Alud

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Me sentí atrapado,

cuando el viento

maquilló el cielo

como si fuera cemento.

Lo siento si lo nombro,

solo lo nombro si lo siento,

quizás me calle, solo quizás

lo que guardo dentro

y todo estalle,

se cambió a negro.

El que no esté a bordo,

que no dude,

y salte antes

del sordo trueno,

de gente ausente,

que traen aludes.

Pero no conscientes

de los que sienten,

empieza ya el miedo.

Atento y desconcierto

que produce ese perfume,

que existe y huye

corriendo con el viento.

Nos trajo recuerdos,

y cuántos de los varios atajos

fueron flechazos sangrando

que aún conservo.

Perforaciones

que recorren el mundo

de lo incierto,

atando y anclando,

dando y perdiendo 

en ochenta versos.

Vivos en ataúdes

que pintan de ocres,

soplan los colores,

mientras me despierto

para morir de nuevo.

Y no recordaré lo que existióDonde viven las historias. Descúbrelo ahora