Blue

Capítulo 5

Con el paso de la semana no pudo evitar, aunque siendo sinceros, el mecanismo de defensa al que estaba acostumbrado, por más que quisiera, era el dilema al que desde niño se acostumbró, estar apartado de los demás por los insultos de ser el hijo de un ebrio e hijo de puta que golpeaba a su mujer o sino por la inteligencia nata, apodado como el cerebrito creído, no lo pudo evitar y saco ventaja, sintiéndose superior, degradando más las pocas probabilidades de tener amigos, ni se diga después de llegar Jared, ya no habría caso de gastar saliva en cosas obvias.

Harry venia cada anochecer luego de las siete y por más que quería entablar una civilizada conversación con él, lo ignoraba olimpiacamente contestando con un comentario sarcástico o monosílabo, parecía que Harry no se rendía, con una simple conversación, viendo que Draco estaba en las mismas.

Sintiéndose mal cada vez que recordaba todo aquello, lo único que pudo hacer él era pensar y gracias a su nueva fortaleza, paseaba de un lado a otro del rectangular espacio que tenía vacío por la habitación, pensando en cómo romper alfo del hielo, porque siendo realistas, nunca se habría tanto con alguien pasajero, pero al menos demostrar un pedazo de lo que estaba agradecido

Cuando tuvo la respuesta fue a las completas, pues casi se aproximaba la hora en la que Harry llegaba, así que con todo lo que Harry pudiese conocer se dispuso a hacer su mini juego

Unos toques en su puerta lo exaltaron ya que estaba tan concentrado, respiro y arreglando lo que había hecho, se dirigió hacia la puerta, teniendo cierto desconcierto al verlo.

Parece que no eres tan puntual cómo crees presumir -bufo Jared- ¿Qué esperas? Tu príncipe te espera princesa

Faltaban cinco minutos, viendo que ya no había caso gastar saliva, se limitó a salir dignamente mientras cerraba con llave su cuarto, temporal, claro

Llego a la entrada, extrañado al ver a Harry sonriente en el marco de la puerta.

Que te valla bien en tu cita, ricitos -susurro Jared antes de irse por la puerta que daba a la cocina

Hola señor Potter ¿pasa algo? -pregunto con una ceja alzada

Ah, no, no te preocupes, te he dicho que dejes de llamarme "señor Potter", sino Harry -puso las manos adentro de sus bolsillos y agrego; -solo que pedí permiso a Mcgonagal y me concedió que fuéramos a un lugar fuera de aquí, ya sabes aligerar el ambiente

Oh, si, por supuesto me encantaría -sonrió nervioso ante esa sorpresa

No hay más tiempo que esperar, vámonos -se apartó y le dio lugar a Draco para que saliera

Estaba en el auto, agarrando nerviosamente las fichas y pensando en cómo llegar a ese tema, cuando un empujo lo hizo volver a la realidad, espantado, volvió su vista, para alterarse mas, la suavizo cuando vio que pasaba con Harry, parecía poseído

So stop with your crying, I can't hadle now -lo veía mientras lo señalaba y hacía ¿ventriloquia? No lo sabía, pero si sabía que Harry se estaba volviendo loco

Harry, ya deja de hacer eso me asustaste -puso una mano en su pecho y reparo en que el estéreo salía una canción y solo sonreía mientras lo miraba articular gesto y medio a medida de la canción

You tell everyone our love went cold -golpeaba el volante con las manos danzarinas y aunque estaba algo fuera de tono, ya que sonaba una voz aguda, se le escuchaba bien en grueso

Sonriendo, pero sin saber que más hacer solo tamborileó sus piernas al compás del ritmo que se tenía la canción, después de otras dos, llegaron a un restaurante, sencillo y de buena pinta

Bienvenidos caballeros, ¿tienen cita? -pregunto la recepcionista

Si, Harry Potter -sonrió Harry

Claro, síganme -cuando la chica se levantó para caminar hacia la mesa, Harry poso la mano en el hombro de Draco

Por fuera parecía sencillo, lo contrario de adentro, era muy iluminado, no solo por las lámparas de toque antiguo, ni la media telaraña que colgaba en el centro, iluminando un circulo rodeado por mesas, era más por el color blanco que abundaba hasta en el más recóndito lugar, había un pianista y violinista en el fondo del lugar, tocando música suave y con acordes simples

¿y, qué te parece? -lo miro atento con una sonrisa

¿Qué, que me parece? Pues es más decorado que el comedor del orfanato -sonrió incrédulo de la pregunta

Oh, sí, es cierto -rio tomando la carta -al menos ya no tendrás tanto bullicio

Después de ordenar, Draco estaba extrañado, otra vez, lo parlanchín del otro no salía a luz como siempre, así que tomo este como el mejor momento para retomar confianza, que no solo se mire con interés

Sé que es difícil estar o tratar de hacer una conversación con una persona como yo, así que tratare de abrirme más contigo -sonrió de lado mientras juntaba sus cejas en un tono apenado

Lo sé, por eso vine aquí, tal vez un ambiente menos estresado te motivaría a abrirte -le sonrió mientras se colocaba la servilleta como era

Si, ayuda mucho -haciendo lo mismo, hasta que su mano rozo lo plano de su pantalón -y... si quieres, podemos hacernos preguntas para conocernos -se sacó las fichas y las mantuvo en sus manos sin dejarlas a la vista

Me parece una idea maravillosa, inicia -recargo sus codos en la mesa y apoyo su mentón en sus manos entrelazadas

Preguntas que nos hacen falta para conocernos... pues, ¿Cuándo es tu cumpleaños? -recordó la primera que escribió

31 de Julio, ¿el tuyo? -respondió sereno

5 de Junio, ¿sabes? Me impresiono ver mi falta de educación y no preguntarte estas cosas básicas -Harry soltó una pequeña risa- ¿en que trabajas?

Policía de Asuntos Especiales -

¿de qué se trata eso? -pregunto curioso

Casos que... son algo delicados, violaciones, robo, secuestro -enumero cerrando un ojo

Ya, quiere decir que siempre estas ocupado -ahí ya no lo miro, solo movió el tenedor en su mano

Algo así, ahora solo trabajo medio tiempo... -al notar esto, continuo -para llegar a verte a las siete

Cuando Draco alzo la mirada con ojos perplejos, vio la larga y extensa sonrisa de Harry, sintió el calor en sus mejillas y sonrió de lado

¿Por qué decidiste adoptarme? ¿Acaso no has leído mi expediente? -ya con una mirada curiosa y se acomodaba para cenar, pues sus platos los habían dejado