❛ Capítulo XI ❜

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Ojalá el tiempo pasará tan rápido cuando se trata de matar los sentimientos del corazón. Las semanas seguian su curso y un torpe MinHo no paraba de intentar comunicarse con KiBum, quién observaba su celular los cientos de mensajes que le había dejado y las muchas llamadas perdidas que tenía, sabiendo que muy posiblemente le pediría hablar, pero no más.
Kim KiBum ya no viviría detrás de alguien que no lo ama, aún si su corazón le dolía horrores por lo mismo.

—¿Hyung? —la suave voz de TaeMin le llamo desde la puerta de su habitación que se encontraba abierta.

Hizo un ademán con su zurda, permitiendo que pasara y el menor se sentó en la orilla de la cama, observando con atención al joven de cabellos rosados.

—¿MinHo te sigue llamando? —su cabeza se movió en un asentimiento ante aquella pregunta y dejó el móvil en su mesa de noche —. Hyung, creo que tal vez deberían hablar y...

—No, TaeMin —un suspiro de agotamiento salió de sus labios —. No volveré a caer, porque sé que si lo miró a los ojos e intentamos arreglar esto, caeré de nuevo y jamás podría matar lo que siento.

TaeMin asintió, agachando la vista y apretó los labios, no sabiendo qué decir.
Jugueteó un poco con la sábana, decidido a preguntar de nuevo.

—¿Escribirás la carta? —una de sus cejas se alzó al cuestionarle aquello, siendo ahora KiBum quién suspiró.

—Sí, tengo que. Mi manera de decirle cómo me siento fue la incorrecta y merece una explicación mayor —el menor sonrió con ligereza —. Necesito que tú o Jjong se la entreguen, porque claro está que yo no deseo hacerlo.

Esas palabras hicieron reír un poco a los dos amigos y el mayor abrazó un momento a Lee, dejándole un beso sobre su cabello.

—Y tienes que retocarte. La raíz ya se ve —le sonrió, acomodando algunos mechones rebeldes del contrario.

—¿Crees que un morado opaco me luzca bien? —KiBum contestó con un "sí" alegre, besando otra vez su cabello.

—Por supuesto, bebé. A ti todo te luce bien siempre.

Tras decir aquello, se escuchó el timbre sonar y las miradas de ambos se conectaron, comunicándose de esa manera.
Lee negó, dándole a entender que no se trataba de JongHyun y con eso basto para que Key sospechara que se trataba de MinHo, por lo cual se mordió el labio inferior con nervios.

—Dile que no estoy. Iré a esconderme, ¿Si? Sabes que no deseo verlo —el más bajo se levantó de la cama, cerrando la puerta de la habitación ajena y caminando a la entrada de su departamento, encontrándose efectivamente con el moreno.

TaeMin alzó un poco su cabeza para mirarlo de forma fija, esperando a que él hablara primero y Choi solo se pudo rascar su nuca con nervios.

—Tae... ¿Se encuentra KiBum? Necesito hablar con él —las ojeras del más alto le dieron a entender al menor que no podía dormir bien tampoco y le fue imposible no notar esa tristeza en sus ojos.

—Por ahora no está. Él salió —contestó firme, intentando sonar convincente y que la mentira no fuera notoria.

MinHo asomó la cabeza por encima de la del ajeno, notando el impecable apartamento y ningún rastro de Key, ni siquiera su mochila, por lo cual comprobó así que no estaba en casa.

—¿Sabes a qué hora volverá? No contesta mis llamadas y... Estoy preocupado.

—Mira, hyung —TaeMin dió un paso adelante, haciendo retroceder al alto y saliendo de su hogar, cerrando la puerta —. De verdad que KiBum hyung está mal y... No necesitas intentar buscarlo más.

Heterosexualidad ── MinKey (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora