Filofobia

Capítulo 31

• Infiltración •

Ochako se quedaría a dormir en su propia habitación ¿Cómo logró Bakugou convencerla?
Fácil, "si duermes ahí seguro que recordarás todo, cara redonda" y así fue como Ochako estaba entrando a su habitación. No ocurriría nada, todos se lo aseguraron, todos.

Entro cautelosamente, miró asustada las sábanas y entró con delicadeza. El aroma era diferente, no había Nitroglicerina. Intentó cerrar los ojos, eran temprano para dormir sólo las 7:45 PM

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El nerd estaba aún en el entrenamiento.

Denki fue el primero en entrar, no había nada fuera de lo normal, los pósters de All Might, las figuritas de acción, todo sobre el héroe número uno, los cuadernos de héroes, miró todo y parecía normal, bueno, norman dentro del frikismo de Midoriya.

Bakugou fue el siguiente en entrar, la ventana dejó entrar una ráfaga de aire y con él el cuerpo de Katsuki.

Denki abrió los cajones de ropa y miró algo decepcionado.

Bakugou levantó las sábanas de la cama sin ninguna delicadeza.

—Viejo, no hagas desorden. —Susurró el rubio acercándose a su compañero, un golpe los hizo mirar el suelo. Denki había pateado por accidente una caja, intentó no reír al ver el corazón dibujado sobre el cartón. Lo levantó mientras Bakugou se alejaba a mirar más cosas.

Bufó mirando los pósters del friki, el aire volvió a soplar, parecía que iba a llover, un recordatorio de que tenían que ser rápidos en su inspección.

Denki levantó la tapa de la caja y miró curioso su contenido, un flechazo cruzó su mente y nervioso volteó a ver a Katsuki.

15x26 cm, pensó Kaminari.

Bakugou miró el dobles que se levantó en aquél poster enorme entre los demás.

—Viejo, mirá esto. —El cenizo volteó a ver, Denki apuntó el lente de la cámara hacia él.

Kaminari se rascó la nunca.
—¿Una puta cámara? — preguntó el ceniza enojado.

—Parece que mide lo mismo que el objeto… Que-... — Cerró la boca, talvez sólo era una estúpida coincidencia, era imposible que Midoriya hubiera atacado con eso a su mejor amiga.

Bakugou entrecerró los ojos.

—¿Para qué mierda?

—Yo lo vi una vez con la cámara, venía de la cocina, esa vez que a Uraraka le tocó lavar los trastes. —Informó dándole vueltas al objeto.

El cenizo se la quitó de golpe y el sonido áspero de los truenos en el cielo los hizo correr a la ventana que dejaron abierta, pues la lluvia se dejó caer con toda su fuerza haciendo que aire, hojas y gotas de lluvia entraran a la habitación.

Cerraron las ventanas y miraron que algunas cosas se habían mojado. Denki jaló la sábana para secarlas, pero el peso era exagerado para una sábana normal. —¿Ahora qué? —gruñó tirando con más fuerza.

Katsuki prendió la cámara y comenzó a tratar de entenderle al artefacto para ir a la galería.

Kaminari harto de sus intentos se acercó a la cama y levantó un poco la almohada para desatorar la sábana que estaba atascada.

—¡¡Mierda!!! —Denki gritó tirándose hacia atrás. Con una cara de asco.