¿Quién dijo que sería fácil? / Jacob Black y tú. [Terminada]

(72) Visita inesperada.

Me senté en el sillón mientras veía como Renesmee dormía plácidamente a mi lado, parecía un angelito.

Mi teléfono comenzó a vibrar y respondí con rapidez.

-¿Si?
-___
-Dime papá.
-Van para allá unos amigos tuyos, dicen que vinieron desde Phoenix para verte.
-¡¿Qué?! ¿Quienes eran? ¿Cuando vienen?
-Eran dos chicas, una tintada de morado con ojos extraños y otra castaña, también iba un chico, moreno, ¿o era rubio?

Suspiré llevando mis manos a la cabeza, no estaba aportando mucha información.

-... Ah y deben de estar al llegar.
-¡¿Al lleg... -No terminé la frase cuando escuché en motor de un coche, genial. -Estan aquí papá, te llamo luego.

Colgué el teléfono y alcé la vista, todos los Cullen miraban dudosos quienes eran los que estaban en la puerta.

-Esto... son mis amigos, Charlie les dijo que vinieran aquí.

Todos se mantuvieron en silencio, Renesmee bostezó y se estiró en el sofá.

-¿Que amigos? -Preguntó Bella, me encogí de hombros.
-Ire a ver.

Comencé a caminar dejando a los demás atrás, inmóviles en sus sitios.
Llegué a la puerta y tomé el pomo, lo giré y abrí la puerta de una vez.

-¡¡___!! -Tres voces gritaron mi nombre al unisonio.

Me fijé en sus rostros con detenimiento.

-¿¡Natalia, Violeta, Astrid!? -Casi grité yo también de la emoción.

Natalia Richter es amiga mía desde la guardería, su cabello es castaño y tiene las puntas teñidas de morado, sus ojos sin morados debido a que utiliza lentillas, realmente son color café, es alta y con buen cuerpo, no para de decir bobadas y de gastar bromas, eso es lo que me gusta de ella.
Violeta Gálvez, a ella la conocí en secundaria, su pelo es castaño y corto, algo ondulado, sus ojos oscuros y delgada, es bastante bipolar, en algunos momentos está deprimida o en otros riendo como loca.
A Astrid, Astriz Amaya también lo conozco desde la guardería, junto a Natalia siempre hemos sido inseparables, ella es de físico normal, pelo color negro azabache, sus ojos son color café y algo achinados, es desconfiada con las personas que no son cercanas a ella, le encanta bailar y dibujar, se pasa las tardes lluviosas escuchando música mientras dibuja o hace diversos pasos de baile.

Abracé a todos con entusiasmo, los había echado mucho de menos, con ellos pasaba la mayor parte de mi tiempo en Phoenix.

-¿Que hacéis aquí?
-Venimos a visitarte, ¿no lo ves? -Contestó Violeta.
-¡Pasad!

Entraron a la sala de estar donde estaban todos los Cullen, se mantenían relajados y con una sonrisa.

-Bienvenidos, mi nombre es Carlisle. -Les saludó.

Todos ellos se presentaron.

-¡Bella, cuanto tiempo! -La abrazaron, también quedaba con ellos aunque no tan frecuentemente.

Ellos se acomodaron rápidamente a la estancia y comenzaron a charlar animadamente.

-¿Y cuánto tiempo os vais a quedar?
-Estaremos una semana. -Respondió Natalia.
-Por cierto, ¿dónde están los hoteles? -Preguntó Astrid.

Emmett rompió a reír y los demás lucharon por contenerla.
Los tres miraron sin entender.

-Aquí no hay hoteles. -Informó Esme.
-Con suerte hay supermercados. -Rió Emmett.
-¿Como? -Violeta parecía no creerlo.
-¿Y donde vamos a dormir ahora? -Maldijo Natalia.
-¡Dormid aquí! Hay sitio de sobra.

Todos miramos a Alice con los ojos abiertos como platos, ¿piensa correr el riesgo de alojar a 3 humanos?

-N-no, no queremos molestar. -Negó Astrid.
-No lo hacéis. -Insistió Esme.

Comenzaron a mirarse entre sí, miré a Carlisle, buscando aprobación, la encontré.

-Claro chicos, podéis quedaros.
-E-esta bien, muchas gracias, trataremos de molestar lo menos posible.
-No os preocupéis por eso.

Bella y yo nos encargamos de enseñarles sus dormitorios asignados, en casa de los Cullens habían habitaciones de sobra, pero ellos decidieron dormir los 3 en el mismo, era uno muy ámplio, con una cama de matrimonio y otra más pequeña, armarios, sillones, baño propio...

Me extrañó que los Cullen tuvieran una habitación adaptada para humanos.

Ellos dejaron allí sus maletas y bolsos.

-Bueno contadme, ¿qué tal las cosas por allí? -Les pregunté.
-Nada nuevo, clases, salidas, y muchas fiestas. -Todos rieron.
-¿Y a tí? ¿Como te va? -Preguntó Violeta.
-Muy bien, Forks está genial después de todo.
-¿Y cuándo piensas volver? -La pregunta de Natalia me dejó en blanco.

Agradecí que se escuchara la puerta pues segundos después entraba Jacob a la sala junto a nuestra pequeña.
Miró con el ceño fruncido a los nuevos visitantes, y miró con más intensidad a Astrid quien acariciaba mi cabello con tranquilidad.

Me levanté y caminé hacia él.

-Hola cariño. -Besé sus labios. -Ellos son, Natalia, Adtrid y Violeta, unos amigos de Phoenix.

Jacob les saludó con una sonrisa cerrada, pasó su brazo por mi cintura.

-Hola pequeña. -Besé la frente de Liv y ella se abrazó a mi cuello, la tomé en brazos. -Ella es Liv.

Preferí no especificar, además, no es bueno idea que se acerquen mucho a ellos, aún no controla su don y no queremos que ocurra ninguna locura.

-¡Que linda! -Exclamó Astrid acercándose a mí para acariciarle la mejilla.

Ella sonrió ampliamente mientras miraba el rostro de Astrid
Violeta y Natalia hicieron lo mismo.

Liv aparentaba una niña de casi dos años, crecía con demasiada rapidez.

-Bueno, estaréis cansados del viaje. -Dijo Bella.
-Si, estoy agotada. -Afirmó Natalia.

Los tres se despidieron y se dirigieron a su habitación.

-¿Duermen aquí? -Preguntó Jacob.

Yo asentí.

-Es peligroso.
-Lo sabemos, pero solo estarán una semana.
-Podremos disimular.
-Exacto, por ahora es mejor que todos vosotros descanséis, nosotros nos encargaremos de la comida y esas cosas. -Informó Carlisle dirigiéndose tanto a Bella, Edward y Renesmee como a Liv, Jacob y yo.

Jacob llevó a Liv en brazos durante el trayecto y no tardo mucho en quedarse completamente dormida entre ellos.
Cuando la acostamos, besé su frente y nos dirigimos a nuestro cuarto.

-¿Que tal os ha ido? -Le pregunté a Jake.
-Muy bien, le he enseñado varias cosas a la pequeña, me ha resultado bastante impactante verla así..
-Si, yo tampoco me esperaba que fuera un licántropo. -Dije sincera, aunque era notable la angustia en mi voz.
-¿Que ocurre? -Preguntó Jake acariciando mi mejilla.
-Solo me asusta... me asusta el hecho de que Liv sea tán especial, puede llegar a ser un peligro para ella y eso me aterra.

Jacob se quedó en silencio y me cubrió entre sus brazos.

-Si, es bastante especial, pero eso no tiene porqué ir en su contra, va a ser feliz, va a estar protegida por todos nosotros, ser diferente no es malo, ¿no?

Hizo que pusiera una pequeña sonrisa y mis miedos se disiparan un poco, tenía razón, ella va a estar muy bien protegida, jamás dejaré que le hagan nada a mi pequeña.

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