El caso es verte al recordarte.
Quizás el dolor marchó a pie
y el anochecer me deja
a cada instante que amanece
mostrando luces a lo lejos
debajo de un manto brillante.
Anochece estando el día.
El que al iluminar tapa
despiadados planes.
Si existe llave, existe cerradura.
Presos hielos del cubero
sacrificándose al vaso
y este a la bebida.
No para (de) pensar
y hablar sinmigo mismo
a solas, cuando no hay nadie.
Testigo y homicida mueren a hierro
y el hierro murió por eso.
El cobre no se funde con el oro.
No intentemos lo inintentable.
Lo que a filo se abre ,
a hilo y aguja se cierra.
Para siempre.
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Y no recordaré lo que existió
PoesíaUtopia, el lugar que no existe...o el lugar que no puede ser.
