Cuantas veces di flores
sin ser primavera
y mis futuros rematados
en escaparates al peor postor.
Entre lo que fue
y lo que pudo haber sido
hay una rutina del fracaso
contra mi vocación de estar vivo.
Entregué miel, lo confieso
y el panal se llevaron.
Entre la bebida culpo al humo,
porque por él no veo mi sed.
Y duele tanto vivir de memoria
o que pase lenta la agonía.
Y el dolor aprendió a convivir
y me saluda a duras penascada día.
Hay tormenta de arena en el corazón
y si sopla el viento hoy
que no me extrañe el frío.
Cuanto quise, lo admito,
a pesar de los problemas
y gustos que la casualidad se dio.Por sustos a fuego y lamentos a cenizas
y fueron consuelos malbaratados.
Si supieras, pasé conmigo mismo toda mi vida
pensando en centavos los recuerdos de propina,
con techos de nubes y baños de llovizna
esperando el para siempre en cada despedida.
¿Cuánta sangre tiene que salir
para saber que están cortando?
Las cosas invendibles del error,
de saber que te estoy perdiendo,
y dejo de verte
y comienzo a imaginarte,
y sigo embriagándome
de este falso nacar en desvelo.
Intenté regatear la realidad
desde la mañana en la cama
sintiendo las partes frescas
donde antes eran cálidas.
Y el dolor dolía menos,
la alegría y deshonra eran secretos
condenados a libertad perpetua,
y el viento era tan solo un susurro.
Entre el deseo y la necesidad
de preguntarte en este invierno
si es cariño lo que se prende fuego
dentro tuyo o es solo un hálito efímero .
De que si me merezco
lo peor o lo mejor
o empiezo a dejar esta vana pretensión
porque la piedad es para los domingos
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Y no recordaré lo que existió
PoesiaUtopia, el lugar que no existe...o el lugar que no puede ser.