¿Quién dijo que sería fácil? / Jacob Black y tú. [Terminada]

(49) Un para siempre eterno.

Sentí como Jacob vino hacia mí con más rapidéz de lo normal.

-Recuerda que ahora tienes más fuerza de yo.
-Ups, lo siento. -Dije separando con cuidado mis brazos.

Jacob puso sus manos en mi cadera y enredé mis brazos en su cuello, esta vez con la mayor delicadeza posible.

-Sigues siendo tú. -Dijo mirándo mis ojos con ternura.
-Sí, soy yo. -Mi mirada se perdió en la suya.
-Tus ojos siguen siendo esos hermosos ojos y te sigues sonrojando con esa facilidad.
-No soy la vampira que esperabas...
-Si, ya me lo ha explicado Edward, así que... tu corazón aún late.
-Exactamente. -Coincidí.
-Que sepas que tienes dos.

Le miré sin entender.

-Mi corazón también es tuyo ___ .

No pude resistirme más ante sus palabras y rompí la distancia que separaban nuestros labios, esa oleada de sentimientos me recorrió por completo, sentí su aliento chocar con el mío y nuestros labios moverse a la par, era algo realmente incomparable.

-Te amo ___. -Susurró.
-Yo a ti más Jake.

Volvió a unir nuestros labios, no sentí ningún indicio de perder el control, de hecho, me sentía relajada, calmada, feliz.
Todos mis miedos y preocupaciones se disiparon, al fín estaba junto a la persona con la que quería estar...

A los pocos minutos se escucharon unos pequeños pasos, dirigí mi vista hacia donde provenían y ví a Renesmee, ahora mucho más grande, parecía una niña de 6 años en vez de una de meses.

Sonrió ampliamente al verme y corrió hacia mí, me puse de rodillas y la abracé con fuerza.

-Pequeña. -Dije acariciando su largo cabello castaño y rizado.

Ella colocó su mano en mi mejilla, proyectándome imágenes de nosotras antes de que me convirtiera y por último de ella a mi lado mientras estaba insconciente.

-También te he echado de menos. -Le dije y besó mi mejilla.

Entramos a casa con los demás, todos se alegraban de mi nuevo e inesperado cambio.
Carlisle seguía sin encontrarle explicación alguna.

Me dí cuenta de que había anochecido y me sentía cansada, por lo que supuse que dormiría, al igual que Renesmee.

-¡Casi se me olvida! -Dijo Alice, yo la miré confusa.
-Tienen un regalo para tí. -Me informó Bella
-¿Enserio?
-Ahora eres de la familia, pensamos que te gustaría, o bueno, os gustaría. -Dijo Esme con una maternal sonrisa.
-No hacía falta.
-Ven, vas a ver tu regalo. -Alice me tomó del brazo.

Todos excepto Alice, Bella, Edward y Jake se despidieron de mí con un abrazo y un 'Felicidades'.

-Pásalo bien. -Dijo Emmett con media sonrisa, le miré sin entender y Bella le lanzó una mirada asesina.

Salimos de la casa de los Cullen y comenzamos a caminar, seguí los pasos de Alice quien iba uno delante de mí.

-¿Qué le habéis dicho a Charlie estos 3 días? -Le pregunté a mi hermana.
-Le dijimos que estarías a partir de ahora conmigo en casa de los Cullen.
-¿Cuándo podré verle?
-Si quieres mañana le aviso para que venga, si crees que podrás  aguantar su olor.
-Si, podré, gracias.

Entonces sentí unas manos tapando mis ojos.

-Ya casi llegamos. -Dijo Alice, la causante de que no pudiera ver nada.

Por fin nos paramos, Alice retiró sus manos de mis ojos y lo primero que ví fué una pequeña casa, de piedra y de madera, tenía grandes ventanas y era preciosa.

-Espera, ¿mi regalo es la casa?
-Ta-Chan. -Dijo Alice señalándola.

Abrí mis ojos como platos, ¿una casa como regalo?

-El decorado es de Esme, está impaciente por saber que te ha parecido. -Dijo Bella
-Me encanta, es preciosa. -Dije admirando cada detalle de la fachada de la casa.
-Como ahora estarás con nosotros pensamos que querríais vuestra privacidad, además, sois los únicos que necesitáis dormir, también es para Jacob, nos has ayudado demasiado con Bella y ___ , queremos agradecerlo. -Las palabra de Edward sorprendieron a Jacob.
-Vaya, g-gracias. -Dijo sorprendido, Edward rió.
-Bueno, no os entretengo más, aquí tenéis la llave. -Me tendió una llave. -Mañana nos decís que os a parecido. -Alice sonrió a Jacob y besó mi mejilla, Bella y Edward también se despidieron de nosotros antes de marcharse.

Miré a Jacob y puse una sonrisa.

-¿Quieres verla? -Dije, él rió y tomó mi mano.
-No esperaba esto de ellos. -Admitió.
-Te dije que eran buenos.

Sé que la relación vampiro-lobo no es muy buena pero se han estado ayudando mucho unos a otros.

Introduje la llave en la cerradura y abrí la puerta, daba a un hermoso salón-cocina, era una sala muy ámplia, la cocina de colores más oscuros y el resto de la sala de colores claros, después había un pequeño pasillo donde había un baño también ámplio, al final, dos habitaciones, una pequeña individual y la de matrimonio, ésta última con baño propio, estaba perfectamente decorada y resultaba realmente acogedora, era una casa preciosa.

-Es perfecta. -Dije aún mirando mis alrededores.

Sentí unos cálidos brazos en mis caderas.

-Lo es. -Coincidió.

Me giré para quedar de cara a él y mirar sus ojos, después sus labios, estos últimos los besé con ansia.

-No sabes lo que te he hechado de menos estos últimos días, el miedo que tenía... -Confesó.
-Pero, estoy aquí contigo. -Puse una mano en su mejilla. -Y lo voy a estar siempre, ahora podemos estar juntos muchísimo tiempo.
-Si, para siempre. -Concluyó.

Esta vez era un para siempre distinto, un para siempre eterno.
Jacob volvió a besar mis labios, pero con un beso diferente, era más que un beso, era amor....

Como si con ese beso nos demostráramos todo cuanto nos amamos y nos necesitábamos.
Llegamos hasta el dormitorio y caímos en la cama, yo encima de Jacob, sin despegar sus labios de los míos retiré su camiseta y pegué su ardiente cuerpo al mío, al poco tiempo mi ropa también estaba fuera de mi cuerpo, y nuestros cuerpos podían complementarse a la perfección.

Esta vez no fué como las demás, esta vez podía ver su rostro, su cuerpo, todo con más claridad, con nuevos ojos, disfrutando de cada milímetro de su cuerpo y de cada centésima de segundo que pasaba con él, con la persona que más amaba y la que más voy a amar durante toda mi eternidad.

--
¿Os gusta? ❤
A mí me ha encantado escribirlo.