poder tomar algo de ropa linda. Escogió con cuidado lo que usaría, aunque claro, para él todo su armario era lindo y tenia un estilo impecable.

—Hyung, rápidoooo —Insistía el menor, delineando sus ojos y dándole a entender a KiBum porque hacia aquello. El mayor soltó una risa suave, llamando la atención del rubio — ¿Qué ocurre?

—¿Quieres que me apure porque pasara JongHyun por nosotros? —Sabía que había dado en el blanco cuando las mejillas de TaeMin se tiñeron de un rojizo adorable —. Tranquilo, ya me muevo.

Sin más, se dirigió al baño y se deshizo de su ropa, tomando una ducha que relajó todos sus músculos.
Tras haber finalizado, secó su cabello con la secadora y ayudándose de la toalla que siempre colocaba en su cabello. Se vistió a la velocidad de la luz y terminando, decidió darse pequeños toques de maquillaje, colocándose bálsamo con un ligero tono rosado.

Salió del cuarto de baño, encontrándose con un TaeMin a punto de caerse dormido. Bien sabia que levantarse a estas horas le resultaba tedioso.
Lo empujó suavemente por el hombro, intentando despertarlo y como si fuera por arte de magia, sonó la bocina del Jeep de JongHyun, cosa que levantó al menor de inmediato.

—¡Vamos, hyung! —Sonrió ampliamente, tomando su mochila. En la entrada tomó sus converse negras y salió corriendo por el pasillo, siendo seguido a duras penas por KiBum.

Bajaron por aquel elevador, llegando hasta el lobby del edificio. Ambos saludaron al portero que se encontraba en ese turno y salieron por fin. Lee casi se dirigió hacia aquel vehículo dando saltitos de pura alegría, haciendo reír al azabache, quien lo seguía desde atrás.
Ambos subieron al jeep del mayor, TaeMin encontrándose en el asiento del acompañante y Key en los asientos traseros.

—Hola, Minnie —Le saludo JongHyun con un beso en la mejilla, haciendo sonreír al mencionado —. Hola, Bum. ¿Qué tal están? —Cuestionó con una sonrisa decorando su rostro mientras tomaba rumbo hacia la dirección donde se encontraba su universidad.

—Bastante bien, ¿Adivina? ¡Hoy me levanté temprano! —Su emoción fue notoria, haciendo reír a los dos azabaches, pero lo que les generó una risa nueva fue ver al rubio bostezar con total pereza —. Pero creo que moriré por eso, ¡Dijiste que llegarías a las siete con veinte!

—Lo sé, lo sé, pero me quede dormido —TaeMin frunció el ceño al escuchar aquello, pellizcando el antebrazo del más grande entre los tres y simplemente se cruzó de brazos, mirando por la ventana. Sus dos hyungs ya conocían el temperamento que tenía y más aún estando con el cansancio encima.

KiBum y JongHyun continuaron hablando de cosas comunes y tal vez sin mucha importancia; por otro lado, también intentaban contentar a TaeMin y esto fue posible cuando el moreno sacó un banana milk de su mochila, haciendo sonreír otra vez y permanecer tranquilo.
Por su parte, Key se cuestionaba internamente el porqué esos dos no eran pareja ya, si era más que obvio lo que sentían por el otro y ante su perspectiva, debían aprovechar que sus sentimientos son correspondidos, todo lo contrario a los suyos.