Capítulo 40

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Harry se colocó detrás de las novias, iba a ser algo corto e hicieron esa ceremonia solo para invitar, en un momento tan íntimo a su familia, porque eso consideraba Hermione y Pansy a todos ahí, estaba junto a Blaise y cuando tocó dar los anillos, casi se le cayó el de ella a Hermione, así que Harry presuroso, le acarició la mano y se la beso, gesto, que con mucho cariño Hermione se aferra a recordar que siempre tendrá a una persona con ella. Y Harry eso llegó a pensar cuando vió como las dos ya eran una, juntas e inseparables y en un sentido muy firme, tanto por todo lo que habían pasado con mucho esfuerzo y los años que llevaban.

Llegó a la fiesta tomado de la mano con Viktor y aunque Pansy no lo aceptara del todo, lo soportaba y hasta foto con ellos se habían tomado, al menos los dos lograron estar presentables. Tomaron un lugar en salones de eventos, era amplio, elegante y cálido, más con las personas que se encontraban. Hasta que deslumbró una pecular cabeza.

Sin poderselo creer y con una extraña presión en el pecho que no le sucedía en años, logró visualizar una cabellera rubia en una de los hongos que estaban al rededor de la piscina, pestañeó y ya no estaba, tal vez era el alcohol en sus venas y se decidió ir al baño a ventilarse y que nadie lo viera.

No, Harry, tu ya no sientes nada, solo fue una mala jugada del whisky -susurraba dando pasos de una esquina a otra.

O puede ser verdad -pegó un pequeño salto cuando Blaise entró al baño -no exageres Potter

Casi me matas de un susto -se puso una mano en el pecho.

Tanto te asusta saber que no te gusta como dices tu novio ¿eh, Potter? -sonrió malicioso

Claro que si, ya tengo tres años de estar con él y nos queremos -se cruzó de brazos, sabía lo que Blaise trataba de decir

No importan, los años, sino el amor y todas esas, cursilerías que se gastan -movió la mano como no importandole el tema -además, te convences de querer a Krum, pero hasta ahí porqué, porque el no es como...

No lo menciones, tu y yo no tenemos nada que ver -Blaise lo miró con ojos incrédulos

Tú eres el que tiene que ver, de todas maneras ya no es un niño y también porque... -le miró antes de salir del baño -es el que ama a Draco

Y para qué negarselo, el mismo había hecho lo que decía Blaise y el que había tratado de encontrar el amor en otra persona, pero esa no le emocionaba como aquel joven inteligente, pero estaba con Viktor y no podía hacerle eso, después de todo le había agarrado cariño.

Salió del baño y camino por el pasillo hasta la slida de atrás que daba a la playa, podía ver hasta donde llegaban las olas gracias a las luces del hotel. Y por tanto trabajo, no se había sentido más vivo en siete años que ahora, sentir el aire fresco, la arena en sus pies y el sonido de las olas, agregando que no había sonido que lo interrumpiera. Cerró los ojos y no pensó en nada, hasta que le llegó el aroma a cigarro, frunció el ceño y abrió los ojos de su burbuja de comodidad. Y hubiera deseado no haberlos abiertos.

En frente de el, estaba aquél que consideró una alusión momentos atrás, un fantasma del pasado y su único gran amor prohibido y seguía sintiéndolo como si fuera ayer que lo había besado bajo el cielo estrellado en el que sería el bosque favorito del rubio. Caminaba viendo al mar, ensimismado y con su atuendo elegante y un cigarro en la mano.

No sabía si acercarse, no sabían cómo estaban las cosas, a pesar, de que según el, estaban bien, tenía que hablarle, sentía y le urgía hablarle, pero se acordó del pobre Viktor. Lo vió parar y quedarse viendo al mar, tal vez podía mantenerse en un estado de amistad que no lo haría traspasar todo el ambiente y fregarle la boda a Hermione.

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