Capítulo 3.

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Estuvo fijándose con ayuda del mapa en que nadie estuviese despierto en la torre, cuando se aseguro se escapo a merodear sin rumbo fijo, pues la verdad en esos momentos era capaz de irse a las mazmorras del murciélago* con tal de no dormir más.

Ya muchos pisos atrás del territorio de los leones vio que la biblioteca estaba cerca del camino y decidió ir a ver que cosa interesante podía encontrar para leerse un buen rato, así de paso saber que le estaba sucediendo. Llegó a la sección "normal" y solo encontró la teoría más básica de los sueños, la cual sorpresivamente era una rama rara en el mismo estudio de medimagia, así que mejor se dirigió a la sección prohibida antes de que Filch o alguien quisiera arruinar sus planes. Entre buscar material más útil y andar probando unos interesantes tomos (de magia dudosa) leyendo la famosa materia, paso un tiempo considerable pero estaba tan inmerso en su lectura que casi no se percata de eso ni de que alguien se acercaba.

Busco en el mapa como un rayo, eran Draco Malfoy y Anthony Goldstein casi corriendo, ¿Que diablos hacían allí?, pensó. ¡Oh! se le olvidaba que el primero era prefecto* pero ¿y el otro?... Disimulo un poco los libros en la mesa y se cubrió con la capa.


–¿Qué rayos quieres Goldstein? Ya deja de seguirme.– se escuchó la demandante voz del Slytherin.

–Tranquilo Dray, no te enojes. Sabes que solo busco que aceptes mi cita.– respondió el Ravenclaw con un tono juguetón.


Por alguna extraña razón Harry permaneció en su lugar muy atento, en vez de largarse como cualquiera lo haría.


–En primer lugar. Yo nunca te di permiso para que me llamaras así y en segundo, no voy a aceptar ninguna "cita" de cuarta contigo nunca así que olvídalo.–Exclamó más molesto de lo habitual encamino de irse pero no se lo permitieron.

–Por favor no te hagas el difícil que yo bien se que te gustó aquel beso ¿o me lo vas a negar?– dijo burlón tratando de acercarlo más así mientras lo acorralaba.

–Hazte a un lado maldita sea, claro que lo voy a negar porque me tomaste desprevenido sino te crucio hasta el cansancio, quítate ¡ya!.– respondió empujándolo con fuerzas pero aquel solo lo volvió a jalar igual de atrevido

–Uhh ¡con que el gatito quiere sacar sus garras! jajajaja, ya deja de negarlo. Te gustó ¡y te mueres porque se repita!, es más apuesto a que solo quieres que te lleve a mi c..– No pudo terminar porque le calló un enorme puño en la cara que lo hizo tambalear estoicamente.– ¡Idiota que te pasa!– gritó al paso de forcejeos ya violentos con el furioso rubio.

–¡Suéltame maldito imbécil! ¡No sabes con quien te metes infeliz!–amenazó Malfoy sin dejar de mandarle unas fuertes patadas e insultos a cada momento pero todo empeoro cuando lo quiso tomar del cuello.

¡Relashio!–Apareció Harry liberando al rubio hecho una furia aventando muy lejos al otro solo para ir y meterle otro puñetazo dejarlo inconsciente.


No se explicaba bien la enorme furia de ver como el idiota de Anthony se quería sobrepasar con Draco... ¿Desde cuando lo llamaba por su nombre?.


–¿P-potter?– el rubio estaba sorprendido de lo sucedido pero más de esto último.– ¿Qué no se supone que debes estar dormido como todo el mundo aquí? No son horas de estar vagando como si nada.– Dijo tratando de sonar frio como siempre mientras se acomodaba la túnica, es que saberse defendido por el lo ponía como idiota.

La Verdad del Amor. [Harco]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora